Lado B
Más allá de FaceApp: la importancia de defender la privacidad de nuestros datos
Al usar apps abrimos la puerta de acceso a nuestros datos, por lo que es importante saber qué datos recolectan y con qué fines para proteger nuestro derecho a la privacidad
Por Dafne García @DafneBetsabe2
23 de junio, 2020
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En días recientes  diversos medios han advertido los peligros a la privacidad de FaceApp, la popular aplicación que modifica tus fotografías para descubrir cómo te verías si fueras del sexo opuesto. Sin embargo este no es un caso aislado. 

Cada aplicación que tenemos instalada, es alimentada por las y los usuarios con cientos de datos: deseos, necesidades, hábitos, entre otros pero ¿dónde van a parar esos datos? ¿qué uso les dan esas compañías que están detrás?

Agneris Sampieri, abogada y especialista en derechos digitales explica en entrevista para LADO B que hay 4 puntos principales en los que nosotros como usuarios de servicios y apps online debemos poner especial atención: 

  • qué datos de nosotros van a estar recopilando, monitoreando y haciendo uso; 
  • qué es lo que se hará con la información que se obtiene; 
  • quienes tendrán acceso a esos datos y por último 
  • por cuánto tiempo la van a tener almacenada.

“Eso nos va a ayudar a dar mucha claridad acerca de qué es lo que vamos a estar dando a cambio de esa aplicación o de esa red social porque aunque en apariencia son gratuitas, o incluso cuando se trata de servicios o aplicaciones de pago, el negocio siempre van a ser los datos, entonces todo el tiempo van a estar recopilando esa información y tú tienes que ser consciente de si vale la pena darles toda esa información a cambio de lo que te ofrecen” agrega la especialista.

Por ejemplo, en el caso de FaceApp algunos de los datos que recopilan son: datos de tus dispositivos como modelo, sistema operativo, dirección IP; datos de tu actividad en línea (qué páginas visitaste, por cuanto tiempo, rutas de navegación entre páginas etc); además, si la vinculas con tu cuenta de Facebook le das acceso a tu nombre, apellido, alias, lista de amigos y conexiones, todo eso, sólo a cambio de una foto modificada.

Los data brokers y la explotación de los datos personales de los usuarios

Probablemente estás pensando que no importa tanto que tus datos los tengan estas compañías por que quizá el uso más grave que se les de es crear campañas de marketing para ofrecerte productos a través de las redes sociales y páginas que visitas, sin embargo, el uso de datos personales también impacta en áreas más sensibles como finanzas, seguros y cuidados médicos.

De acuerdo con el informe “Corporate Surveillance in Everyday life. How companies Collect, Combine, Analize, Trade and Use Data on Billions” (Vigilancia corporativa en la vida diaria: Cómo las compañías recolectan, combinan, analizan, intercambian y usan datos de billones), realizado por el instituto independiente de investigación Cracked Labs, compañías financieras como Lenddo, Kreditech y ZestFinance utilizan datos de redes sociales, búsquedas en internet y dispositivos móviles para calcular si una persona es apta para un crédito sin ni siquiera tener que fijarse en sus movimientos financieros.

Por otra parte, en este informe también se dio a conocer que algunas compañías de datos y de seguros están trabajando en hacer uso de la información de la vida diaria de los usuarios (por ejemplo hábitos de compra y de consumo) comprados a los data broker para predecir riesgos de salud y por lo tanto la elegibilidad a un seguro para determinado usuario, tal es el caso de empresas como Aviva, Deloitte y GNS Healthcare.

Los data broker son empresas (como Acxiom y Oracle) dedicadas a la recopilación y compra de datos de las personas, La cantidad y tipo de información que pueden tener de un determinado perfil de usuario va desde educación, ocupación, religión, etnia, intereses, postura política, hasta comportamientos en línea como búsquedas en la web. Sumado a esto, los data brokers recolectan datos como compras realizadas, uso de tarjetas de crédito, ingresos y préstamos y una gran variedad de otro tipo de datos.

La amplia cantidad de datos que se recolectan por estas compañías hacen posible que puedan incluso calcular y predecir el comportamiento futuro de un usuario, por ejemplo, sus planes para tener un bebé o cambiar de trabajo.

Y sí, son estas empresas las que estén detrás de miles de aplicaciones, aparentemente inofensivas, como FaceApp, para obtener los datos que venden después. De acuerdo con la investigación de Cracked Labs, una de las formas en las que los data brokers obtienen dichos datos de las personas es a través de la compra a otras compañías dueñas de aplicaciones y plataformas en línea. 

La trampa de los términos de uso

Varios especialistas y analistas han señalado que uno de los grandes problemas respecto a la privacidad en las aplicaciones es que muchas de las compañías detrás de ellas no hacen clara y accesible al usuario la información acerca de lo que ocurre con los datos que les estamos dando. 

