Lado B
Potenciar el periodismo con la ilustración
La fusión entre ilustración y periodismo va más allá de integrar lo visual a un texto, se trata de contar mejor las historias y llegar a lugares a los que el periodismo tradicional no lo haría.
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
17 de diciembre, 2020
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Hacer una ilustración para un reportaje no es cualquier cosa. No se trata de hacer “el dibujo más bonito”, sino de poder explicar y trasladar lo pesado y fuerte de una historia a una parte visual, para atraer a un público más amplio, para hacer llegar el mensaje a más lugares, para traducir una denuncia en un dibujo.

Esta fue una de las reflexiones que compartieron Gogo Ortiz, ilustradora de esta casa editorial, Conejo Muerto y Mr. Power, también colaboradores del medio, y Andalusia Knoll, periodista freelance, durante el conversatorio “Ilustrar el periodismo”, organizado por LADO B y moderado por la coordinadora del área audiovisual, Marlene Martínez.

La gráfica, fusionada con el periodismo, permite contar historias que muchas veces no pueden ser contadas con fotografías, o cuya naturaleza en sí hace que no sean temas a los que las personas se acerquen fácilmente, coincidieron los participantes.

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Algo importante al momento de ilustrar el periodismo es estar cerca de la investigación y los equipos de reporteros y reporteras. Gogo Ortiz dijo que ella lee las notas antes de que sean publicadas, y así sabe de qué van los temas, para ir construyendo una propuesta visual que responda realmente al sentido del texto.

Además, aparte de la necesidad creativa y las propuestas visuales para ampliar las formas de narrar, Gogo considera que también hay personas que son muy visuales, para quienes es mucho más fácil entender y engancharse a un tema mediante imágenes, por eso es importante también crear propuestas de ilustraciones, para acercar a otras personas a los temas.

Traducir a imágenes

Para Conejo Muerto, el trabajar ilustrando investigaciones periodísticas ha sido un reto, pues no es un proceso artístico “tradicional” donde se trabaja hasta estar conforme con la pieza: “no es un tema de ego”. 

Al contrario, de lo que se trata es de trabajar hasta que funcione la idea para el producto periodístico, e implica también, como creadores visuales, salirse de las áreas de confort. 

Mr. Power coincidió en que esta labor no es una forma de dibujar, sino que se trata de “una forma de observar”. En su experiencia, mientras más contenidos se interpreten y traduzcan, va a ser más fácil entender a las audiencias y lograr establecer un lenguaje visual con el que conecte.

Justo durante el conversatorio se reflexionó sobre el acercamiento con las audiencias y, sobre todo, las nuevas generaciones que han crecido saturadas de información, con pocos hábitos de lectura, o de atención. 

¿Cómo hacer que una persona con nulo interés en los derechos humanos, la justicia o la desigualdad quiera leer una investigación periodística del tema? Es aquí donde la ilustración, lo visual, se convierte en una potente herramienta, que tendrá un mayor alcance mientras más comunicación tengan quienes investigan y quienes ilustren.

Un ejemplo de esto es la novela gráfica Vivos se los llevaron, de Andalusia Knoll, que relata la historia de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, publicada cinco años después de lo ocurrido.

Foto: @Andalalucha | Twitter

Para la periodista, si este trabajo no hubiera sido una novela gráfica, a la gente no le hubiera importado leerlo, porque ya se han publicado muchos libros del tema. Pero media década después, lo ocurrido en Ayotzinapa, sigue interesando a nuevas personas a través de la historia ilustrada. 

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“Cinco años después nadie hubiera querido leer, pero por ser una novela gráfica, algo innovadora, llama más la atención”, dijo. La novela gráfica acaba de ser traducida al noruego y está por traducirse a otros idiomas como inglés y náhuatl. El que esto esté ocurriendo, dijo Andalusia, es justamente por el tipo de formato y por ser una narración visual pues, a veces, es la parte visual la hace que llegue más lejos, a otros públicos, a otras personas. 

Por su parte, Conejo Muerto dijo que lo visual puede ser un poderoso llamado de atención a las autoridades. “Creo que la narrativa gráfica es el chile piquín en la llaga, que hace evidente lo que no se quiere mostrar de otras maneras”.

El trabajo en equipo de la fusión de investigación e ilustración logra que los proyectos periodísticos rompan sus propias fronteras, y sobre todo que tengan un mayor impacto social, concluyeron los participantes.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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