Puebla. “Ojala (Elba Esther Gordillo) fuera militante de Nueva Alianza, desgraciadamente no tenemos a la maestra dentro del partido”.
La frase, palabras más palabras menos, la repiten con unos días de diferencia Gerardo Islas Maldonado (@GerIslas) y Roberto Villareal Vaylón, los recién electos presidente y secretario general del Partido Nueva Alianza (Panal) en Puebla (@NuevaAlianzaPUE), el instituto político que creó la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a finales del 2004 cuando la confrontación con Roberto Madrazo al interior del PRI estaba en sus momentos más álgidos y flotaba en el aire la posibilidad de que la entonces secretaria general priísta fuera expulsada del partido.
Y la repiten para tratar de eliminar la idea de que Elba Esther es la verdadera estratega y dirigente del partido que en Puebla logró en tan sólo cinco años ubicarse como la tercera fuerza política con mayor representación en el Congreso local al sumar cinco diputados. Una idea que difícilmente podrá diluirse si se observa que el actual presidente nacional y la secretaria general del partido son Luis Castro Obregón y Mónica Arreola Gordillo, el secretario particular y la hija de la dirigente magisterial, respectivamente.
Una tendencia que se ha mantenido desde el nacimiento de Nueva Alianza. Su primer presidente Miguel Ángel Jiménez Godínez llegó a la posición tras dirigir la Asociación Ciudadana del Magisterio -brazo político del SNTE-, una de las tres asociaciones políticas nacionales que conformaron al partido –las otras dos fueron Conciencia Política, conformada por egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y dirigida por Xiuh Tenorio; y el Movimiento Indígena Popular, que encabezó el ex diputado priísta Enrique Ku Herrera.
Tras Jiménez Godínez llegó Tomás Ruiz González, un ex priísta que durante la confrontación Gordillo-Madrazo se alineó del lado de la chiapaneca junto con Miguel Ángel Yunes y Roberto Campa, lo que le permitió no sólo presidir el partido sino además dirigir la Lotería Nacional. A su salida en 2007 la dirigencia recayó en Jorge Kahwagi Macari, hijo de Jorge Kahwagi Gastine una de las parejas sentimentales de Elba Esther.
Esto último abrió el camino para que José Cabalan Macari, primo de Kahawgi Macari fuera designado el primer presidente de Nueva Alianza en el estado, aunque no fue la única carta, el columnista Alberto Aguirre recordó en su entrega publicada en el diario El Economista que Kahwagi Macari y Cabalan Macari fueron compañeros de correrías juveniles junto con el gobernador Rafael Moreno Valle, y que fue a través de ellos que se cimentó la relación del entonces priísta con “la maestra”.
Por ello tampoco sorprende que el sucesor de Cabalan Macari como presidente estatal de Nueva Alianza sea Gerardo Islas Maldonado, quien durante la campaña de Moreno Valle fungió como coordinador general de Relaciones Públicas.
“Somos el partido de la educación, pero no un partido magisterial”, asegura en entrevista Roberto Villareal Vaylón, regidor por Nueva Alianza en el cabildo capitalino y secretario general del partido y sostiene que no hay dentro del partido ningún movimiento adherente magisterial en forma. Bueno, de hecho no tienen hasta el momento grupos o sectores en forma como los tienen otros institutos políticos como el PAN, el PRI o incluso el PRD que tienen espacios para mujeres, jóvenes, obreros, campesinos y los varios etcéteras que son “los sectores”.
En Nueva Alianza sólo hay, de momento, militancia, dirigencia y cuadros de peso político, casi todos ellos miembros del SNTE, como Aréchiga y los hermanos Alejo. Aunque, sostiene Villareal Vaylón, están en proceso de conformarlos, y con la apertura para aceptar a otros grupos siempre y cuando compartan los valores de Nueva Alianza: “La ideología principal es la educación y los servicios sociales”.
Aunque en los hechos la ideología parece ser el último elemento a considerar pues han tejido alianzas lo mismo con el PRI, PRD o el PAN, ya sea en diferentes o en una misma elección, siempre y cuando los dividendos sean cuantiosos. Y aunque formalmente no han conseguido hasta el momento ninguna gubernatura, sí han acompañado a candidatos ganadores.
Para los gobiernos estatales de Guanajuato, Baja California y Puebla formó coaliciones con Acción Nacional; para los de Campeche, Colima, Querétaro, Aguascalientes, Chihuahua, Hidalgo, Tamaulipas, Quintana Roo y Coahuila, decidió sumarse a los proyectos del PRI y del Verde Ecologista.
En 2011 apoyó en el estado de México al candidato del PRI-PVEM, Eruviel Avila, y en Michocán a la panista Luisa María Calderón Hinojosa –en este último caso y hasta el cierre de esta edición, los números del PREP mantenían arriba al candidato priísta por una diferencia de dos puntos porcentuales.
“Las decisiones en el partido las toma la militancia”… La pregunta es inevitable en la entrevista con Roberto Villarel, la respuesta un lugar común en el mundo de la política…
Y es que en septiembre pasado, en el marco del V Congreso Nacional de Educación, Gordillo afirmaba a sus agremiados: “No, señores, no hemos llegado a ningún acuerdo, ni con el PRI, ni con el PAN, ni con el PRD. Hemos llegado a una convicción, quien quiera con nosotros tiene que firmarnos”.
