San Pedro Cholula, Puebla 08-09-2013.
Los festejos religiosos en la pirámide de San Pedro Cholula datan de tiempos prehispánicos, en ella se veneraba al Dios Quetzalcoatl (serpiente emplumada). Tras la conquista española se construyó una capilla dedicada a la Virgen de los Remedios en la cima de la edificación piramidal.
El primero de septiembre (fecha de inicio de la feria de San Pedro Cholula) se considera el día del “santo” de la Virgen de los Remedios y el ocho de Septiembre (último día de los festejos) está dedicado a Chiconauhquiáuhitl (diosa de los nueve vientos), patrona del barrio de Santa María Xixitla y fecha en la que se cambian los “bastones de mando” de esta localidad.
Al coincidir las fechas y lugares de los festejos de estas dos deidades se logró que la población se acercara los templos donde se profesaba una religión desconocida que llegaba de otras tierras.
En una de las explanadas de la pirámide, se pueden apreciar danzas referentes a la época prehispánica, unas veinte personas bailan con vestimentas inspiradas en los conocimientos que tienen acerca de los rituales ancestrales de la región. Los conocidos como “concheros” utilizan pieles de animales, penachos con plumas, taparrabos, se atan a los pies sonajas hechas con semillas secas mientras bailan alrededor de quienes dirigen la ceremonia usando caracoles marinos, tambores de piso y otros instrumentos musicales.
En la explanada superior, se ubican los “Panzones” muñecos hechos de cartón y papel de china (en esta ocasión tres) los cuales están sobre una estructura metálica armados por varias partes con distintas figuras móviles que giran por el impulso de cohetes de pólvora. Durante la quema de la pirotecnia los “panzones” liberan manzanas que guardan en su interior. El profesor Rogelio Tenorio nos relata que esta tradición reemplaza a la prehispánica donde se sacrificaba a una persona durante el cambio de mando en los calpulis de Xixitla.
Es complicado reconstruir los hechos del pasado teniendo en cuenta que se transforman al paso del tiempo, lo que fue se mezcló con lo que llegó del exterior formando así algo nuevo, único en continua renovación. Año con año podemos notar diferencias en este tipo de tradiciones, pero la constante es la capacidad de las creencias para reunir a miles de personas a convivir.
EL PEPO