“El miedo a la locura es la última barrera que debes vencer. Las mentes heridas son infinitamente mejores que las sanas. Una mente atormentada es creativa. Hace dieciocho años, al regresar de la guerra con Soupault y Aragon, nos preocupamos por las secuelas de la batalla en la mente y descubrimos que el automatismo en el arte podía ser no solo curativo sino creativo”.

Elena Poniatowska, Leonora.

Alonso Rojas Cruz

Basada en la vida de Leonora Carrington, Leonora trata la historia de esta gran representante de las artes plásticas mexicana, nacida en Gran Bretaña, en Lancashire, en 1917 y fallecida en México en 2011. Leonora es una de los máximos exponentes del arte surrealista, escultora, pintora, escenógrafa. El libro de Poniatowska es una versión libre de su biografía. 

Narrada en tercera persona, esta novela relata la vida de una mujer rebelde, de carácter sensible al arte. Nacida en una cuna privilegiada, se rebeló contra las imposiciones familiares y la educación convencional brindada a las mujeres de su clase social, las cuales eran educadas para el matrimonio. Desde pequeña se supo distinta a los demás, tenía un mundo propio lleno de seres fantásticos y criaturas sobrenaturales. 

La moderadora de esta sesión del Círculo de lectura de LADO B fue Itiziar Aretxaga, vasca de nacimiento, mexicana por adopción —como ella misma se define—. Investigadora del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) en México y profesora de Astrofísica. 

Así pues, Aretxaga comenzó la sesión dejando claro que, en el Círculo de lectura: “Todos [y todas] podemos aportar algo aunque no seamos expertos en literatura”.

La Elena de Poniatowska: libre y con un sentido de desarraigo

La obra escrita por Poniatowska, afirma la moderadora, no sigue secuencialmente la vida de Carrington y tampoco refleja íntegramente sus acciones, pero tiene gran inspiración en los hechos de su vida. No se trata, pues, de una historia alusiva; Elena escribe directamente sobre Leonora “una aproximación libre”, comentó una de las participantes del Círculo, “sobre la vida de una artista fuera de serie”.

Por su parte, la moderadora señaló que es muy tentador decir que el libro trata la vida de Carrington, lo cual está lejos de la verdad, pues es una interpretación de la vida de Carrington desde los ojos de Poniatowska.

Uno de los temas principales en la obra, argumentó la moderadora, es el desarraigo, por ejemplo, el desarraigo a su estrato social, a su familia, a su tierra, etc. La moderadora sostiene que libros como Leonora “sirven para reflexionar cuánto de nuestra modernidad se debe a estos movimientos de migración y pensamiento del arte”; muestra, a su vez, qué hace a México una nación cosmopolita. 

Sobre el desarraigo, otra integrante afirma: “Al final de su vida aparece la depresión y empieza a preguntarse si ha tomado el camino correcto al exiliarse en México, donde se hace más patente la añoranza a la tierra que la vio nacer y, de alguna manera, de esta doble identidad que la acompaña siempre, como británica y mexicana de adopción”.

Leonora, comentan los y las integrantes del Círculo, se rebeló contra los prejuicios de su clase social y contra la rigidez de sus padres (la relación con su padre siempre estuvo llena de turbulencias). Fue una mujer que rompió sus nexos con toda religión e ideología para reclamar el título de mujer libre, tanto en la vida íntima como en el arte. Desde muy pequeña se mostró como alguien extravagante y soñadora; nunca quiso ser esa niña de sociedad que se casaría lo más pronto posible, y por eso escapó. Ella vuelve a hacer uso de su libertad al pintar. Leonora fue trazando su vida y haciéndola como le venía en gana.

De lo anterior se puede observar que la libertad es otro de los temas centrales del libro. Esto se relaciona con el arte surrealista de Carrington, pues como mencionó una de las asistentes del Círculo de lectura, “en el surrealismo los artistas buscaban revelarse contra lo tradicional, desarrollando el arte desde el inconsciente, con ganas de confrontar al mundo”. Leonora da a sus imágenes esta libertad para expresarse, como se aprecia en el momento en que su madre la cuestiona de dónde viene su afán por pintar, y ella sólo responde que los personajes suben solos a la tela.

“Estás equivocada, mamá, soy un caballo disfrazado de niña”

Es observable el simbolismo, mencionó una de las integrantes del Círculo, de las personas que se movían alrededor de ella y cómo ella las transformó y las dio a conocer en cada una de sus obras. La protagonista de la novela de Poniatowska se trata de una giganta de la vida, sostiene la moderadora, y de las artes, trascendió a través de su trabajo y de su propia vida. Ahora bien, con respecto al evidente pensamiento feminista de la artista, la moderadora señala que este es una consecuencia de esa libertad que abraza desde un principio. 

Sobre esta libertad, una integrante del Círculo compartió: “Desde el inicio de su vida, Leonora vivió llena de deseos por hacer cosas distintas, se relevó ante todo y lo logró, vivió a su modo, a su aire, a su tiempo, no importando su cuna ni el lugar del que provino, fueron sus deseos los que satisfizo”. 

