Hay más delitos y menos denuncia, sostiene el Observatorio Ciudadano

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Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Aunque desde hace meses el gobierno de Rafael Moreno Valle ha festinado la reducción de las cifras en los indicadores del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNPS), hay pruebas de que el número de denuncias que registran los ministerios públicos no reflejan la realidad de la delincuencia que opera en el estado, o se trata de cifras que son maquilladas.

El comparativo de la tasa de incidencia entre las cifras que ofrece el SNSP y las estadísticas que recoge la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (Envipe) ofrece dos tendencias distintas que se cruzan en dirección opuesta al optimismo de las autoridades locales.

Así, mientras que el SNSP muestra que el crecimiento en las denuncias registradas en las agencias del MP tuvo su tope en 2012, y comenzó a descender al año siguiente, las cifras de la Envipe –encuesta a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)- muestran que los mayores picos en la incidencia delictiva en la primera mitad del sexenio se registraron en el 2011 y en el 2013, es decir que lejos de reducirse, el número de delitos va al alza.

Las cifras de la encuesta explican en su radiografía de la seguridad pública estatal, que las autoridades lejos de atacar la problemática y reducir los hechos delictivos lo que han logrado en esa primera mitad del sexenio es reducir la confianza en los cuerpos encargados de la seguridad, pues se ha incrementado la cifra negra, esto es: el número de delitos que aún cuando se denuncien no se investigan, o de plano ni se denuncian.

De acuerdo con el reporte más reciente de la Envipe, presentado en el 2014 con cifras que corresponden al 2013, en ese año, justo a la mitad del sexenio, no sólo se reportó el mayor número de actos delictivos: 1 millón 248 mil, es decir 2.3 actos por minuto, de estos sólo 71 mil 039, el 5.7 por ciento, fueron registrados como Averiguaciones Previas; además es el año con el porcentaje de cifra negra más alto desde el inicio del sexenio con 94.3 por ciento.

Con esas cifras, Puebla se ubicó en el séptimo lugar a nivel nacional entre entidades con el mayor porcentaje de cifra negra, sólo superado por Guerrero, Estado de México (en donde las cifras de incidencia delictiva también han sido maquilladas según documentó el reportero Humberto Padgett en el portal sinembargo.mx), Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Guanajuato.

En términos absolutos, en 2013 un millón 177 mil actos delictivos no fueron investigados por la autoridad, y de estos los que menos se denunciaron fueron la extorsión, el robo en calle o transporte público, y el robo de autopartes.

¿Más o menos homicidios?

En abril de 2014, el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana, Roberto Campa Cifrián, y el gobernador Rafael Moreno Valle celebraban la disminución de los índices delictivos en la entidad.

De acuerdo con el boletín que reprodujo El Sol de Puebla, “entre 2012 y 2013, Puebla redujo en un 28 por ciento el número de homicidios dolosos y, de acuerdo con las cifras emitidas el día de ayer por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), la cifra de homicidios en los primeros trimestres de 2013 y 2014, pasó de 139 a 75, dio a conocer el subsecretario de Participación Ciudadana del Gobierno Federal, Roberto Campa Cifrián, quien confió en que gracias al esfuerzo del gobierno estatal, Puebla se convertirá en una de las entidades más seguras del país”.

Si la valoración de la realidad se limita a las cifras que el gobierno de Moreno Valle entrega al Sistema Nacional de Seguridad Pública, entonces el homicidio doloso parece contenido en Puebla.

[quote_box_right]En términos absolutos, en 2013 un millón 177 mil actos delictivos no fueron investigados por la autoridad, y de estos los que menos se denunciaron fueron la extorsión, el robo en calle o transporte público, y el robo de autopartes.[/quote_box_right]

De acuerdo con esa estadística, 2011 fue el año pico en los homicidios dolosos, aquellos que son premeditados y con agravantes. En ese año, Puebla registró 619 Averiguaciones previas relacionadas con homicidios. Es decir que se reportaron prácticamente tres casos cada dos días. Y de ahí la curva desciende, para 2012 fueron 578 las AP, y para 2013 la cifra llegó a 428 casos.

En tanto que las cifras del Inegi, tomadas de la serie “Estadísticas de defunciones generales” que a su vez toma la información de los certificados de defunción que emite el médico tratante o médico legista, según sea el caso, y utiliza como fuentes el Registro Civil, las agencias del Ministerio Público o las Procuradurías de los estados, muestran una realidad diferente en esos tres años:

Homicidios dolosos

Las diferencias en ambas fuentes es notoria, pues la tendencia del Inegi es completamente opuesta a la del SNSP, pues mientras la primera es ascendente la segunda es descendente.

Así, para el año 2011 el Inegi reporta 440 homicidios, para el siguiente año la cifra sube a 465, y para el último año las víctimas llegan a 560, en ningún caso se alcanzan los datos reportados por la PGJ al gobierno federal, pero como se observa los datos van en contrasentido a lo reportado por las autoridades estatales.

Más delito menos denuncias

En octubre del año pasado, el Observatorio Ciudadano de Puebla ponía de manifiesto que de acuerdo con la Envipe en Puebla en el 2013 se registraron más delitos y menos denuncias, y que en ese año el incremento en la incidencia delictiva con respecto al año previo fue de 18.1 por ciento.

Mientras que el 2012, de acuerdo con el Inegi, es el año de la primera mitad del sexenio con el mayor porcentaje de delitos denunciados que sí se convirtieron en Averiguaciones Previas: 61.1 por ciento.

A principios de sexenio, cuando comenzó el repunte de los índices delictivos en el estado, uno de los principales argumentos con los que las autoridades quisieron explicar la situación fue que había más confianza en ellas para realizar las denuncias, es decir, no que es hubiera más delitos, sino que había más denuncia e investigación al respecto.

Las cifras del Inegi revelan que ese argumento sólo pudo ser aplicado, tomando como parámetro las denuncias y las averiguaciones previas, en el primer año del sexenio, cuando 156 mil ciudadanos tramitaron su denuncia y 86 mil 647 la convirtieron en Averiguación Previa, pero en el 2013 una justificación de ese tipo no tiene cabida, pues los datos señalan que en ese año el 39.3 por ciento de las 126 mil 490 no llegó a materializarse en una Averiguación Previa. Eso sin contar que, como ya se dijo, en 2013 se registró el mayor porcentaje de cifra negra y el mayor número de delitos en la primera mitad del sexenio.

¿Y cuáles son las razones por las que la gente no denuncia? La encuesta del Inegi revela que en 2013 el proceso de denunciar en Puebla puede ser muy largo y engorroso pues en el el 34.9 por ciento, prácticamente uno de cada tres, se requirieron más de cuatro horas para completar el proceso. Mientras que en estados como Baja California o Chihuahua sólo en el 10 por ciento de los casos el proceso fue tan largo.

De hecho, en ese año la entidad se colocó como el octavo estado con el mayor porcentaje de denuncias que requirieron más de cuatro horas para completarse. En ese año, a nivel nacional la posibilidad de que se recuperaran los bienes o se consignara al delincuente fue de apenas el 10 y el 7.5 por ciento. Eso explica que en más del 50 por ciento de los casos en los que no se inició denuncia, los ciudadanos argumentaran que es “una pérdida de tiempo” (31.4 por ciento) y hay “desconfianza hacia la autoridad” (21 por ciento).

Tiempo promedio de denuncia (porcentaje de casos)