Lado B
La religión Wicca: neopaganismo y brujería
Es una tradición chamánica, mágica, y espiritual que hunde sus raíces en el mundo celta y que busca el regreso a la naturaleza y puede guiar a una persona a la sabiduría
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
02 de noviembre, 2017
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Celebración Samhain. Foto: Manuel Butron Xliquido

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

¿Qué es lo primero en que piensas cuando alguien dice la palabra brujería? Limpias en catemaco, el mal de ojo, amarres, misteriosas bolas de fuego, cultos que adoran al diablo, mujeres con verrugas que comen niños y vuelan en escobas… o tal vez pienses en Harry Potter.    

Wicca es el nombre que se le da a la religión neopagana más extendida del mundo que involucra brujas y magia, pero contrario a lo que podrías imaginar, no tiene nada que ver con adoraciones demoníacas o sacrificios humanos.  

Pensar seriamente en ser bruja en un país donde el 89.3% de la población forma parte de la religión católica es ciertamente complejo, pues aunque la quema de brujas parezca un episodio muy lejano en la historia, los prejuicios y la violencia son parte del día a día.

Yo quería ser una bruja desde que tenía 10 años. No sé de dónde vino esa idea, pero es lo de menos, lo más sorprendente era mi pasión hacia el concepto de la magia y la adivinación.

–Ya no me voy a juntar contigo porque mi mamá dice que eres una bruja y todo lo que te gusta son cosas del diablo –me dijo una amiga (o más bien ex amiga) cuando tenía 11 años. ¿Y qué esperaba? Yo me la pasaba hablando de astrología, numerología y contaba historias sobre brujas a mis amigas en el colegio católico.

Ahí supe que comunicar el gusto por la magia no parecía sensato y, educada en una familia católica aunque no devota, me creí el cuento de que la atracción por la magia era algo maligno y me traería más problemas que alegría.

Después vino la adolescencia y el desencanto no sólo por el catolicismo sino también por la religiosidad. Y según yo, fui atea muchos años, además de una escéptica por excelencia, a pesar de que muy dentro de mí, la promesa de la magia, lo oculto y lo sobrenatural eran más que un gustito por las películas y los libros de fantasía.

En México hay muchos tipos de brujas: las que en los pueblos hacen amarres o curan el mal de ojo, las que te quieren leer la mano en la 5 de mayo, las que practican la santería y consagran su práctica a los santos y vírgenes del catolicismo. Y muchas, muchas otras.

¿Y las brujas wicca? Para hablar de la religión Wicca hay que hablar primero de neopaganismo.

El neopaganismo es el conjunto de movimientos espirituales que toman su inspiración de diversas formas de religiosidad politeísta anteriores al cristianismo, y tienen en común la construcción de su espiritualidad en comunión con la naturaleza.

No todas las religiones neopaganas practican magia y cada una tiene sus particularidades. Wicca es una de las variantes más antiguas que sí practican magia y donde sus integrantes se denominan brujas y brujos.

Según wikipedia, se estima que en el mundo hay aproximadamente un millón de neopaganos. O sea que el total de neopaganos en el mundo podrían aglomerarse en la Ciudad de Puebla sin problema, donde actualmente habitan casi un millón y medio de personas.

Celebración Samhain. Foto: Manuel Butron Xliquido

Conocí a Ximena Pernas hace como cinco años. Ella vive en Puebla, es directora de una escuela de idiomas, estudia un doctorado en Sociología y hace una semana me enteré que además se asume dentro de la religión neopagana Wicca Asatrú y se formó como sacerdotisa Wicca en Alemania desde los 15 años.

–Cuando alguien escucha la palabra religión, piensa automáticamente en el cristianismo y el catolicismo. A lo mucho piensa en el islam. Hemos relacionado religión con prohibición y limitación, pero no todas las religiones son así –me explica–. Yo soy una gran defensora del politeísmo y el regreso del paganismo. Creo que la historia y la energía del mundo desde hace un tiempo nos está llevando a una recuperación de lo antiguo, que no murió ni fue saturado, sino que fue asesinado por el pensamiento cristiano.

Este regreso a lo antiguo no sólo se dirige hacia un cambio de religiosidad, sino de conductas: la búsqueda por comer más orgánico, la práctica del yoga o la meditación. Para Ximena todo esto no forma parte solamente de una moda, sino que es un llamado profundo hacia nuevas formas de espiritualidad.  

El neopaganismo se ha extendido exponencialmente sobre todo en Europa y Estados Unidos desde hace 40 años. Este movimiento religioso o espiritual es reconocido por su diversidad y tiene sus bases en la adoración de la naturaleza, tradiciones religiosas celtas y nórdicas, aunque todavía suele infravalorarse y pensarse como parte de una moda “New Age”.

