Alejandro Badillo

@alebadilloc

Quizá la primera imagen que viene la mente cuando se menciona al escritor suizo Robert Walser (1878-1956) es la de su cuerpo caído en la nieve, en la noche de Navidad, a unos metros de la clínica psiquiátrica en la que se había recluido desde 1929. Otra referencia son los Microgramas, textos de tamaño diminuto que escribía obsesivamente en papeles sueltos. Si atendemos a estas referencias podríamos pensar en obras atormentadas, vistazos a una mente extraviada y llena de claroscuros. Jakob Von Gunten, novela publicada por Walser en 1909, quizás sea congruente con la vida extravagante de su autor y, sin embargo, se aleja de los estigmas que suelen acompañar a los escritores ermitaños, outsiders de la sociedad y sus convenciones. Jakob Von Gunten es una mezcla de varios estilos: una novela de iniciación, un alegato a favor de la libertad, una alegre crítica sobre la educación. Página tras página fluye una energía vital, un placer por la invención que, por momentos, es difícil de relacionar con un Walser sumido en la penumbra de un hospital psiquiátrico.

Jakob Von Gunten cuenta su historia a manera de diario aunque las entradas no tengan fecha. A pesar de que el diario sugiera una estructura lineal, un registro que lleve puntual cuenta de los días, nos encontramos ante una mezcla anárquica de elementos: ideas, opiniones sobre los compañeros del colegio, esperanzas para un futuro que se ve a veces cerca y a veces lejano. En cada párrafo hay una intención muy clara de reflejar lo instantáneo de un pensamiento, un seguimiento en tiempo real de lo que pasa por la cabeza del protagonista. Walser, adelantándose a Joyce, Woolf y otros autores vinculados con el “fluir de conciencia”, logra con esta breve novela no sólo transmitir palabras e imágenes, sino simular un aparente desorden, una elaborada conciencia que, a cada momento, tiene destellos de ingenio y poesía para el lector. Aquí hay una especie de sinfonía en la que sus componentes son continuamente renovados o llevados al límite. Un ejemplo claro: Jakob Von Gunten basa su discurso en lo que le ha pasado y, también, sigue la línea de sus imaginaciones y fantasías que se ramifican hasta tener vida propia, robarle un pedazo a la realidad. Jakob Von Gunten –sin duda revolucionaria para su época dominada por el realismo y el análisis social– fue el inicio de una carrera literaria que encandiló a autores como Elías Canetti, Robert Musil o Franz Kafka.

Ediciones Siruela, 3era edición 2009.

Traducción de Juan José del Solar

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