La primera reunión pública que tuvo Eduardo Rivera Pérez, luego de ganar la elección a la presidencia municipal de Puebla, fue con el gobernador Luis Miguel Barbosa, antes incluso que con la presidenta de su partido, la panista Genoveva Huerta, o los presidentes de los otros partidos que lo impulsaron, Nestor Camarillo del PRI y Carlos Martínez del PRD.
Luego vino una reunión con la cúpula empresarial, y con el rector de la Universidad Anáhuac de Puebla, José Mata Temotzin, como representante del Consorcio Universitario, el conglomerado de universidades privadas de la capital poblana.
Esas fueron las primeras reuniones del panista de la alianza Va por Puebla (PAN-PRI-PRD-PSI-PCP) con personajes no políticos, con personajes de esa masa amorfa que a veces se le llama sociedad civil, o al menos con una parte de ella, la patronal y la académica que en el espectro político se ubica a la derecha.
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Y por si hacía falta, para dejar claras sus prioridades, una semana después se reunió con el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
Un gusto conversar con el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, a quien reitero mi respeto y trabajo conjunto para corregir el rumbo. pic.twitter.com/DgbxsZllpE
— Eduardo Rivera Pérez (@eduardorivera01) June 20, 2021
Lo que no hay hasta el momento es espacio en su agenda pública para reuniones con grupos ambientalistas, de la diversidad sexual, activistas de la movilidad, ni colectivas feministas. Esos temas no están en su agenda. Ni en la de los primeros días de la transición ni en la de su campaña electoral.
De hecho, durante la campaña fue uno de los ausentes en la firma de la agenda de derechos humanos que impulsó el Consejo de Participación Ciudadana de Derechos Humanos e Igualdad entre Géneros del municipio de Puebla. Solo cuatro de las ocho personas que aspiraban a la alcaldía firmaron aquel documento.
En su construcción de acuerdos, Eduardo Rivera presentó el día de ayer lo que llamó la Comisión Permanente Por Puebla, un organismo consultivo integrado por representantes de la cúpula empresarial, del sector educativo privado y la BUAP, y con un solo asiento para un organismo no académico o patronal: los Consejos de Participación Ciudadana del municipio de Puebla, que en estos momentos es presidido por Marisa Cristina Farfán Delgadillo, una de las dos únicas mujeres en la foto que Rivera Pérez publicó en su redes sociales.
Agradezco la participación de liderazgos y representantes de los sectores sociales en la Comisión Permanente Por Puebla.
¡Juntos vamos a #CorregirElRumbo! pic.twitter.com/skqXvYerTs
— Eduardo Rivera Pérez (@eduardorivera01) June 22, 2021
De nuevo no hubo espacio para otro tipo de organizaciones o grupos o colectivos.
Unos días antes de la jornada electoral, 107 organizaciones enviaron un comunicado expresando su preocupación por la falta de apertura del entonces candidato para abordar los temas que trabajan: diversidad sexual, derechos de las mujeres, medio ambiente, desaparición de personas, educación y protección animal.
En el mensaje decían que Rivera Pérez no solo no contestó sus peticiones directas para dialogar, sino que “ha mentido públicamente diciendo que desconoce las propuestas o que no está firmando ninguna agenda, cuando él mismo ha publicado en sus redes que ha firmado compromisos con el Frente Nacional por la Familia, consejos empresariales, estancias infantiles y dos llamados pactos ciudadanos por el ambiente y la seguridad, que parecen haber emanado de organizaciones en las que participa gente que trabaja directamente para él”.
Al respecto, el politólogo Hervey Rivera dijo en entrevista para LADO B que, efectivamente, Eduardo Rivera fue arropado por grupos Provida y Profamilia: el Frente Nacional por la Familia (católicos) y la Iniciativa Ciudadana por la Vida y la Familia (evangélicos). Rivera Pérez incluso aparece en la lista de candidaturas, publicadas por Nación Provida, que “representan la defensa de la vida, las familias y las libertades”.
En su opinión, el virtual alcalde tiene el reto de atender los problemas que han rebasado al gobierno, como la inseguridad. Especialmente frente a una ciudadanía cada vez más organizada y crítica de sus autoridades.
Además, dijo que el hecho que la gente se decida por fuerzas políticas ya consolidadas muestra un cambio en el electorado mexicano, y es este el que en los últimos años ha impulsado agendas ciudadanas amplias, que incluyen también asuntos polémicos como la despenalización de la interrupción legal del embarazo. De acuerdo con el especialista, son muy pocos los políticos que se muestran abiertamente en contra de estos temas.
“No hemos visto en México una postura abiertamente en contra de estas agendas (diversidad sexual, despenalización del aborto y cannabis, entre otras)”, expresó el especialista y señaló que discursos que aseguran estar “a favor de la vida” siguen siendo ambiguos para no expresar abiertamente estar en contra de algunos temas considerados polémicos.
Hervey Rivera reconoció que sí habrá un cambio, al menos en el discurso, con el nuevo gobierno, pero en su opinión no habrá un enfrentamiento abierto como tal, sino más bien una posible cerrazón a abordar ciertos temas, por una postura conservadora del Ayuntamiento. Esto, de la mano de la nueva configuración del Congreso, donde una buena parte de las y los diputados electos pertenecen a una corriente del panismo tradicional.
Rivera Pérez tiene una larga trayectoria política, no solo como presidente municipal sino como diputado. En 2009, cuando era legislador en el Congreso local y encabezaba el grupo parlamentario del PAN, fue uno de los principales impulsores de la Ley de la Familia, propuesta por José Othón Bailleres, quien presidía la Gran Comisión del Congreso de Puebla.
En marzo de ese año se presentó la polémica reforma, que decía que “la vida humana debe ser protegida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural”, es decir, una abierta criminalización del aborto, la cual todavía sigue en la entidad.
LADO B buscó al enlace de prensa de Rivera Pérez para saber con qué agrupaciones se ha reunido y a qué agendas se ha sumado, y para confirmar si efectivamente no le había abierto las puertas a las organizaciones de la sociedad civil que lo buscaron, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
*Foto de portada: Eduardo Rivera | Facebook