Lado B
Palafox en su laberinto
De manera inédita un grupo de trabajadores del poder judicial del estado han protestado durante dos lunes consecutivos por que a magistrados y a jueces se les otorgó un aumento de sueldo de un 20% y a la base trabajadora solo le prometieron ajustar su salario
Por Lado B @ladobemx
12 de abril, 2023
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Luz del Rayo Cano

Salomón es gobernador por 600 días, yo seré presidente por 4 años. Palabras más, palabras menos, eso dijo en días recientes por Carlos Palafox Galeana, quien hasta esta fecha se desempeña como Presidente del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, a sus colaboradoras cercanas. 

Muchachitas sin preparación académica pero de muy bonita figura y rostro y que tienen sueldos de 68 mil pesos al mes, siendo que su desempeño es francamente deficiente. Tan es así que todo lo que mandan a la Secretaria de Planeación y Finanzas del Gobierno del Estado le es regresado con múltiples correcciones. Vaya, ni un mugre contrato de honorarios les aprueba Finanzas, y de ahí el inmenso rezago en el pago de los sueldos a los funcionarios judiciales. 

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Evidentemente esas palabras de soberbia y altanería hacia el Titular del Ejecutivo del Estado llegaron a oídos del Gobernador Céspedes, quien siempre prudente, no hizo aspaviento alguno si no que simplemente movió la cabeza pero le quedó claro que Palafox no puede ni debe seguir en el cargo. 

Por si fuera poco, de manera inédita un grupo de trabajadores del poder judicial del estado han protestado durante dos lunes consecutivos por que a magistrados y a jueces se les otorgó un aumento de sueldo de un 20% mientras que a la base trabajadora  (de secretarios de acuerdos para abajo) sólo se les prometió ajustar sus de por sí precarios salarios para que después el titular del poder judicial estatal saliera con su chistosada de decirles a los trabajadores inconformes que “porque en 20 años no habían protestado por sus bajos salarios y ahora sí lo hacían“ y todavía remató diciendo: “Gracias por ello”, como haciéndoles ver que alguien movía los hilos de esa protesta pacífica . 

Sin embargo, Palafox no ve o no quiere ver la realidad. En redes sociales circuló la convocatoria para esta segunda manifestación de los trabajadores del poder judicial y en ella se utilizaron términos muy ofensivos para el todavía titular de la Judicatura Poblana. 

Uff, nunca en la historia de la Judicatura poblana, y vaya que la conozco, se había presentado una situación similar.

Cuáles fueron las causas de la protesta de los empleados y funcionarios judiciales?

1.- El engrosamiento de la plantilla de trabajadores administrativos con altos sueldos y desconocimiento total de la función judicial. Basta darse una vuelta al tercer piso de la casa de justicia de la once sur para poder ver que en un escritorio en donde despachaba un solo empleado ahora atienden dos o tres.

2.-  La contratación de una “influencer” con sueldo de juez siendo que ni en foto conocía ciudad judicial y que se limita a subir a redes sociales lo que va a desayunar (se rumora que su tiempo en el Tribunal ya se terminó, habrá que ver).

3.- La contratación de administradores de los juzgados civiles y penales del Estado, quienes ganan más que un juez y sólo recaban estadísticas (números de expedientes iniciados, materia, número de sentencias pronunciadas, etcétera). Trabajo que antes hacía la dirección de estadística del TSJ. 

4 .- La pomposa conversión de las direcciones generales del consejo de la Judicatura a “Secretarias “ tratando de emular al gabinete del Ejecutivo Estatal.

5.- La falta de personal en los juzgados así como la ingente carencia de insumos básicos para desempeñar su trabajo: hojas blancas,plumas, lápices, garrafones de agua purificada para consumo humano, etcétera. 

6.- Una desmedida publicidad ensalzando la figura de Palafox. Difusión que incluso Acción Nacional ya denunció ante el IEE porque al parecer Palafox busca una senaduría. 

7.- El manifiesto menosprecio a la función jurisdiccional dando prioridad a la labor administrativa del Consejo de la Judicatura. 

Las exigencias son justas, desde luego, pero se ha querido imponer una narrativa que ubica a la protesta como un movimiento impulsado por diferentes grupos y facciones del mismo poder judicial, cuando la inconformidad es notoria. Las decisiones y las imposiciones prendieron la chispa que ya de por sí se venía gestando en la base trabajadora, a través de una confabulación gestada en un elegante despacho de la avenida Juárez de la Angelópolis. Pero lo más importante no es lo qué pasó sino que dejaron que pasara.

Me explico, en las oficinas de Gobernación los órganos de inteligencia del Estado sabían de la protesta antes de que se realizara. Conocen los nombres y direcciones de los organizadores (visibles y ocultos) y dejaron que sucediera. 

Eso debería indicarle a Palafox que alguien con mucho poder no lo quiere ahí.

Ahora bien, hubo una segunda protesta este lunes 10 de abril y de igual manera la dejaron correr. Salieron a atenderla Palafox y la magistrada Margarita Gayosso porque él simplemente no puede con el paquete. 

Constitucionalmente es Palafox el titular del poder judicial y Gayosso tan sólo integra una de las Salas del Tribunal Superior de Justicia, es decir, ejerce funciones jurisdiccionales y es una presidenta sin poder alguno. ¿Entonces, para que llevarla? Algunos columnistas afirmaron que fue como una muestra de paz entre ambos togados . Yo difiero con ese punto de vista. Palafox se sabe ajeno a la judicatura. En su vida ha dictado una sentencia y por ello necesitaba a alguien que si es del Tribunal para apaciguar los ánimos. 

Lo bueno es que ya en un escritorio está el nombre de quien va a sucederlo. Le doy tres tips de quien puede ser: 

  • Es Doctor en Derecho
  • Es abogado de Carlos Slim; y 
  • Está elaborando la contrarreforma del Poder judicial ya que no es posible que exista un consejo de la judicatura obeso y con altos sueldos de gentes inexpertas y una función judicial con salarios de abogados de 5 mil pesos al mes, y sin ni siquiera tener papel o toner para imprimir las resoluciones judiciales. 
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