Foto: Marlene Martínez

Josué Cantorán

@josuedcv

Aletya dice, antes que nada, antes siquiera de la primera pregunta, que para los artistas es normal dejar proyectos inacabados, inconclusos. Las ideas surgen, se desarrollan, se trabajan, pero pueden no concretarse nunca. Y es natural: no lo dice con resignación ni lamento, es algo que se vive así porque así es la creatividad, y que los artistas terminan mostrando a sus públicos apenas una mínima parte de todo lo que han producido en sus mentes, en sus talleres o en sus estudios.

La cantante poblana debe saberlo bien. Con ocho años de historia en la escena de la música independiente en la ciudad, Aletya Serrano ha trazado varios proyectos importantes en la consolidación de su carrera. En 2006, sus inicios en el pop electrónico dejaron como resultado un demo de larga duración, titulado Aletya, que nunca salió a la venta pero fue producido por ella misma como si se tratara de un disco comercial.

En aquellos tiempos, el surgimiento de la red social Myspace propició la gestación de una rica escena de música independiente en Puebla cuyo esplendor no ha vuelto a repetirse. Aletya y otros artistas hacían música electrónica y contaban con un público leal interesado por lo que se producía en su ciudad.

Esa escena, poco a poco, se apagó, y varios años pasaron hasta que en 2012 Aletya publicó un disco nuevo, Aldea imaginaria. Se trató de un EP de cuatro canciones que marcó el cambio en el estilo de la también multinstrumentista: los sintetizadores y loops fueron remplazados por guitarras acústicas y otros instrumentos de cuerdas.

[pull_quote_right]La música no es tanto para divertir sino para colaborar con la comunidad, tú le entregas eso, y a través de eso esperas cierta comunicación. A lo mejor mucha gente que yo no conozco en esta ciudad piensa como yo, habrá gente que me escuche y diga “yo pienso como esta canción”, soy así de enamoradiza, romántica, tengo esperanza por la vida. Habrá gente que tenga mis mismos sueños y comparta mis aspiraciones. Para eso es la música.[/pull_quote_right]

No fue un cambio radical sino un signo de madurez.

El disco, que fue distribuido en iTunes y recibió una nominación en los premios IMAS, puede ser considerado su primer trabajo profesional. Uno de sus cortes fue incluido en la serie Capadocia.

Ahora, para celebrar sus recién cumplidos ocho años –el pasado noviembre– de andar en los caminos de la música independiente, Aletya lanza un disco singular que surgió de la intuición y fue producido en apenas unas semanas.

–El nombre dice todo –explica ella–: Aletyando.

Aletyando es un álbum donde nueve músicos o productores realizan cóvers, versiones o remixes de las canciones de Aletya y que cierra con un track inédito, «Lágrimas de coco y dildo», sí interpretado por ella.

Todo inició cuando Odin Krsna y Carlos Franco hicieron sus propias versiones de “Champán y chocolate” y “Ya no quiero que me quieras”, temas incluidos en Aldea imaginaria.

–Lo hicieron por su gusto y el resultado gustó, era profesional –dice la cantante.

Pero cuando el octavo aniversario se acercaba, esas dos canciones le dieron la idea a Aletya de formar un disco con canciones suyas interpretadas por otros, así que las envió a los colegas que podrían hacer un buen trabajo.

–Este disco –continúa Aletya– no tuvo ningunos fines de lucro, de venderse, más que de compartir y festejar ocho años de hacer música original.

El disco, que puede escucharse en el servicio de streaming Spotify o en el sitio electrónico de Bandcamp e incluso descargarse, contiene lo mismo una versión acústica de “Angelina”, uno de los temas más tempranos de Aletya, aún de sus tiempos de electro, realizado por Rodrigo Castillo Filomarino, que un remix en deephouse de su también clásico “Y mientes”, producido por Di Rugerio.

Se trata, pues, de un disco variado cuyo hilo conductor es que todos los temas fueron escritos por Aletya y producidos por artistas surgidos de las escenas independientes de Puebla, Coahuila y el Distrito Federal.

Aletya le metió mano a los temas sólo para masterizarlos y “regular volúmenes”, pues todos los participantes son productores musicales independientes que realizan su trabajo desde estudios pequeños o incluso desde su casa.

Foto: Marlene Martínez

Aletya se declara fan de todos los participantes del disco y dice:

–Ya no se trata de Aletya. Esto es una ventana para que se asome cualquiera y diga: “esto es lo que suena en la escena under de Puebla, DF y Coahuila”.

Aletya, que conoce en propia piel el trabajo a veces ingrato de dedicarse a las tareas artísticas, considera que el mayor impulso para mantenerse vigente es compartir su trabajo. Para ella, la música, más que un divertimento, es un servicio.

–Creo que la música finalmente está hecha para tu comunidad –dice–. La música no es tanto para divertir sino para colaborar con la comunidad, tú le entregas eso, y a través de eso esperas cierta comunicación. A lo mejor mucha gente que yo no conozco en esta ciudad piensa como yo, habrá gente que me escuche y diga “yo pienso como esta canción”, soy así de enamoradiza, romántica, tengo esperanza por la vida. Habrá gente que tenga mis mismos sueños y comparta mis aspiraciones. Para eso es la música.

Finalmente, Aletya regresa al primer tema: los proyectos sin concluir, y recuerda ese disco que anunció hace tiempo como uno más ambicioso, de instrumentaciones producidas de manera más profesional. Aletyando se cruzó en el camino pero aquel disco, promete ella, no está olvidado.

*El 31 de enero en la mezcalería Coyoacán, Aletya y los músicos que participan en Aletyando realizarán la presentación oficial del álbum.