Lado B
Sólo queremos ser humanos: educación y Patria
Por Juan Martín López Calva @m_lopezcalva
14 de septiembre, 2023
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Aquí no lloró nadie.
Aquí sólo queremos ser humanos,
darle paisaje al ciego,
sonatas a los sordos,
corazón al malvado,
esqueleto al viento,>
coágulos al hemofílico…
comer, reír, enamorarse, vivir,
vivir la vida y no morirla…1

Este viernes 15 y sábado 16 de septiembre de 2023 se celebra en nuestro país, con la simbólica ceremonia del Grito, el viernes por la noche y el tradicional desfile militar en el que participarán más de 15 mil elementos de las Fuerzas Armadas, el aniversario número 213 del inicio de nuestra Independencia y con ello, el surgimiento de México como nación.

Esta ceremonia se realizará en un momento especialmente crítico de nuestra historia: por un lado porque en las siguientes semanas y meses viviremos las precampañas y luego las campañas para elegir un nuevo presidente -lo más probable es que sea la primera presidenta- de la república y por otra parte porque continuamos metidos en una espiral creciente y al parecer imparable de violencia, de dominio del crimen organizado sobre un mayor número de regiones del país, de aumento de feminicidios y desapariciones forzadas sobre todo de jóvenes -que tuvo como hecho emblemático la desaparición de cinco amigos en Lagos de Moreno, Jalisco y la filtración de un video en el que uno de ellos es obligado a decapitar a otro, pero que sigue ocurriendo todos los días-, de un proceso de polarización exacerbada de la sociedad mexicana, de una desigualdad enorme y de una pobreza que a pesar de una leve reducción, sigue siendo una enorme herida que viven a flor de piel millones de compatriotas.

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En lo educativo, estas celebraciones se enmarcan en el inicio de un nuevo ciclo escolar en el que de manera apresurada y violando varios procesos marcados por la ley que el Congreso de la Unión actual aprobó, se instrumentará sin una amplia consulta previa y sin un proceso de pilotaje y de instrumentación gradual, con la consecuente formación docente indispensable, además de unos libros de texto con errores de contenido y diseño que han señalado múltiples expertos -más allá del escándalo entre los grupos extremistas de ambos lados del espectro político-, un nuevo modelo educativo con sus planes y programas correspondientes al que se ha llamado Nueva Escuela Mexicana (NEM).

Desde el nombre -más ideológico que pedagógico- hasta los fundamentos, discursos, métodos, programas y materiales de la NEM, el mensaje es formar a los ciudadanos del futuro en una visión comunitaria y en una conciencia de Patria que los haga trascender el individualismo y la competencia feroz del sistema de mercado global y de lo que Nussbaum llama Educación para la renta.

Pero: ¿Qué significa hoy educar para una ciudadanía comprometida con la Patria? ¿Cuáles serían los ejes centrales de una educación nacional y patriótica que no desdeñe que vivimos en un mundo más amplio e interconectado y que tenemos que responsabilizarnos de

la humanidad toda, pero que forme en el compromiso por la transformación de este país herido, violento, desigual, injusto, dividido y violento?

Desde mi punto de vista, la prioridad actual para una educación realmente patriótica y no meramente patriotera es la educación para la construcción de paz, que sólo puede darse en el marco de un sistema económico que promueva la justicia y la disminución de la pobreza y la desigualdad, de unas estructuras políticas que construyan y respeten en la cotidianidad un auténtico estado de derecho, de una cultura nacional incluyente y respetuosa de la diversidad que valore la aportación de todos y asuma este mosaico pluriétnico y pluricultural que es México, para construir una verdadera educación intercultural.

La prioridad es la superación de la violencia, la injusticia y la impunidad para construir la paz con justicia y dignidad que necesitamos. En este marco, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús están convocando al Diálogo Nacional por la Paz, que se realizará en la Universidad Iberoamericana de Puebla del 21 al 23 de este mes patrio. Se puede consultar la convocatoria en este link.

Desde mi punto de vista, hacer educación ciudadana hoy es construir educación para la paz y para ello resulta de vital importancia unirnos a iniciativas como la anteriormente planteada y a todas las ideas y acciones que nos lleven a ajustar todo lo que está desajustado en esta sociedad para poder unir lo desunido, dialogar en vez de tratar de imponer, argumentar en vez de cancelar a quienes piensan o viven distinto, luchar juntos por un verdadero respeto a la ley y por una aplicación pronta y expedita de la justicia en vez de revictimizar o ignorar a las víctimas y a sus familias.

Porque como dice el poeta guatemalteco Otto René Castillo: “aquí sólo queremos ser humanos… Recordarle la patria al desterrado/ para verlo revolcarse en la nostalgia/ Cargar un pan en una calle de hambrientos/ para que se lancen a mordernos hasta el alma/ darle cara de gallina a la miseria/ para que la pueda devorar el hambre/ darle sabor de trigo a la saliva sola/ y espíritu de leche a la tormenta…”

Pero esto no es posible “…Cuando se ha estado debajo de las sábanas viudas/ Cuando se ha visto transitar el hambre en sentido contrario/ Cuando se ha temblado en el vientre de la madre/ sin conocer aún el aire, la luz, el grito de la muertesino la sangre humana y lastimada..Cuando se ha nacido entre pañales rotos/ y cuando se ha nacido sin pañales/ Cuando nos han limpiado pulcramente el aparato digestivo/ Cuando se nos dice, comed/ comed vuestra miseria, desgraciados/ Cuando eso acontece, no es llanto lo que destilan las pupilas/ es una simple costumbre de exprimir los puños en los ojos…”

Educar en una sana noción de Patria en este país, aquí y ahora, significa educar para la construcción de paz, para comportarnos individual, familiar y comunitariamente de manera solidaria, para construir desde abajo y exigir con nuestro voto y nuestra voz hacia arriba que se escuche el clamor de todo este pueblo lastimado, de las miles de madres buscadoras, de los desaparecidos, de los “levantados”, los esclavizados que son obligados a trabajar como sicarios para los cárteles, de los que tienen que pagar “derecho de piso” para poder vender los productos que cultivan con el trabajo de sus manos y el sudor diario de sus frentes, de los que se esfuerzan día a día por ser honrados y ganarse el pan, pero muchas veces son obligados a comer su miseria y a no darle sabor a la saliva sola, a los que ya no pueden llorar porque se les han terminado las lágrimas. Escuchar ese clamor que dice: Aquí sólo queremos ser humanos.


1 Esta Educación Personalizante toma como eje el poema de Otto René Castillo, poeta guatemalteco: Sólo queremos ser humanos. Puede consultarse acá.

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Autor Lado B
Juan Martín López Calva
Doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Realizó dos estancias postdoctorales en el Lonergan Institute de Boston College. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, de la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores y de la Asociación Latinoamericana de Filosofía de la Educación. Trabaja en las líneas de Educación humanista, Educación y valores y Ética profesional. Actualmente es Decano de Artes y Humanidades de la UPAEP, donde coordina el Cuerpo Académico de Ética y Procesos Educativos y participa en el de Profesionalización docente..
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