Ximena me cuenta que pagano es una palabra que tiene la misma raíz en latín que paisano. Tiene que ver con quien está arraigado a la tierra y es un nombre peyorativo que originalmente le otorgan algunas religiones a todos aquellos que en sus creencias espirituales tienen como centro a la armonía con la naturaleza.

–El cristianismo tiene la característica de ser universalista, que no está atada a ningún territorio en específico. Desde su punto de vista, ellos ya están liberados de la tierra y asesinan todo lo relacionado a lo pagano, así que parte del conocimiento se perdió indudablemente.

Es por eso que la Wicca es una de las religiones neopaganas más extendidas e importantes, pues fue una de las primeras en buscar la recuperación de aquel conocimiento perdido.

Wicca, la herencia pagana europea

Hace cuatro años y después de una profunda depresión, caí en la cuenta de que necesitaba creer en algo, y siguiendo puras corazonadas decidí que iba a volver a ese punto donde me quedé a los 11 años, con el esoterismo y la magia.

Con 25 años de vida y mucho internet de por medio, ya conocía la existencia de la Wicca, aunque hasta ahora no había encontrado a nadie en Puebla que fuera practicante, así que lo dejé pasar y mientras tanto me volví una de esas personas “espiritual pero no religiosa”, que busca el contacto con la naturaleza y la conexión con uno mismo.

Wicca es una tradición chamánica, mágica, y espiritual que puede guiar a una persona a la sabiduría.

La palabra wicca es de origen Inglés Medio (es decir, de un inglés que se habló entre los siglos X y XV) que significa “Arte de los sabios”, y se refiere a una sabiduría innata en todos los individuos que proviene de la naturaleza y se encuentra en lo profundo de cada quien. Sin embargo, esa sabiduría puede estar bloqueada por una desconexión con la naturaleza a raíz de la cultura, la historia, la familia o muchos otros factores externos.

Ximena Pernas. Foto: Ambar Barrera

De acuerdo con Ximena, la Wicca es importante porque, a través de Gerald Gardner (considerado padre difusor de la Wicca a mediados de los años 50), se reconstruye el vínculo con el conocimiento perdido previo al cristianismo con otras estructuras rituales de principios del siglo XX, por lo que Wicca no es como tal una religión antigua, sino un neopaganismo.

–La wicca es una religión neopagana basada en la tierra, donde además se establecen dos deidades principales: el dios y la diosa. La parte femenina y la parte masculina. Ninguna es más que la otra, las dos se complementan, aunque hay facciones de la Wicca que son muy feministas, que sólo aceptan mujeres y que sólo adoran a la diosa. Se llama Wicca diánica.

Wicca tiene su origen en tradiciones celtas (cultura originaria de Gran Bretaña) pero se ha expandido sobre todo en Estados Unidos, donde de hecho es una religión reconocida de manera oficial. Otros países donde es una religión reconocida son España, Portugal y Puerto Rico.

Intentando rastrear la historia de la Wicca en México contacté con Alejandro Estanislao, quien vive en la Ciudad de México, es Sacerdote de la tradición Wicca y presidente del Consejo Wicca México. Él me contó que es difícil rastrear la historia pues no hay una documentación formal del movimiento en el país y no hay manera de saber cuántos practicantes más se han formado en solitario ni desde cuándo. 

En la CDMX hay varios grupos establecidos que enseñan el arte Wicca, los más antiguos tienen 15 o 17 años y su crecimiento ha sido relativamente sencillo por su similitud con las tradiciones de brujería mexicana que vienen de la mezcla entre las culturas prehispánicas y sí, la religión cristiana.

Alejandro por ejemplo tuvo su primer acercamiento con la brujería gracias a su abuela, quien era practicante de la brujería popular mexicana y le enseñó desde la lectura de cartas hasta las limpias con huevo. Y él se integró a la tradición Wicca cuando quiso estructurar su espiritualidad de manera más formal.

Este es el punto en que podemos volver al imaginario popular de la brujería en el que se piensa en magia blanca o negra y en su relación con el satanismo. Alejandro explica que Satanás es parte de la creencia católica y al ser ellos de otra religión, Satanás no figura de ninguna manera en sus tradiciones (¿Estás leyendo esto, ex amiga de la escuela católica?).

En la práctica, Ximena considera que cada grupo y cada persona dentro de la Wicca tendrá su manera particular de practicar la magia. Para ella, por ejemplo, no es necesario usar túnicas especiales o calderos (que en otros grupos sí suelen usar). Ella considera que las brujas de la antigüedad hacían los rituales con calderos porque eso era donde cocinaban originalmente, así que en el fondo se trata de volver a lo básico, de relacionarte más y mejor con lo que está a tu alrededor.  

