Lado B
Baskin, la película de horror que nadie notó
Es gracias a festivales como el Macabro o el Mórbido que una pequeña pero significativa muestra de cine de horror, tan underground como particularmente lejano, puede llegar a nuestro país y darle variedad al monopolio que ha dominado la pantalla grande con filmes del tipo The Conjuring.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
14 de julio, 2016
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BASKINEVRENOL

Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]E[/dropcap]s gracias a festivales como el Macabro o el Mórbido que una pequeña pero significativa muestra de cine de horror, tan underground como particularmente lejano, puede llegar a nuestro país y darle variedad al monopolio que ha dominado la pantalla grande con filmes del tipo The Conjuring. Amén de esta ventaja, vimos cara a cara el Yakuza Apocalypse de Takashi Miike o el poco conocido Tale of Tales con Salma Hayek. Dentro de la programación del Mórbido Film Fest 2015 hubo otra película de la cual poco se habló. Fue colocada en la interminable lista de metrajes programados y muy pocos, de verdad, muy pocos, lograron verla.

Sin embargo, ha pasado tiempo desde su proyección en nuestro país y es ahora que me parece necesario darle la relevancia que no obtuvo en aquel momento. Baskin, es la opera prima del director turco Can Evrenol, cuyo ejercicio fílmico ha sido una de las experiencias más exquisitas pero también angustiantes en la actualidad. Por un lado, tenemos los filmes It Follows, Goodnight Mommy y The Witch, que cautivaron a la crítica a tal punto de ser consideradas obras maestras de su género en los últimos años. En ellas, el horror sublime y contemplativo, inspiradas principalmente por filmes como The Shining o Rosemary’s Baby, eran su principal fuerza y detonante.

Sin embargo, Baskin adquiere su fuerza de diversos recursos, tanto contemplativos como definitivamente grotescos. El ya consagrado crítico de cine, Roger Ebert, la calificó como un pesadillesco episodio alargado de la mítica Twilight Zone, haciendo alusión a una temática ya muy recurrente en muchos de sus capítulos: los sueños; pero no sólo los sueños, sino también los sueños dentro de los propios sueños. Y es que Evrenol ha hecho de su film un extraño manjar que aunque complicado no es menos efectivo. Hay en ella algo que me cautivó como ninguna otra, sea por su enfermo rompecabezas, o quizás, por su abusiva naturaleza.

Pero además, a la cinta le precede el hecho de que Turquía es un país donde el cine de horror muy difícilmente se realiza. De hecho, la saga de películas Üç Harfliler -El coco- es la franquicia más reconocida de este género, cuya tercera parte se ha anunciado recientemente de la mano de Alper Mestci. De hecho, Turquía se hizo de una mala reputación en cuanto industria cinematográfica por su obscuro pasado, cuando a consecuencia de haberse prohibido la influencia de Hollywood en los años 70s y parte de los 80s, se realizaron ridículas imitaciones de filmes clásicos, que Badi sea la versión turca de E.T., y Seytan, el de The Exorcist.

Es aquí donde volvemos a resaltar la importancia de los festivales que hablabamos al principio, al que sumamos El Noctambulante, una “Muestra Itinerante de Cine de Terror y Fantasía”, que prepara un homenaje a los filmes de ciencia ficción de antaño en el Centro Cultural Carranza de la Ciudad de México a realizarse este 30 de Julio. En ella hay una función en particular -al lado de Blade Runner y Dune– que te aseguro no deberás perderte: El hombre que salvó al mundo (Dunyayi Kurtaram Adam), la versión turca de Star Wars. Así es, una rareza tan difícil de conseguir, será proyectada en dicho festival. Oro puro.

Por estas razones es que resulta estupendo darle la importancia debida a productos como Baskin, ya que rara vez hallaremos trabajos de este tipo. Evrenol nos demuestra que las limitaciones no son problema para realizar filmes de horror en países donde no son, aparentemente, lo importante. Así ocurrió con Isaac Ezban, creando en México muy buena ciencia ficción con Los Parecidos o El Incidente. Pero antes aclaremos que Baskin es la versión alargada de un cortometraje que el propio cineasta dirijo allá por el 2013, y que además de servir como punto de partida, ganó premios en innumerables festivales hasta convertirla en una pequeña pieza de culto.