El discurso de la dirigente magisterial, filtrado a la reportera Martha Anaya y difundido por el periódico 24 horas, es el mismo que hace unos días ofreció a Lado B el joven regidor panalista: “Al día de hoy no existe aún ninguna coalición ni con la fuerza de este lado ni con la fuerza de este otro».
“Ha habido pláticas, ha habido intenciones de algunos miembros de Acción Nacional, intenciones del miembros del PRD, intenciones del PRI de conformar una coalición, pero somos parte de un proceso nacional, una coalición que no podemos decidir acá en Puebla, que sin duda nuestros consejeros y nosotros mismos como dirigencia damos la radiografía de cómo está la composición de fuerzas en Puebla pero es una decisión que no tomamos nosotros, que se toma en principio en dirigencias nacionales, y en el caso de Nueva Alianza es avalado por el Consejo Nacional”.
Y ese consejo aún no ha avalado la posibilidad de sumarse a la cargada de Enrique Peña Nieto en caso de que sea postulado como candidato del PRI, aunque Elba Esther lo reconoce como un personaje que se ha posicionado incluso por encima de la marca del partido.
El mensaje de “La Maestra” fue para los partidos políticos, pero también para los militantes de Nueva Alianza que ya se adelantaron y “están en la finta” de que la coalición es con el PRI, a ellos advirtió que no hay que apresurarse, pues incluso ni las posiciones políticas están dadas.
En Puebla, la distribución de candidaturas dependerá de los acuerdos a nivel nacional, entre Elba Esther Gordillo Morales y las dirigencias del PRI o Acción Nacional.
Sin embargo, algunos poblanos ya levantaron la mano para la fórmula en el Senado, confiando que la alianza sea con el tricolor –la más viable-.
A la fecha ninguno ha reconocido de manera pública su intención de participar en los comicios del primer domingo de julio del próximo año, pero algunos nombres salieron a la luz, como el de Guillermo Aréchiga Santamaría, presidente del Congreso local.
Desde el mes de octubre, el legislador emanado de las filas del SNTE, inició trabajos de gestión en la capital poblana, la mayoría relacionadas con temas educativos o apoyos económicos a estudiantes como el programa denominado “Con transporte sí lleGAS” – las tres últimas letras G, A, S, son las iniciales del nombre del diputado- a través del cual otorgó beneficios económicos de hasta 730 mil pesos a comunidades estudiantiles universitarias, que por cierto, ya votan.
Adicional a ello, el primer informe del Legislador, celebrado la semana pasada, fue una plataforma para difundir su imagen, así como el trabajo realizado en el Congreso local, que incluso fue aplaudido por el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, lo que para algunos significó un espaldarazo a sus aspiraciones políticas.
Pese a esto, algunos priistas confesaron a Lado B que la fórmula para el Senado es exclusivamente para militantes del tricolor, por lo que el aliancista tendría que buscar un nicho alterno en la Cámara Baja, entonces podría buscar la diputación federal por el Segundo Distrito federal con cabecera en Zacatlán, de dónde fue diputado en 2003.
En la negociación con el PRI, Nueva Alianza podría obtener algunos espacios para diputaciones federales, que serían buscadas por ex líderes del SNTE o por los legisladores locales Hugo Alejo Domínguez, Héctor Alonso Granados, Julio Lorenzini Rangel y Enrique Nacer Hernández, aunque los 6 diputados, incluido Aréchiga Santamaría, han asegurado que terminarán sus periodos en el Congreso local.
Aunque tampoco hay que olvidar a los aún dirigentes de las secciones 23 y 51 del SNTE, Eric Lara y Cirilo Salas que también podrían participar en algunas de las 16 diputaciones federales en juego.
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En febrero de 2006, los entonces diputados Rafael Moreno Valle, Leticia Jasso Valencia, los hermanos Hugo y Cupertino Alejo Domínguez y Jesús Huerta, estos dos ya no legisladores sino dirigentes del SNTE en el estado, y el diputado federal Guillermo Aréchiga Santamaría anunciaban públicamente su salida del PRI.
Argumentaron que la confrontación Gordillo-Madrazo y el apoyo del dirigente nacional al gobernador del estado luego del escándalo Cacho-Marin habían acelerado su decisión de dejar el PRI. Pero la idea ya se cocinaba desde antes y en el movimiento de piezas Elba Esther envió a Moreno Valle hacia el PAN para que ocupara la candidatura al senado (una candidatura que el entonces gobernador Melquiades Morales había negociado y que más tarde le fue arrebatada por Mario Marín para enviar como candidato a su amigo Mario Montero) acompañado por Leticia Jasso como suplente. En esa negociación el único perdedor fue el PAN al entregar las dos posiciones.
Si el plan había sido que la posición que dejaría Moreno Valle para lanzarse como candidato a la gubernatura era que la curul quedara en manos de Nueva Alianza, el guión se cumplió a cabalidad. Tras tomar posesión Leticia Jasso se declaró “senadora independiente”, una etiqueta que también usan Rafael Ochoa Guzmán, Rosalía Peredo, el ex convergente Francisco Xavier Berganza, aunque responden en bloque a los intereses de Nueva Alianza y del SNTE.
“Que no se te olvide, cuenta a Lado B una joven militante del partido, podrán darse de patadas debajo de la mesa, conformar sus propios grupos, pero cuando la maestra pega sobre la mesa todos se mueven en la dirección que la maestra señale”.
EL PEPO