Lado B
Apuntes de una elección polisémica
Por Roberto Alonso @rialonso
08 de junio, 2021
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A reserva de la repartición de las diputaciones plurinominales y los arreglos que intente hacer Morena para robustecer su peso político en la LXV Legislatura, los resultados de la jornada electoral del pasado 6 de junio dan para hacer diferentes lecturas y estimaciones. Estamos ante una elección polisémica en la que pareciera que todas las fuerzas políticas ganan algo, con excepción de los partidos que perderían su registro.

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Mayorías. El análisis de los resultados de la votación intermedia ha tenido como eje vertebrador el espacio que ocupará Morena en la nueva conformación de la Cámara de Diputados. Hoy, junto con sus aliados y de manera artificial, Morena cuenta prácticamente con una mayoría calificada (dos terceras partes) en este recinto legislativo, mientras que por sí sola, tiene mayoría absoluta (50 por ciento más uno). De acuerdo con el conteo rápido del INE, el partido en el poder y sus aliados pierden la primera y, por sí mismo, pierde la segunda. A Morena le queda alcanzar la mayoría absoluta junto con el PT y el Partido Verde, y negociar, como lo ha hecho en la LXIV Legislatura, para lograr mayorías calificadas.

Equilibrio y contrapesos. A juzgar igualmente por el conteo rápido del INE, la población que acudió a las urnas el pasado domingo optó por asegurar controles políticos en la Cámara de Diputados. En esta empresa, la coalición Va por México resultó de utilidad. Su decisión de ir en bloque y presentarse como una opción para restarle poder a la coalición gobernante y obligarla a negociar, funcionó.

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Poder de veto. En la búsqueda de un freno a las decisiones de la 4T a través de lo que se denominó voto útil, la nueva integración de la Cámara de Diputados le dio forma a un poder de veto. Juntos, PAN, PRI y PRD podrían conseguir como mínimo –siguiendo el conteo rápido del INE– 181 votos, suficientes para vetar sistemáticamente todo intento de construir mayorías calificadas. Pero también bastaría la oposición del PAN y del PRI, sin el PRD, para hacerlo con 169 votos, poco más de una tercera parte de la Cámara Baja. Morena disminuyó y la oposición aumentó.

Poder de chantaje. Un claro triunfador es el Partido Verde. En términos relativos es la fuerza política que más aumenta su espacio en la Cámara de Diputados, pasando de 11 a 48 asientos. Es cierto que la bancada de este partido llegó a ser más grande en la actual legislatura, sin embargo, en la proyección sobresale como el grupo parlamentario decisivo para que Morena y el PT logren la mayoría absoluta necesaria, por ejemplo, para aprobar el presupuesto. Así y considerando sus antecedentes, como partido bisagra puede incrementar a su antojo el costo de completar la mayoría absoluta de la 4T.

¿Oposición o bloque? A la coalición Va por México se la ha posicionado como coalición opositora, no obstante, carece de un proyecto alternativo al proceso de transformación que encabeza la 4T. En términos estrictos, se trata de un bloque legislativo de contención, que tiene el reto de trazar y concretar un proyecto opositor con liderazgos fuertes. Una pregunta determinante es si como bloque o coalición se va a mantener durante los siguientes tres años.

Las gubernaturas. En el plano subnacional, el gran triunfador es Morena. De las 15 posiciones en juego y con base en los resultados preliminares del lunes 7 de junio por la noche, Morena habría ganado 11 de ellas (Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas), a las que podría sumarse San Luis Potosí, donde a pesar de que la candidata de Morena fue desplazada a un tercer lugar, el candidato con más votos compitió con el PT y el Partido Verde bajo la leyenda Juntos Haremos Historia.

Campeche. De las 15 gubernaturas, Campeche es el único estado con final de fotografía entre tres contendientes. Si bien al momento de escribir estas líneas la candidata de Morena y el PT, Layda Sansores, llevaba una mínima ventaja con 91.7% de las actas capturadas, muy cerca de ella aparecían el candidato de Movimiento Ciudadano, Eliseo Fernández, y el candidato del PAN, PRI y PRD, Christian Castro.

La sorpresa. Sin lugar a dudas lo ocurrido en la Ciudad de México, el bastión principal de Andrés Manuel López Obrador y de la izquierda partidista. En 2018, Morena consiguió 11 alcaldías de la capital, el PRD dos y el PAN, el PRI y MC una cada uno. Para los próximos años, Morena gobernará sólo en siete de las 16 alcaldías, la alianza del PAN, PRI y PRD en ocho y el PAN solo en una de ellas.

El INE. Frente al escenario aparatoso de que el 7 de junio el instituto sería el principal afectado por los resultados electorales, particularmente por la merma en la coalición gobernante, no fue así. El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció de facto los resultados y aunque seguramente no cesará en su intención de encaminar una reforma político-electoral, esta tendrá que ser fruto de consensos, no de exabruptos.

Puebla. Pese a que es posible que Morena mantenga una posición dominante en el Congreso local y que el partido ganó la mayoría de las diputaciones federales correspondientes a la entidad, la pérdida de la capital y de municipios clave del área metropolitana representa un claro voto de castigo de las clases medias al ejercicio de gobierno de Claudia Rivera y Karina Popoca en especial, sumado al rechazo de estos mismos sectores a la figura de Andrés Manuel López Obrador.

¿Todos ganan? No, no todos. Y los que ganan, también pierden. Una elección polisémica.

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Autor Lado B
Roberto Alonso
Coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana Puebla y del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática.
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