De acuerdo al conteo rápido dado a conocer por el presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita, la mayoría de los mexicanos decidió nuevamente regresar al pasado. Dos sexenios en los que el PRI no tuvo el poder, fueron suficientes para que el PAN, con los gobiernos de Fox y de Felipe Calderón; le abrieran la puerta al tricolor otra vez. La conducción de los gobiernos panistas fueron desastrosas y por ello los ciudadanos los situaron en el tercer lugar en el país, de acuerdo al conteo rápido.

Finalmente, el candidato de las televisoras aparentemente fue el ganador y el PRI regresaría por la puerta grande. No sabemos si 70, 60 o cuántos años más tendrán que pasar para que de resultar ganador Peña Nieto, el PRI gobierne México.

Ese viejo adagio de “más vale malo por conocido que bueno por conocer”, nos parece que es lo peor para el país.

Finalmente, la historia de corrupción priísta regresa y la responsabilidad es de los ciudadanos que votaron en ese sentido, olvidando todos los agravios que el PRI cometió al abusar del dinero público como lo hizo en diferentes momentos con distintos presidentes que saquearon al país, gobernadores, presidentes municipales. En fin, no vamos a contar otra vez la historia, pero queda documentado que la corrupción, la privatización de Pemex y los agravios serán recurrentes.

Ya no esperemos que México cambie, es el destino de un pueblo sin memoria y sin la esperanza de un mejor futuro para las generaciones por venir.

No es pesimismo, es saber que las irregularidades, la compra de votos, la corrupción  que nunca terminó con Felipe Calderón, seguirán en el país.

Y recordamos a Denisse Dreser, cuando dice que para ella que la consideren antipriísta es un piropo, pensamos lo mismo.