Luz del Rayo Cano 

Una escolta personal de diez hombres armados a su servicio. 

Una camioneta blindada de modelo reciente. 

Gastos de representación ilimitados y sin necesidad de comprobación alguna. 

Entera disposición para sí y para los suyos del multimillonario presupuesto del Poder Judicial del Estado. 

Un Consejo de la judicatura “a modo“ integrado por dos juezas, una secretaria y un magistrado (Joel Sanchez Roldan) que se caracterizan por su reconocida “institucionalidad“,  que jamás se opondrían a una decisión de su Presidente. 

Todo ello tiene a la fecha Carlos Palafox Galeana, quién de ser un empleado en las administraciones de Manuel Bartlett, Mario Marín y Moreno Valle ahora -de manera francamente increíble- es titular de uno de los tres Poderes del Estado de Puebla. 

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Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas para Palafox en esa aventura. La base trabajadora de la Judicatura poblana se encuentra abiertamente en su contra por el inexplicable engrosamiento de la plantilla administrativa del Consejo de la Judicatura Estatal, ante la notoria escasez de recursos humanos y materiales de la que adolecen día a día los juzgados de la Entidad, amén de los raquíticos salarios que perciben las y los empleados judiciales a diferencia de los abultados sueldos que ganan los secretarios de Palafox y los administradores de los juzgados de primera instancia, muchos de los cuales en su vida habían tenido contacto siquiera con la función jurisdiccional. Ah, pero eso sí, hoy ya supervisan las labores de jueces y juezas de carrera y sirven de intermediarios entre estos y el Consejo de la Judicatura. 

Por todo ello cabría preguntarnos: ¿Cómo no van a estar hastiados las y los trabajadores judiciales con un Consejo de la Judicatura que prioriza la función administrativa en demérito de la actividad jurisdiccional? 

Y sinceramente se han visto muy decentes con Palafox, quien los observa con profundo desdén, como haciéndoles ver que no son iguales a él .

Y quizás tenga razón. 

Afortunadamente no son iguales a él . 

Quizás no tengan tres licenciaturas en la UDLAP ni papás notarios ni una inmensa fortuna familiar edificada al amparo de cargos públicos de primer nivel durante el priismo absoluto y el morenovallismo tiránico y hegemónico, pero son gente decente. Mujeres y hombres honestos que laboran hasta 16 horas diarias en un juzgado con tal de llevar pan a su mesa. 

Esos trabajadoras y trabajadores judiciales alzaron su voz ante un obeso e ineficiente Consejo de la Judicatura mantenido en demérito de la administración de justicia.  

Ahora, se han empezado a formar mesas de diálogo de una comisión de las y los inconformes con Carlos Palafox, quien burlonamente les ha ofrecido -de entrada- un irrisorio aumento de mil pesos al mes personal y un estímulo único durante el mes de mayo al personal sindicalizado. 

Esperamos que los empleados judiciales no acepten tan insultante propuesta hasta no lograr que todos los Secretarios de los juzgados y Salas de la Entidad perciban los 35 mil pesos mensuales que ganan los secretarios de la recién creada Sala Constitucional  (y por favor explíquenle a Palafox que hace un jefe de causas porque el señor Consejero Presidente de la Judicatura con su sedicente Doctorado en Derecho parece ignorarlo) y los 15 mil pesos mensuales que percibirán los taquimecanógrafos de ese bodrio jurisdiccional que fuere ideado por primera vez en el Estado de Veracruz, por Fidel Herrera Beltrán, y que tiene a la fecha un máximo de cincuenta asuntos desde su creación. 

A la par de todo esto en el Congreso Estatal ya se cocina una nueva reforma judicial que pretende acotar el poder a Palafox Galeana .

Como justicia poética, una de las encargadas de la misma es la diputada Monica Silva, a la sazón, esposa del defenestrado injustificadamente ex Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez. 

No cabe duda que – como decían los abuelos- a cada capillita le llega su fiestecita . 

Ya sin Barbosa los abogados postulantes podremos combatir libremente esa legislación notoriamente inconstitucional sin temor de pisar la cárcel ya que es el presidente o presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado quien debería presidir a la par el consejo de la Judicatura del poder judicial local, tal y como lo marca para el caso de la Suprema Corte la Constitución Federal. 

La era palafoxiana en el Poder Judicial Local pronto llegará a su fin. 

Nuevos aires soplan y huelen a cambios, hace unos días uno de los precandidatos morenistas que más fuerte suenan puso sobre la mesa el nombre del jurista Ernesto Ramirez López para sucederlo. Cosa que el foro poblano no ve mal, ya que si bien dicho letrado no tiene carrera judicial si conoce perfectamente la materia. 

Pero no todo inspira en la renovación política que implicará el cambio de grupo en el poder en el estado, pues si en algo no estaremos de acuerdo las y los abogados poblanos es en su propuesta de postular  -en lugar de Higuera Bernal- como Fiscal General del Estado al nefasto Juan Pablo Piña Kurczyn . 

Último nombramiento que -de darse- en su oportunidad combatiríamos con todo por el bien del estado.

Mientras, confiaremos en el gobernador Céspedes Peregrina a fin de que esta nueva reforma constitucional al Poder Judicial sea la excusa perfecta para darle una salida a Palafox Galeana. 

En tanto, a los empleados y funcionarios judiciales desde aquí les mando mi solidaridad y respaldo absoluto a sus justas pretensiones, aconsejándoles que no se dejen acallar por unos cuantos pesos sino que exijan un salario verdaderamente digno ya que es hora que el Poder Judicial deje de ser “el patito feo” de los tres poderes del Estado, y de poner un alto al grupúsculo de personas ajenas a la Judicatura que solo la utilizan en beneficio propio.