–Estas tradiciones son tradiciones de misterios y con esto me refiero a que es algo que se cuida para que se mantenga como intacto o sagrado. El dar una parte de la información se hace con cuidado, por eso no se puede hacer a quien sea y como sea, por eso hay una iniciación que dura todo un año.

Esta iniciación es apenas un previo para convertirse en aprendiz. Ximena abrió un grupo de iniciación en julio y de trece personas ya sólo quedan cuatro.

Celebración Samhain. Foto: Manuel Butron Xliquido

En Wicca no se busca tener más adeptos (o el equivalente a la evangelización católica), simplemente existe la apertura de enseñanza para quien desea acercarse por su cuenta.

–Las tradiciones paganas tienen mucho que aportar a la sociedad, nos enseñan a reconocernos como parte de la naturaleza y a respetar a otras formas de vida –dice Alejandro–. La Wicca la encuentras tú solo, se aparece como algo llamativo para cada persona donde no son tus padres o la sociedad las que te obligan a creer en tal o cual cosa.

Cuando yo volví a acercarme al arte de la adivinación, específicamente al camino del tarot, nada más por leer cosas para aprender a interpretar las cartas, me estaba construyendo una espiritualidad por mi cuenta relacionada con la magia. Así es como muchas personas llegamos a esas llamadas “prácticas en solitario”.

Pero hay historias diferentes, en las que una conexión previa con la magia no es necesaria para decidir formar parte de la tradición Wicca.

La experiencia de una aprendiz Wicca

De formación inicialmente católica, Fabiola González quería ser monja porque tenía un impulso altruista, pero a medida que creció decidió abandonar la idea por el machismo que encontró en el sistema católico.

Después de cinco años de documentar la violencia machista hacia mujeres periodistas desde su trabajo en una organización feminista, sintió que necesitaba de un soporte espiritual que le ayudara a sobrellevar esa carga de violencia en su contexto cercano. Así fue como se acercó a la Wicca.

Al inicio, fue sólo por probar, por seguir su atracción hacia lo oculto. Incluso considera que antes de ese momento ella no tenía una historia previa con la magia.

–El primer día nos preguntaron qué conexiones mágicas teníamos, y yo dije que no he practicado nada de esto antes, estoy desligada. Y justo eso es lo que quiero, reconectarme con la naturaleza y con la magia.

Fabiola vive en la Ciudad de México y desde hace ocho meses emprendió el camino de iniciación en la Wicca.

–En este tiempo he descubierto que la magia sí existe. Me ha ayudado en momentos de crisis, como una especie de contención y también para entender los episodios fuertes o trágicos de mi vida.

Samhain, la celebración para honrar a los muertos

¿Conoces la historia sobre el origen de Halloween? El Halloween tiene su origen en tradiciones vikingas o celtas. Es decir, tiene la misma raíz que la Wicca.

Yo no soy Wicca ni he pasado por la iniciación (decisión que ahora puedo replantearme al conocer a más personas neopaganas). Desconozco mucho sobre la magia y tiene muy poco que salí del clóset sobre mis prácticas solitarias con el tarot y otros rituales intuitivos esotéricos.

La historia de Ximena, Alejandro, Fabiola y la mía, son muestra viva de lo ecléctico que puede ser el neopaganismo y la Wicca en la práctica, sin embargo, en todas las partes del mundo estamos más cerca de rituales paganos de lo que podríamos imaginar.

Celebración Samhain. Foto: Manuel Butron Xliquido

En realidad, la celebración a los muertos en estas fechas (finales de octubre, principios de noviembre), se repite en distintas culturas antiguas. Basta con revisar el origen del Día de Muertos mexicano, que no es más que una recuperación mestiza de una tradición prehispánica, es decir, una tradición pagana.

La Wicca tiene celebraciones a lo largo de todo el año en relación con las estaciones de la naturaleza y el 31 de octubre se celebra Samhain, el día que se marca como final de la temporada de cosechas en la cultura celta y considerada también como el día del año nuevo celta.

Es un hecho que es en estas fechas que el otoño ya ha actuado lo suficiente sobre la tierra y las plantas se marchitan o se secan. El clima se vuelve frío y los días son más cortos, por lo tanto, inicia la época más oscura del año.

Ximena explica que para las personas en la antigüedad, esto significaba tener la última cosecha del año, la última cacería y prepararse para pasar en casa los meses más duros, en los que la naturaleza muestra lo vulnerables que somos los seres humanos.  

–Es visible que la naturaleza muere y por eso también se honra a los muertos, a los ancestros. Se dice que este es el dia en que los velos entre los dos mundos (el de vivos y muertos) están más tenues y los espíritus están más presentes. Se pueden hacer preguntas a los ancestros y honrar el linaje del que venimos. También para hacer rituales para dejar vicios o cerrar ciclos.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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