Lado B
La Cuatro Records, una disquera en el corazón de Puebla
Para qué irse a malvivir al DF, dicen, si existe este espacio emergente en Puebla que ha servido como puente de comunicación entre artistas
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
23 de enero, 2015
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

La Cuatro Records se creó hace aproximadamente un año: cuatro amigos en la calle cuatro oriente en el centro histórico de la ciudad de Puebla, con un estudio de grabación y una disquera, parte de un proyecto integral de producción musical. La Cuatro se ha convertido en su corta existencia en un punto de contacto para gente joven y músicos de diversos géneros de Puebla.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

José, Santiago, Federico y Armando eran amigos y músicos. Como jóvenes se fueron a la Ciudad de México y se enfrentaron a los problemas y obstáculos para grabar y producir. Entre pláticas surgió la idea original, que tardó casi un año en cuajar, y para el momento de su consolidación se unió un cuarto socio y amigo, Marcelino. El 25 de enero de 2014 fue el lanzamiento de marca oficial, y ahora tienen una división llamada Lemmon Lab, que trabaja con artistas que tienen su primer acercamiento a la industria musical.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

No es que ofrezcan por separado los servicios de desarrollo creativo, marketing y representación: La Cuatro es un conglomerado de todo esto que es interno, sólo para los artistas que integran el proyecto. Santiago es el encargado de producción y desarrollo artístico musical; Marcelino del desarrollo gráfico y creativo; Federico es quien ve el marketing, Armando el responsable de la representación de los artistas y la parte administrativa y de relaciones públicas la maneja Pepe. Aunque a veces no hay recursos, lo bueno de que La Cuatro se haya consolidado de los bolsillos de los propios fundadores, es que tienen total libertad. No dependen de socios o inversionistas, y cuando no hay dinero, siempre hay una manera de encontrar cómo materializar las cosas que se necesitan, dice Pepe.

Lo más difícil ha sido acoplarse entre ellos, llegar “parejos” a las fechas de entrega, estar en el mismo canal para que todo el proyecto embone en conjunto; “hay días de mucha tormenta”, dice Pepe. En La Cuatro no buscan entregar algo en base al gusto de la gente o a lo que las personas pidan. Santiago pone el ejemplo con paletas, dice que uno no va a pensar el sabor que le gustaría, sino elegir si chocolate o vainilla, que son los que están ahí. Más allá de ser un estudio de grabación, los jóvenes buscan exponer a las personas una cultura que no conocen. Al final, la decisión es de cada quién, y pueden decir “sabes qué, si me gusta más la ranchera”, dice Santiago, pero esos artistas tienen que darse a conocer. Al final, “la gente consume lo que hay”, opina, y habla de que los proyectos de La Cuatro no son objetos plásticos, “son proyectos que tienen alma, que tienen vida”; entre sus artistas, ninguno hace canciones “para vender”.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Lo que intentan es también cambiar un poco el chip de los artistas que llegan a La Cuatro. En el segundo piso de su oficina, que tiene en la planta baja el estudio de grabación y una escalera empinada con escalones de plástico cuadrados ilustrados con portadas de discos de rock, Santiago, sentado junto a Pepe, explica que no es lo mismo ser famoso y ser reconocido. La fama es algo pasajero, mientras que el reconocimiento es fruto del trabajo y del esfuerzo. La disquera poblana tiene de todo, desde folk hasta improvisación, pasando por el metal, y próximamente incorporará géneros que les son un poco más ajenos, como el hip hop y la electrónica. Aunque no es lo suyo de formación –pues a todos les gusta más el rock-, están abiertos a lo que llegue. Santiago está todo el día en el estudio, “como licuadora, escuchando de todo”.

No importa que los artistas tengan ya mucha trayectoria, o sea sólo un muchacho con una caja y un micrófono: lo más importante es la calidad. Para qué irse a malvivir al DF, dicen, si existe este espacio emergente en Puebla que ha servido como puente de comunicación entre artistas, para que se conozcan y reconozcan. Y la Cuatro Records lo que aporta de acuerdo a Pepe y Santiago es este espacio para unir, que la comunidad artística no se sienta tan sola, y proponiendo la mayor cantidad de soluciones accesibles al talento que se está incubando en Puebla.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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