La lucha por el poder político, de cara a la sucesión en la gubernatura, tendrá una de sus trincheras en el Congreso, tal vez la más visible de ellas.

En el arranque de la segunda mitad de un sexenio que inició con una tragedia —la muerte de la gobernadora diez días después de la toma de protesta—, el primer escollo parece haberlo ganado el gobernador, al imponer a Sergio Salomón como líder del Congreso, pero el control del legislativo aún es endeble. 

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Las y los legisladores de Morena tienen ante sí retos importantes si quieren seguir siendo el grupo dominante: principalmente, que las pugnas partidistas no mermen su fuerza para las próximas elecciones, aunado a los pendientes a legislar como la despenalización del aborto y la desprivatización del agua.

Esta legislatura estará marcada también por el regreso de figuras con mucha fuerza política y experiencia, como Jorge Estefan Chidiac, quién ya fue legislador federal en dos ocasiones, una de ellas como presidente de la Comisión de Hacienda, integrante del Comité Ejecutivo Nacional en tiempos de Peña Nieto y secretario de Finanzas y de Desarrollo Social en gobiernos estatales; Rafael Micalco, ex presidente estatal del PAN en dos ocasiones, Fernando Morales, líder del partido Movimiento Ciudadano (quién además carga con el sambenito de ser un diputado faltista)  y Néstor Camarillo, actual presidente estatal del PRI; además de la reelección de diputados y diputadas como Nora Escamilla, cuya actuación en temas de género recibió fuertes críticas por haber ignorado las luchas feministas.

La antesala electoral

Foto: @EstefanChidiac | Twitter

El politólogo Roberto Alonso, investigador de la Ibero Puebla, dijo que Morena se enfrenta a un panorama más complejo en la actual legislatura, ya que su bancada aunque es mayoritaria no está unificada. 

En su opinión, se pueden identificar dos bandos que se seguirán perfilando en el transcurso de los siguientes años: el primero, uno que responde más a los liderazgos nacionales del partido, y otro a los intereses que han predominado en el Congreso anterior que han sido finalmente los intereses y temas del gobernador Miguel Barbosa.

Respecto a las alianzas, Alonso dijo que se debe poner atención al PRI, para ver si se alía con Morena y a qué sector de Morena; o si se une al PAN, tal y como fue la configuración en la alianza para las recientes elecciones. Y en este sentido, consideró que se pueden esperar sorpresas en cuanto a los movimientos internos, tomando en cuenta el regreso de ciertos personajes políticos.

“Hay liderazgos interesantes en la oposición, es decir, veremos actuar o volver a actuar a Jorge Estefan Chidiac junto a un Rafael Micalco que tienen bastante experiencia política y legislativa (…) Rafael ha dado muestra de poder caminar y establecer acuerdos tanto con el sector más conservador del PAN en su momento como con el sector conocido como morenovallismo, uno más camaleónico al interior del mismo PAN”.

Y agregó: “En el caso del PRI pues veremos lo que ocurre con Chidiac con el peso político que tiene con el propio presidente del partido a nivel estatal, y entonces habrá que ser muy analíticos a la hora de observar dónde va a recaer el propio peso político del PRI, si en la figura formal o en la de mayor autoridad política por la trayectoria que tiene este actor o que ha tenido”.

Lo que se verá en términos legislativos es, de acuerdo con el especialista, el reflejo de la lucha interna dentro de Morena, “un escenario en el que podremos también medirle el pulso a esa batalla por el liderazgo y el control”.

Al respecto coincidió Maribel Flores, politóloga del Tecnológico de Monterrey campus Puebla, quien dijo que Morena tendrá que seguir trabajando en sus alianzas y fortalecerse internamente, y será muy importante cómo se construya el liderazgo de la junta de coordinación política, encabezada por Sergio Salomón Céspedes Peregrina. 

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Foto: Olga Valeria Hernández

Uno de los puntos más importantes es que esta legislatura será la antesala a las elecciones de 2024, donde estará en juego la continuidad de Morena en el poder tanto a nivel estatal como federal, y el reto para el partido de la bancada mayoritaria será superar sus diferencias y divisiones internas para no llegar debilitado.

O servirá también para entender el juego del gobernador, que no las tiene todas consigo en el control del partido, recordemos que el legislativo fue sede de la lucha partidista en el sexenio de Moreno Valle, cuando el entonces gobernador panista se hizo del control de su partido.

“Vamos a ver un Congreso que va a tener todavía una mayoría encabezada por diputados integrados por la coalición de Juntos haremos historia, sigue habiendo todavía retos importantes respecto al liderazgo de quien encabece la cámara. Morena deberá buscar acompañar y fortalecer al partido en camino al cierre de la gubernatura”.

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Tanto Flores como Alonso coincidieron en que en esta legislatura se verá si el actual Congreso actúa de manera independiente, o sigue respondiendo a los intereses del Ejecutivo. 

El académico de la Ibero mencionó que la anterior legislatura no rompió con el patrón anterior del morenovallismo, donde se aprobaban y publicaban todas las iniciativas del Ejecutivo y se bloqueaban las que no eran afines a su agenda.

Para Maribel Flores, la situación de divisiones internas del partido podría ser una oportunidad para limar asperezas y unir filas, y que así Morena se fortalezca rumbo a las siguientes elecciones. Lo que tendría que haber, dijo, es una división de poderes, donde haya una agenda legislativa clara respondiendo a la lógica de las necesidades en la entidad. 

Los grandes pendientes

Tomando en cuenta la actuación de la pasada legislatura —tiempo en el cual no hubo reformas importantes— y el hecho que varias personas fueron reelegidas, Roberto Alonso consideró que no parece que vaya a haber una modificación en la actuación de la nueva legislatura.

Sin embargo, es importante mencionar los grandes pendientes que dejaron sus antecesores, siendo el primero la despenalización del aborto en Puebla. Ahora, en el marco de la reciente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), existe una expectativa aún mayor para que por fin sea una realidad a nivel local.

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Aunque quien preside ahora la comisión de género es Nora Escamilla, diputada que en la pasada legislatura se mostró totalmente afín a la agenda dictada por el gobernador y sin dar un verdadero apoyo a las exigencias ciudadanas y de colectivas feministas.

El otro pendiente es el tema de la desprivatización del agua, que la sociedad civil espera que sea revertido por el Congreso. Al respecto, la politóloga Maribel Flores dijo que ese fue uno de los grandes temas ignorados por la anterior legislatura que debe ser atendido cuanto antes.

Y Alonso abonó: “Hay un compromiso al que hay que regresar, ojalá que esta legislatura se aboque a los problemas reales del estado y deje en segundo plano el juego político. No digo que se olvide de él [el juego político], porque es uno de los epicentros de esto, pero que ponga por delante las preocupaciones centrales de la población. Ojalá también marquen distancia de la baja calidad legislativa con la que se caracterizó la LX legislatura”, concluyó.

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández