Integrantes de la Asamblea Feminista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), conformada por estudiantes, informaron que las alumnas que denuncian violencia son revictimizadas y sus procesos son obstaculizados por personal directivo de la misma facultad.
En entrevista con Cimacnoticias, una integrante de la Asamblea Feminista de la Facultad que pidió el anonimato por seguridad, explicó que a partir de la publicación del “Protocolo para la Atención de casos de Violencia de Género” en la UNAM, han dado seguimiento a 6 casos de alumnas que decidieron denunciar a sus agresores.
[quote_right]De acuerdo con la Asamblea Feminista, tanto la directora de la facultad de filosofía y letras de la UNAM, Gloria Villegas Moreno como la secretaria general, Luz Fernanda Azuela Bernal, obstaculizan los procesos de denuncia[/quote_right]
En todas, indicó, destaca la resistencia y falta de sensibilidad del personal directivo que las atiende, pero para las activistas, no es por falta de capacitación toda vez que, aseguraron, personal del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) instruyó en el tema a directivos de la facultad.
La Asamblea Feminista dijo que tanto la directora de la facultad Gloria Villegas Moreno como la secretaria general de la misma, Luz Fernanda Azuela Bernal, obstaculizan los procesos de denuncia y protegen a los agresores sobre todo cuando se trata de personal docente, incluso cambiaron de clase o área a las alumnas que denunciaron sin ninguna medida cautelar para ellas mientras se investigaba al agresor.
Quienes reciben las denuncias cuestionan a las víctimas con preguntas que tienden a minimizar o hacerlas sentir culpables ¿no estás exagerando en tu testimonio? les dicen, o también con comentarios que tratan de normalizar la violencia como “seguro te quiere mucho o está enamorado de ti”, “¿no estarás confundida?”.
En uno de los casos, le entregaron a la denunciante una carta con el resolutivo de la Universidad en donde omiten el nombre del agresor “para proteger su identidad” mientras que a ella la enviaron con el psicólogo, el agresor no recibió sanción alguna, denunciaron las activistas.