Lado B
Crónicas galas de una pandemia anunciada: encontrar su espacio
En esta edición de Crónicas Galas, cada quien encontró progresivamente su ritmo, y sobre todo, las estrategias y los espacios que les son propios
Por Alonso Pérez Fragua @fraguando
14 de abril, 2020
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Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

@fraguando

[dropcap]U[/dropcap]n mes. Ya un mes encerrados en 60 metros cuadrados. Y finalmente, no ha sido tan difícil. No nos confundamos: no es un parque de diversiones, pero tampoco una cárcel.

Nuevas rutinas se implementaron, nuevas costumbres se crearon. El #OperativoAperitivo, el #DomingoFodongo, las orgías de series en familia, la Escuela Doméstica “Mártires del 12 de marzo”, las largas videollamadas con Abuelo-y-Abuela-México, y Abuelo-y-Abuela-Francia, con tía Guilaine y tía-abuela Cécile, con el primer amor frustrado Léon y el segundo amor frustrado Gabryel y el tercer amor frustrado Taylor (sí, el confinamiento despertó las hormonas del primer año de kínder).

Nuestra cuarentena ha sido hasta ahora más llevadera que lo que podíamos imaginar. Cada quien encontró progresivamente su ritmo, y sobre todo, las estrategias y los espacios que les son propios.

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Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Ante el incremento exponencial de las crisis de Malinali, nuestra hija de 3 años, Marjorie creó la “Esquina Zen”. Unos cojines sobre el suelo, una cobija y una almohada para empezar. Luego, la “caja de gritos” (una caja de cartón decorada en la que encerramos toda la fuerza del grito que tenemos trabado en la garganta), la “plastilina de los ánimos” (plastilina casera con aceite esencial de lavanda para aplastar nuestros humores), el “tambor de la guerra” (para machacar la ira), el “bastón de lluvia del sollozo” (para dejar caer las lágrimas al ritmo de la lluvia), el “chupón de endorfinas” (perdido al inicio del confinamiento, reencontrado para la salud mental de todos). 

Cuando el simple rechazo o el No se hacen más violentos por la patada al aire y los puños cerrados, la calma se restablece con un enérgico “Mali, a tu esquina zen”.  

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Más allá de crecer aprendiendo a aceptar sus emociones, esta estrategia le permite a Malinali tener su propio espacio. 

Toda una cuarentenial en pleno crecimiento.

Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Ante la incertidumbre por su futuro profesional, y con el examen de oposición para integrarse como profesora a la Educación Nacional francesa en pausa, Marjorie decidió  continuar con su pasión de pedagoga de todas las formas posibles. 

No solo se convirtió en la directora auto-impuesta y sin goce de sueldo de la Escuela Doméstica “Mártires del 12 de marzo”, sino que desde el inicio de la cuarentena comparte sus estrategias en redes sociales. Todos los días redacta un reporte completo de la jornada educativa de Mali para sus contactos de FB, mismo que publica en diversos grupos de padres-vueltos-maestros-sin-goce-de-sueldo en la citada red social. 

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Adicionalmente, desde la semana pasada arrancó su carrera de youtuber. Para ocupar las jornadas de las niñas y los niños del orfanato que dirigió en Marruecos hasta julio pasado, a diario graba y manda videos educativos con cuentos, retos, actividades y tareas, esperando con ansias las respuestas y las videollamadas programadas con los cincuenta infantes, estrictamente encerrados en su casa-hogar. 

Más allá del amor medio enfermizo que les sigue teniendo a quienes apoda sus “monstruos”, esta es su estrategia para construirse un espacio virtual más allá de nuestros 60 metros cuadrados. 

Es también su forma de recordar lo que la apasiona y la define.

Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Ante su tercer año de #PapáSueco / amo de casa / estudiante de maestría, no hubo ninguna estrategia particular implementada por Alonso. Desde hace tiempo está acostumbrado a salir poco, leer mucho y dedicarse a su investigación sobre video por streaming. Además, la edad, el idioma, la distancia cultural y geográfica lo han vuelto más huraño. 

Quizás por eso, de los cuatro, Alonso es quien menos ha visto su rutina trastornada. 

Con sus audífonos puestos y los ojos clavados en la computadora, ve en sus ratos libres video-ensayos y video de divulgación sobre cine y música y quién sabe qué más

Nada nuevo bajo el sol para quien siempre se define como melómano y cinéfilo.

Foto: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

Ante la incertidumbre sobre lo que sigue en Francia, esta noche a las 8, Manu, el presidente galo, hablará en cadena nacional para informarnos qué procede. El 15 de abril no terminará esto, pero seguimos sin saber cuándo. ¿Qué dirá Manu?, ¿habrá nuevas restricciones, más medidas?, ¿pondrán finalmente en marcha la app de geolocalización de infectados por el bicho este?

Habrá que esperar y confiar en que nuestros espacios nos den la fortaleza necesaria.

[quote_box_center]Marjorie y Alonso viven en Nîmes, Francia, en la región administrativa de Occitania. Desde el 12 de marzo viven en el continente que la OMS considera el “epicentro de la pandemia mundial”. Encerrados en casa con su hija de 3 años, buscan combatir sus impulsos suicidas a través de estas crónicas.[/quote_box_center]

*Foto de portada: Marjorie Blanc y Alonso Pérez Fragua

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Autor Lado B
Alonso Pérez Fragua
Alonso Pérez Fragua es periodista, gestor cultural y eterno aprendiz de las cosas del arte y del mundo. Actualmente realiza estudios de maestría en Estudios Culturales por la Universidad Paul Valéry, de Montpellier; su tesis tiene a Netflix y a las tecnologías digitales como objetos de estudio. En México cursó una maestría en Comunicación y Medios Digitales, y una especialidad en Políticas Públicas y Gestión Cultural. Melómano, bibliógafo, cinéfilo, maratonista de series, wikipedista y un poco neurótico. Lo encuentras en Twitter e Instagram como @fraguando.
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