Reversible

@ReversibleMx

El 7 de diciembre de 2013, los artistas Mr. Poper y Tadeo Cervantes se pintaron todo el cuerpo de rosa, el color asociado culturalmente a la feminidad, escribieron en sus espaldas la palabra PUTO y, sin soltarse de la mano un solo momento, caminaron por el centro histórico de Puebla y realizaron un ritual transgresor al interior de tres de los templos católicos más tradicionales de la ciudad: San Francisco, La Compañía y la Catedral.

“Ataque terrorista a la Iglesia o fiesta pagana al cielo del placer”, como los artistas titularon su pieza, se llevó a cabo como una protesta contra la homofobia/lesbofobia/transfobia que reina aún hoy en la ciudad de Puebla, motivada, según consideran, por la doble moral católica, pues “aunque no seas católico estas construyen tu identidad como poblanx”.

Al interior de los templos, cerca del altar, Mr Poper y Tadeo trazaron un círculo de brillantina rosa mientras repetían un texto que imitaba a manera de sátira un rezo católico en el que hacían un llamado a todxs los señaladxs por su condición sexual.

“Convoco  a este altar a los maricas insurrectos, a las lenchas aplastadas, a las trans muertas, intersexuales marginadas, a los jotos despreciados y a las personas señaladas por su condición de transgresión”.

Y para las personas que inevitablemente les dirigieron miradas de odio, de asco, de reprobación, los artistas también tenían unas palabras:

“Toda persona que nos ha blasfemado, vomite flores. Que nos ha señalado, se le enchueque la mano, aquelles que han profanado nuestro cuerpo dañándolo o matándolo, les condenamos a que el furioso clítoris del corazón satisfecho y el patrono contra la eyaculación precoz les juzgue y les niegue el acceso al cielo del placer”.

La razón de llevar a cabo una acción de esta magnitud en una ciudad como Puebla se debe, dicen los artistas en el dossier electrónico con el que registraron su pieza, a que sólo poniendo sus cuerpos en un espacio donde inevitablemente serán rechazados, se podrá visibilizar de manera frontal una problemática que siempre ha sido ignorada: el odio.

“Es una manera de regresar todo el odio acumulado de nuestras identidades”.