Las principales dificultades a las que podemos enfrentarnos al leer los términos de uso de una aplicación va desde su larguísima extensión (muchas letras pequeñas), el lenguaje complicado que se usa, y la ambigüedad de conceptos como el de datos personales. 

Con todo eso, es ahí donde se encuentra información crucial sobre el destino de nuestros datos. Por ejemplo, algunas aplicaciones establecen que pueden cambiar sin previo aviso sus políticas de privacidad o aclaran que eliminar tu perfil de usuario dentro de la app no garantiza que esa información será borrada de sus servidores. 

Muchas apps pueden vulnerar nuestra privacidad

Foto: Olga Valeria Hernández

Sin embargo, es muy poco probable que nos tomemos el tiempo de leerlos y analizar su contenido. En un análisis reciente a 14 aplicaciones populares  se encontró que incluso el texto de términos de uso más corto contaba con varios miles de palabras y como resultado de eso, el 97% de las personas en el grupo de edad de 18 a 34 años suelen aceptarlos sin leerlos.

Con base en ese estudio, si una persona cuenta con Facebook, Twitter, Netflix, Instagram y Tik Tok, tendría que pasar, en promedio, más de una hora y media leyendo la totalidad de los términos de uso. Además del tiempo, ese usuario se enfrentaría también a un lenguaje legal difícil de entender y que en algunos casos, incluso parece estar redactado para ser entendido lo menos posible.

“APPFAIL: Threats to consumers in Mobile Apps” fue un estudio realizado por el Consejo Noruego del Consumidor, en 20 aplicaciones, y lo que encontraron fue que aplicaciones como Instagram, Tinder y Snapchat, especifican que pueden cambiar sus términos de uso en cualquier momento sin tener la obligación de notificar a los usuarios. 

Por otra parte Facebook, Twitter y Strava, tienen definiciones ambiguas sobre a qué se refieren cuando hablan de “datos personales”, lo que pone en riesgo el nombre, número de teléfono y correo del usuario. 

Otro de los focos rojos que se encontró en este estudio es que aplicaciones como Instagram, Snapchat, Tinder y Runkeeper no son claras en que se borraría la información de sus plataformas, aunque el usuario haya cerrado o pedido que se eliminara su cuenta de la red social.

Cuidar tu privacidad y la de los demás

Sampieri menciona que ante este contexto es importante valorar y tomar mejores decisiones respecto a qué compañías les estamos dando nuestros datos y a cambio de qué.

“No es lo mismo que una sola compañía tenga acceso a estos datos tuyos a que 35 empresas los tengan. Esto es fácil de medir dependiendo del número de aplicaciones que has descargado en tu celular. El número que tienes es el número de veces que tú has permitido esta invasión a tu privacidad y entre más veces lo haces más vulnerable estás”.

Por otra parte, ante el boom por el uso de FaceApp, la organización Social Tic mencionó en su cuenta de Twitter que hay que considerar que muchas apps se sostienen de publicidad, por lo que recolectan datos y hábitos de navegación, y recomiendan que antes de descargarlas se revisen: reseñas y calificaciones, que la descarga sea desde sitios oficiales, qué permisos y accesos pide y que la versión que utilicemos esté actualizada.

En Android, una forma de revisar los permisos a los que tendrá acceso una aplicación, se encuentra en la sección “Acerca de esta app”, dentro de Google Play. Desde ahí, hay que bajar a la opción de ver más en “Permisos de la app”, y se desplegará una lista de los permisos que usa esa app.

Otros de los consejos que los expertos hacen para cuidar tus datos son: investigar acerca de las compañía que está ofreciendo esa app, por ejemplo, hacer una búsqueda con los términos “escándalo de datos” o “fraude”, para saber si esa empresa estuvo involucrada en alguna filtración de datos o estafa.

Otra opción es preferir usar el servicio en una página web en vez de la aplicación, algo útil en servicios como los de Mercado Libre o Amazon, que tienen opción de página web. 

Sampieri mencionó también que una buena práctica es empezar a preocuparnos por nuestra privacidad y por la privacidad de las personas que nos rodean. 

“Si vamos a tomarnos o compartir una fotografía con alguien más, tengamos la amabilidad de preguntarle a la persona si se siente cómoda con que se publique su foto [..] no tiene nada de malo el acercarte a una persona y confirmar si realmente no tiene problema con que esa foto sea publicada en Facebook o preferiría que no”.

Un ejemplo de cómo se recopilan datos tuyos y al mismo tiempo de tus contactos es lo sucedido con Cambridge Analytica, que desarrolló un test de personalidad que al ser contestado, también accedía a la información de los contactos del usuario sin requerir consentimiento de estos.

Además de la responsabilidad como usuarios al elegir qué aplicaciones usar, Sampieri señala que es importante que las compañías comiencen a comunicar estos términos de privacidad y de uso de forma entendible para todas las personas, es decir “que al momento que tu bajas esa aplicación, esta haga de tu conocimiento que más allá de que piques el aviso de privacidad o no, va a recopilar información tuya y de tus contactos”.

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández

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