Lado B
Reformas van y...
Nunca me gustó la teoría del fin de la historia y México (el gobierno panista que nos “dirige”) me está dando la razón. La historia no se acaba pero podemos des-escribirla y pareciera que es la meta en nuestro querido país.
Por Lado B @ladobemx
07 de febrero, 2012
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Rosana Renau Aymamí

ARTICULO 24…

Nunca me gustó la teoría del fin de la historia y México (el gobierno panista que nos “dirige”) me está dando la razón. La historia no se acaba pero podemos des-escribirla y pareciera que es la meta en nuestro querido país.

Las múltiples celebraciones del Centenario y del Bicentenario tenían un objetivo claro,  reinventar una patria que nos están robando poco a poco; llenarnos de un nuevo orgullo mexicano que fuera resultado de una fiesta sin que nos preocupáramos por el significado real de tantos años de historia.

La educación hace eco a todo esto minimizando el período precolonial y convirtiéndonos a todos en “criollos” mezcla de españoles y (parece ser) lo que hubiera a mano. Se pretende eliminar la filosofía (asignatura que tiene como consecuencia enseñar a pensar), el civismo se convierte en vanagloria inútil de símbolos sin contenidos.

¿Cómo no nos dimos cuenta de lo que se horneaba desde las reformas de 1992 y, por ende, cómo no vemos las consecuencias de la propuesta actual? Simple, había un centenario y un bicentenario que organizar entre los clásicos del fut y los chistes de nuestros gobernadores.

Han pasado 20 años desde los primeros pasos dados en este sentido y no logramos unir los puntos que nos llevan al pre-cardenismo (el de Lázaro). La nacionalización y los bienes de la patria (artículos reformados) se cambian por la privatización y los bienes del capital.  La relación Iglesia Estado que, cuando yo estudié fue resultado de luchas y esfuerzos de la población y el gobierno, primero sufre una modificación casi imperceptible en 1992.

Esta reforma no se hace evidente porque impactó más la que se realizó al artículo 27 y que provocó protestas aunque, debemos reconocer que no se entendieron todas las consecuencias y ramificaciones de esta reforma. Mayormente la mirada se centró en la destrucción de la Reforma Agraria (ejidos, tierras de cultivos, pequeñas parcelas, etc.) De algún modo, lo que se llegó a discutir fue el modo en que afectaba a los campesinos y no al resto de la población.

En 1992, Salinas de Gortari encabeza la reforma a varios artículos: el 3, el 4, el 5, el 24 y el 27 (dos reformas en un año).  La actual reforma (o eliminación) del artículo 24 tiene consecuencias con otros artículos.

Por ejemplo, la educación laica está protegida en el artículo 3º está protegida por el artículo 24º que pretenden eliminar. De igual modo, sabemos que, esta relación entre Estado e iglesia (o culto religioso como se denomina actualmente) no se refiere a cualquier denominación religiosa. Sólo a los católicos con ombligo directo al Vaticano que, no en balde ha hecho múltiples concesiones a nuestros ilustres gobernantes (divorcios sin mucho conflicto, por ejemplo).

La igualdad protegida en el artículo 1º Constitucional también pende de un hilo si añadimos, a las múltiples discriminaciones que se sufren en este país, mayor predominio a los católicos que, pueden ser numéricamente mayoría, pero no deberían tener el poder –emanado de mancuernas con los poderosos- de incidir en el espacio público como formadores de opinión, jueces, fiscales y jueces del quehacer de la sociedad civil.

Ya sin ese poder se cataloga a cualquier otra denominación religiosa como “secta” “culto”, etc.   Ni qué decir del trato a los ateos y estamos protegidos por la constitución.

¿Por qué y a quién benefician estos cambios? Se está pidiendo acceso a canales de televisión en Cable hay, al menos 6 o 7 canales religiosos, y en los canales de TV abierta siempre se escucha el agradecimiento o la esperanza depositados en dios.

Se está pidiendo la posibilidad de grupos religiosos de realizar actividades colectivas en espacios diferentes a los templos construidos con este fin mientras la ley de seguridad amenaza con la posibilidad de dispersar grupos de ciudadanos reunidos con “fines sospechosos” ¿?????????? ¿Quién define lo sospechoso?

Puedo recomendar muchas lecturas para los hacedores o des-hacedores de leyes pero me pregunto si podrán entenderlos, igual habrá alguno que no pertenezca al árbol genealógico Salinas-Gordillo o al de PAN- Vaticano y que sepa leer pero, más aún, entender.

Las creencias religiosas son un asunto PRIVADO, la política, la sociedad civil, los derechos humanos, la ciudadanía y la economía son asuntos PÚBLICOS y cada una de estos espacios nos confiere, a cada uno de nosotros, dimensiones diferentes tanto como individuos y como personas. Hagamos un poco de historia.

La separación iglesia-estado es uno de los puntos de partida más relevantes de la modernidad y del surgimiento del capitalismo. Esta separación permitió, en un grado importante, separar el poder feudal de los vasallos (fuerza de trabajo). Todos los descubrimientos científicos acumulados desde el Renacimiento permitieron cuestionar la relación entre el señor feudal y el mandato divino.

Se construyen lo PÚBLICO Y LO PRIVADO como herramientas para liberar al “ciudadano” del hombre[1] y, paralelamente, cimentar la nueva lógica capitalista del “hombre libre en dos sentidos” (MARX) libre del poder feudal y libre de fuentes de trabajo que los lleva a constituirse en proletariado.

Es necesario distinguir entre ciudadanos e individuos, particularmente en este momento histórico, para entender qué tanto el gobierno mexicano ha retrocedido en la historia, estamos regresando al feudalismo donde nuestros gobernantes están favorecidos por Dios y bendecidos por el Vaticano. ¿Por qué les pagamos tanto a sujetos que no entienden y hacen tan poco por nosotros?

MENOS DIPUTADOS, MENOS SENADORES, MENOS HORAS NALGAS, MENOS PODER.

 


[1] No incluyo a la mujer por cuestiones históricas.

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