He aquí el tráiler de dicho corto:

Sin embargo, hay muchos críticos que calificaron esta transición como uno de los más grandes problemas del film. Y es que tomar una premisa tan básica como Baskin, motivó a su director a crear un embrollo tanto psicológico como surrealista que, según algunos, la vuelven confusa. Sin embargo concuerdo con Roger Ebert. El surrealismo aquí es manejado de forma asombrosa, y que si bien crea un rompecabezas mental y onírico difícil de comprender, lo hace con el único fin de conectar a todos sus personajes, dándoles profundidad. Ya sean sus temores nacidos en su infancia, o bien, la razón de tenerlos aquí como eslabones indispensables de la historia.

Decíamos que el film posee un poder contemplativo como el de las actuales películas de horror del tipo The Witch, donde se valen del recurso de los sueños para darle una belleza en colores y banda sonora que inquieta y transgrede la tranquilidad del espectador. Gran punto a su favor, ya que usa recursos psicológicos para lograrlo. El morado, el rojo y el azul se mezclan de una forma tan penetrante como indudablemente molesta, y logran su cometido. Sin embargo, Baskin opta por otorgarnos otro tipo de festín además del sublime y contemplativo: el gore malsano. De ahí que esta película haga un equilibrio perfecto tanto en lo psicológico como en lo grotesco.

A momentos el guión mezclan teorías freudianas para contar los temores de la niñez y los demonios que aguardan el subconsciente, mientras que en su vertiente gore hace referencia a innumerables películas y directores característicos en el género. Desde los contemporáneos como Rob Zombie y su también onírica The Lords Of The Salem, hasta clásicos como el cine de Herschell Gordon Lewis o el de Wes Craven. De hecho, en una de las tantas escenas de carnicería se fondeó con una de las reconocidas bandas sonoras de Cannibal Holocaust, que en el mítico film de Deodato fue usada también para una escena de canibalismo explícito.

Evrenol ha logrado hacerse de una película visceral a la altura de aquellos grandes clásicos, que aunque no convenció a diversos críticos, sin duda le han ayudado a consolidarse en el género como uno de los posibles directores que seguirá sorprendiendo.

Pero creo que el horror principal, además de todo lo ya mencionado, es la atmósfera. Al combinar la inquietante paleta de colores junto a todas esas escenas de mutilación obtenemos una ambientación única y efectiva. Muy particularmente ligada a los trabajos de Clive Barker. De hecho, Baskin pudiera ser el paralelo perfecto de Hellraiser. Tanto en los personajes, similar en apariencia a los Cenobitas de Barker, como en las escenas de mutilación. Un film de transgresión de cuerpo que además de todo esto, mezcla satanismo y hasta erotismo. Hay tanto que la película no tarda en atiborrarse de simbolismos, colores y atmósferas que la vuelven una auténtica experiencia.

Para estómagos fuertes y para espectadores pacientes. Para aquellos que no sólo conocen sino que también comprenden el estilo surrealista. Para aquellos que han disfrutado tanto las obras de David Lynch con sus grotescas Eraserhead, o bien, Jodorowsky con su Holy Mountain. Para los que aman la transmutación corpórea de Clive Barker y el gore de Ruggero Deodato. Baskin es una perturbadora película capaz de mezclar suspenso y horror clásico que además de todo, logra separarse de las actuales concepciones del género más desgastadas y predecibles. Una joya tan destacable como desconocida que vale la pena darle una oportunidad. Horror de Turquía.

Con ustedes, Baskin del director Can Evrenol, el turco de la película de horror… que nadie notó.

 

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Sinopsis:

“Una patrulla compuesta por cinco policías investiga una llamada de socorro procedente de un edificio abandonado en medio de la nada. Ahí se encuentran con una misa negra practicada por un oscuro culto. A plena noche y atrapados en un laberinto de horror puro, los policías tratarán de sobrevivir a los ataques de esta misteriosa secta.”

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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