Lado B
El panorama mexicano en ciencia y tecnología en este sexenio
 
Por Lado B @ladobemx
15 de marzo, 2013
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  • Perspectivas a cien días del inicio de la nueva administración federal

Alfredo Sandoval Villalbazo*

El 13 de diciembre de 2012, la prensa nacional público la noticia de un incremento de 15 por ciento a los recursos públicos dedicados a ciencia, tecnología e innovación. En el anuncio oficial, Enrique Peña Nieto recordó que durante los dos sexenios anteriores, el producto interno bruto (PIB) dedicado a estos rubros no rebasó 0.4 por ciento del total. Dicha cifra nos ha situado muy por debajo del promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La gráfica incluida a continuación muestra que, en comparación con países tales como Corea del Sur y Singapur, México ha registrado un estancamiento notorio en este ámbito.

Evolución del porcentaje del PIB dedicado a investigación y desarrollo de los países miembros de la OCDE. El punto azul corresponde al valor reportado en 1999.

Picture (Device Independent Bitmap) 2El ejemplo de Corea del Sur, citado por el presidente al realizar el anuncio, es emblemático. En 1999, ese país dedicaba cerca de 2 por ciento del PIB a investigación y desarrollo. Tan sólo nueve años después, Corea logró invertir cerca de 3.5 por ciento de su PIB en esta área estratégica.

Es importante observar que, de acuerdo con el artículo noveno de la Ley de Ciencia y Tecnología vigente, “El monto anual que el Estado-Federación, entidades federativas y municipios-destinen a las actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico, deberá ser tal que el gasto nacional en este rubro no podrá ser menor al 1% del producto interno bruto del país mediante los apoyos, mecanismos e instrumentos previstos en la presente ley”.

De acuerdo con las cifras expuestas, ninguna de las dos administraciones federales salientes logró cumplir con esta disposición, lo que dio lugar a un acentuado rezago de la investigación científica y tecnológica de nuestro país. El pasado 3 de enero, el presidente anunció un incremento sostenido de la inversión en ciencia y tecnología, considerando posible alcanzar 1.2 por ciento del PIB al final del sexenio.

De acuerdo con la gráfica expuesta, el cumplimiento de esta meta logrará situar a México en los niveles de inversión actuales de países como Brasil, Italia y España, pero aún estaríamos muy lejos de los porcentajes de naciones como Corea del Sur, Japón, Finlandia, Suecia o Israel.

Cabe señalar que la eficiencia de la inversión se encuentra necesariamente ligada al desempeño en matemáticas, lectura y ciencias de las futuras generaciones de mexicanos.

De acuerdo con las cifras del instrumento de evaluación PISA (2009), Corea, Japón y Finlandia se encuentran en los 10 primeros lugares en estas áreas, con respecto a 50 países evaluados. Coincidentemente, estas naciones son aquellas con mayor porcentaje de su PIB dedicado a investigación y desarrollo.

En contraste, México se sitúa en la parte baja de este instrumento, dentro de los diez últimos lugares, al lado de países como Tailandia, Albania y Panamá. Siguiendo esta lógica, México deberá escalar entre 15 y 40 lugares en este indicador para situarse en los niveles de competitividad de Brasil, España o Italia, y así garantizar en el mediano plazo un aprovechamiento real del incremento de recursos anunciado por el gobierno federal.

En síntesis, el esfuerzo de la actual administración federal rompe con una inercia de rezago e indiferencia hacia la ciencia, tecnología e innovación marcada por el incumplimiento a la Ley de Ciencia y Tecnología promulgada por el Congreso en el año 2002.

Sin embargo, el cumplimiento de las metas nos situará aún lejos de los escenarios ideales de países como Corea del Sur, Japón o Finlandia. Más aún, el incremento de recursos únicamente podrá traducirse en bienestar si se logran incrementar de manera significativa las competencias académicas en matemáticas, lectura y ciencia durante los siguientes años.

Si bien hay señales esperanzadoras en el horizonte educativo actual, el reto que hay que enfrentar es aún enorme y requerirá de grandes esfuerzos de la comunidad académica nacional.

* Director del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana campus Santa Fe.

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