Alejandro Ruiz, Lydiette Carrión y Daniela Rea
CIUDAD DE MÉXICO.- La madrugada de este lunes Luis Cárdenas Palomino fue detenido en Naucalpan, Estado de México, tras ser imputado de delitos de tortura en contra de Mario Vallarta Cisneros, hermano de Israel Vallarta, y de su sobrino, Sergio Cortéz Vallarta, a quienes en 2012 se les acusó de formar parte de una banda de secuestradores llamada “Los zodiaco”; vinculada al polémico caso de Florence Cassez en 2005.
Cárdenas Palomino fue la mano derecha de Genaro García Luna durante al menos dos décadas (quien actualmente se encuentra preso en Estados Unidos, acusado de recibir dinero del crimen organizado). Pero no solo eso; proviene de un añeja casta vinculada a la administración de la justicia en México. Cárdenas Palomino estuvo casado con Minerva Castillejos, hija de Marco Castillejos Escobar, quien fuera en su momento director de Reclusorios del Distrito Federal, y después subprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR). Castillejos fue muy relevante, fue abogado de los hermanos Bribiesca Sahagún, e incluso tenía un despacho en la Condesa, en sociedad con Rafael Macedo de la Concha. Castillejos fue asesinado en julio de 2008.
Cárdenas Palomino, a la vez, también tiene una orden de aprehensión en los Estados Unidos por delitos asociados al narcotráfico, por lo que tras su detención se podría solicitar una orden de extradición para que comparezca ante una corte norteamericana.
En 1989 Cárdenas Palomino ingresó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), para después, en 1993, formar parte de la en ese entonces PGR y tener a su cargo, en 1996, al Grupo de Secuestros de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo).
Llegó el 2000, el de la alternancia política, cuando el PAN llegó a la presidencia mediante Vicente Fox Quezada. Aquel año, Cárdenas Palomino fue nombrado director de la Policía Judicial Federal, la cual después fue transformada en la Agencia Federal de Investigación (AFI), en la cual ocupó cargos de director y jefe de despacho hasta 2007, cuando fue nombrado director general de Seguridad Privada de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, a cargo de Genaro García Luna.
En 2007, de acuerdo con el libro de rendición de cuentas de la PGR durante el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006), más de la mitad del personal de la AFI fue acusado de actos ilícitos, resultando involucrados 3 mil 444 agentes.
Entre los cientos de casos que involucran a agentes de la extinta AFI en fabricación de delitos y detenciones arbitrarias, resalta el caso de tres mujeres Hñöhño originarias de Santiago Mexquititlán, Amealco, que fueron acusadas de secuestrar a seis agentes de la AFI en 2006, y que después de pasar más de tres años encarceladas injustamente recibieron una disculpa pública por parte del Estado Mexicano en el 2017.
El 2008 fue el año en el que desde muchos frentes se señaló a García Luna por corrupción y vínculos con el crimen organizado, en específico con los Beltrán Leyva.
Pero también estalló el tema del secuestro en los medios. Y al menos tres de los grandes casos de aquella época pusieron en entredicho (por decir lo menos) a García Luna y Cárdenas Palomino: el del Zodiaco, los Petriciolet y la banda de La Flor.
La madrugada del 8 de mayo de aquel año, Édgar Millán Gómez, comisionado de la Policía Federal, fue asesinado a balazos en el barrio de Tepito, en la Ciudad de México.
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El diario La Jornada narró en aquel entonces que “en los últimos dos meses fueron ejecutados por el crimen organizado Édgar Eusebio Millán Gómez, comisario de la Policía Federal Preventiva (PFP), e Igor Labastida Calderón, responsable de atacar a la mafia del contrabando en la Ciudad de México. Ambos pertenecían al círculo de funcionarios cercanos a Genaro García Luna”.
Por ello, “la PFP reforzó la seguridad de Luis Cárdenas Palomino, director de Empresas de Seguridad Privada de la SSP federal, quien recientemente fue amenazado de muerte por el crimen organizado, con tres “coronas de muerto” colocadas en las oficinas de la Agencia Federal de Investigación (AFI), ubicadas en la delegación Miguel Hidalgo”.
Ese mismo 2008, la periodista Anabel Hernández entrevistó a Javier Herrera Valles, quien en ese entonces era comisario general y jefe de Seguridad Regional de la Policía Federal.
Herrera Valles denunció a García Luna por corrupción. Narró que las plazas para comandantes eran vendidas en unos 50 mil dólares. Señaló como cómplices específicamente a Javier Garza Palacios y Luis Cárdenas Palomino.
Herrera Valles fue detenido ese mismo año por la Secretaría de Seguridad Pública bajo cargos de narcotráfico. Para muchos, a Herrera Valles se le pudo haber fabricado delitos para callarlo.
En ese mismo octubre, de 2008, otro escándalo estalló. La procuraduría capitalina detuvo a una agente de la PFP, Lorena González Hernández, y la acusó de ser parte de una banda de secuestradores, “La Flor”, responsable supuestamente del secuestro y asesinato de Fernando Martí, de 14 años.
La prensa señaló que Lorena González (La Lore) estaba protegida por Cárdenas Palomino, quien incluso llegó a tener una averiguación previa en su contra pero no hizo nada. Primero, la oficina de Cárdenas Palomino negó conocerla, luego tuvo que rectificar y reconocer que estaba en nómina.
El caso de La Lore se complejizó, sin embargo, la Policía Federal mostró videos de vigilancia en los que presuntamente se veía a la Lore viajando con rumbo a Guerrero en el momento en el que se supone estaría secuestrando a su víctima, el niño Fernando Martí . La Lore confrontó mortalmente a la policía de la Ciudad de México, comandada en ese entonces por Miguel Ángel Mancera, y la Policía Federal.
Años después, Lorena fue exonerada y liberada.
En septiembre de 2009, la Policía Federal detuvo a Abel Silva Petriciolet, acusado de ser el líder de «Los Petriciolet», y de ser responsable de los secuestros y asesinatos de los niños Fernando Martí y Antonio Equihua, entre otros. Es decir, para la Policía Federal no existiría la Banda de la Flor, sino los Petriciolet serían responsables.
En conferencia de prensa, Luis Cárdenas Palomino, que entonces ya era coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PF, presentó a Silva Petriciolet, de 34 años de edad, quien fue capturado en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
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*Foto de portada: ConsultorSH | Wikimedia Commons
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