Leonora tuvo una agitada relación con el pintor Max Ernst. Él la llevó a adentrarse al mundo del surrealismo, y a conocer en París figuras como Dalí, Duchamp, Bretón y Picasso. El que Ernst fuera enviado a un campo de concentración hizo enloquecer a la artista. No se puede dejar de mencionar la importancia de Remedios Varo (pintora surrealista, escritora y artista gráfica española), quien es para Leonora como una tabla de salvación para su salud emocional; el libro da muestra de la riquísima interacción entre ambas pintoras, mencionó la moderadora.

Un dato curioso, compartió Aretxaga, es que Leonora Carrington murió el 25 de mayo del 2011 y la primera edición de esta novela salió en febrero del 2011, por tanto, esta novela no cubre los últimos días de su vida, pero abarca la mayor parte de la obra creativa de Carrington.

Elena y Leonora

Las y los participantes del Círculo calificaron la prosa de Poniatowska como una mezcla entre el periodismo y la ficción. Elena Poniatowska es una autora consagrada de la literatura mexicana, de la literatura en lengua hispana y la literatura universal. Sobre ella aparece escrito en la edición de Seix Barral de su novela Leonora, de pluma de Octavio Paz: “Ella misma se ha convertido en un personaje literario (…) logra esa clase de musicalidad que lleva, esa cosa alada, cierta, como poética que observamos en su lenguaje”.

Para algunas y algunos miembros del Círculo, la mezcla entre el periodismo y la narración poética hacen de la literatura de Elena un libro bastante entretenido. “Me gusta cómo Elena da voz a las mujeres cuando escribe; basándose en personajes reales, crea personajes muy valientes, con muchos matices”, comparte un integrante del Círculo. Elena da a la mujer un papel central en su narrativa, sin enaltecerla en nuestra sociedad, reflexiona otra de las asistentes. 

Tanto Elena como Leonora vivieron en una época de acontecimientos que generaron un cambio en la sociedad, el periodo entre la primera y la segunda guerra mundial. Asimismo, Elena Poniatowska busca mostrar el lugar que tiene la mujer en la sociedad de su época. Elena era aristócrata, la llamaban “La princesa roja”, mencionó la moderadora, pues siempre se identificó con las luchas de izquierda en favor de las y los desfavorecidos por el sistema. Se liga así la infancia de Poniatowska con la de Carrington, pues ambas se rebelaron contra todo un legado de su familia aristócrata.

Ambas, argumentó una de las participantes, tenían un origen muy parecido, ambas eran de familias pudientes e influyentes y por eso tenían un tipo de actitud rebelde ante estos entornos tradicionales. Esa similitud, razonó, hizo que Elena incorporara en el análisis de la vida de Leonora su pensamiento, su postura y su filosofía.

La crítica

Si bien hubo participantes que disfrutaron la prosa de Poniatoswka, también hubo personas que no disfrutaron del todo la lectura. Entre estas críticas está, por ejemplo, la duda de, al no ser una biografía sino una novela, ¿cuánto de lo relatado es cierto y cuánto no lo es? Esta pregunta abrió el debate. 

Algunos y algunas miembros del círculo se quejaron precisamente del estilo periodístico de Elena; una integrante comentó: “Comienza haciéndote interesar por el tema y una vez preso de su narrativa, comienza a introducir más conceptos, acelera el paso de la historia, pero haciendo más lenta la lectura, porque te llena de datos, fechas, nombres, que te obligan a volver a atrás, haciéndote perder el hilo narrativo (…) Elena quiere decir tantas cosas, que se confunde ella misma”.

Se trata, consideró la moderadora, de una obra “que te acerca a la pintura de Leonora Carrington, aunque te asfixia en datos de la misma Leonora (…) no da tiempo al lector de regodearse con los cuadros. Poniatowska abusa de la realidad narrada en sus novelas asfixiándote con datos que no son relevantes a la hora de crear una novela”. 

También un Círculo de pinturas

Durante el mes dedicado al libro de Poniatowska se compartieron entre las y los integrantes del Círculo pinturas de la artista, haciendo más vívida la experiencia de los y las lectoras. Al respecto, la moderadora comentó que se disfruta más el libro cuando se ven las pinturas de las que la novela habla.

“Este ejercicio que se realizó de leer más allá del libro, buscar obras, buscar otros libros y películas que hablen de Leonora o de Elena, es lo rico del Círculo de lectura”, confesó una de las participantes del Círculo, “porque entre todos [y todas] vamos viendo más allá del libro; en una lectura en solitario quizá no se te ocurriría hacer este ejercicio, se va haciendo un ejercicio colectivo bien bonito”. 

Para las y los participantes, esta es una oportunidad muy buena y divertida de conocer la obra de artistas y vincularla con la lectura que hacen.

Si quieres, puedes revisar la galería de pinturas dando clic aquí.

*Foto de portada: Cortesía