Lado B
Soy reportero, pero no tengo credencial
Cuando los jóvenes me cuentan emocionados que han incursionado en el mundo reporteril bien porque están haciendo prácticas profesionales o han sido contratados por un medio de comunicación, pero éste no les ha acreditado con una credencial, casi me da el patatús.
Por Susana Sánchez Sánchez @
10 de abril, 2016
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Susana Sánchez Sánchez

[dropcap]C[/dropcap]uando los jóvenes me cuentan emocionados que han incursionado en el mundo reporteril bien porque están haciendo prácticas profesionales o han sido contratados por un medio de comunicación, pero éste no les ha acreditado con una credencial, casi me da el patatús. Pienso en algunos improperios para ese medio, para el dueño, para el jefe de información y para el responsable de recursos humanos. Reporteros sin credencial, ¡vaya bronca!

Sacarle la chamba a un medio de comunicación, en calidad de reportero, fotógrafo o camarógrafo, con pago o sin pago de por medio, debería implicar que el medio asuma la responsabilidad de aquellos que le sacan el trabajo, acreditándolos debidamente, ¡mínimo!

¿Por qué la credencial es vital?

  • Aunque lo ideal es que un periodista pase desapercibido, para ingresar a instituciones o a algunos eventos, es necesario que el reportero, el fotógrafo o el camarógrafo se identifique con su credencial de trabajador del medio de comunicación al que representa.
  • Ayuda a que no entren falsos periodistas a eventos que estaban destinados específicamente para la prensa. Nunca faltan los que a sabiendas de que algunos medios no dan acreditación o algunas instituciones no piden las credenciales, se dicen reporteros y hasta se anotan en las hojas de registro.
  • Aunque para campañas políticas o jornadas electorales, algunas instituciones (partidos políticos o las sedes del instituto electoral, por ejemplo) suelen acreditar previamente a la prensa, nunca está de más que los reporteros lleven la credencial de su empresa para realizar su trabajo (en una de esas pierden la acreditación de prensa del evento, pero llevan la credencial de su empresa y podría ser más probable que les den acceso).
  • Hay bibliotecas o archivos históricos donde no basta con presentar la credencial de elector, en algunas ocasiones también hay que mostrar una credencial educativa o laboral… a veces ese pequeño detalle hace la diferencia para que la biblioteca o el archivo de permiso para consultar documentos restringidos.
  • Cuando hay cercos para impedir el paso a los ciudadanos comunes y corrientes que por más que sean curiosos o lleven su cámara fotográfica de aficionados, no tienen la credencial de una empresa periodística que los avale para tener el chance de brincar ese cerco. Ser periodista tiene sus ventajas, la primera es que tienen acceso a información de primera mano, ¿pero sin respaldo institucional de sus empresas, sin credencial, cómo le hacen?

También hay que decir que están los reporteros que cuentan con credencial, pero hacen mal uso de ella, por ejemplo, los periodistas que tienen automóvil y cuelgan su credencial de prensa en el espejo retrovisor para que la grúa no se lleve su auto, aunque ellos no estén precisamente en un evento periodístico sino más bien en uno personal; o los que para pasar a un lugar, al que no van en calidad de reporteros, camarógrafos o fotógrafos, muestran su credencial para poder pasar. En el gremio periodístico a esas prácticas se les conocen como la charola, pues para entrar a eventos u obtener algún beneficio personal, muestran su credencial de periodista.

Mientras tanto, los reporteros, fotógrafos o camarógrafos que trabajan para un medio de comunicación informativo y no tienen credencial (por la pura desidia de su empresa), pasan por varias peripecias cuando deben mostrar su credencial, ¿y qué creen? ¡pues no entran! -O ¡quién sabe!, quizás sea una modernísima cuestión administrativa aquello de no dar credencial, con el fin de que los trabajadores demuestren la madera de ser periodistas (léase con sentido irónico); algo similar con poner a las personas tres meses a prueba para ver si les dan el trabajo y con ello las empresas se ahorran desembolsar tres meses de pagos.

Si algunas empresas (pequeñas, medianas o grandes) no les dan ni credencial a sus trabajadores, ya ni pensar si les otorgan contrato laboral, esos trabajadores ni a hoja de confirmación de movimiento para darse de alta en el seguro social han de llegar.

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