Redacción

En la segunda Feria Cultural del Libro de la Universidad Iberoamericana ciudad de México, “La paz también se construye con libros”, se reunieron los escritores Paco Ignacio Taibo II, Eduardo Antonio Parra y Víctor Ronquillo, quienes hablaron sobre el papel de la literatura como herramienta para comprender la espiral de violencia que afecta al país.

A partir de esta actividad cultural y de promoción al libro y la lectura, que continúa hasta el 27 de abril, la Ibero busca contribuir a la sociedad con ideas y propuestas para poder explicar por qué el país experimenta la complejidad de la violencia y la pérdida de valores que dañan la dignidad humana.

En este sentido, en el Auditorio Ernesto Meneses de esta casa de estudios, el escritor y periodista Paco Ignacio Taibo II aseveró que en la medida en que el país se oscurece y se vuelve más complicado en un contexto de violencia, la literatura policiaca se enfrenta a la necesidad de dar respuesta al “ruido mediático” que aparenta acción e interés, pero ofrece menos información real, “que ha permitido al gobierno mexicano eludir y transparentar lo que está ocurriendo”.

Dijo que la literatura policiaca no tiene obligaciones de cumplir en el momento en que ocurren los hechos con el imperativo categórico del «deber ser», sino que debe esperar a que la historia repose para que el escritor pueda narrar las «grandes historias» sobre el narcotráfico, o desde el periodismo se mantenga una relación crítica con la realidad.

En este sentido, el autor de El Álamo: una historia no apta para Hollywood, adelantó que algún día dará su respuesta al problema de la violencia y el narcotráfico en México, a partir de la construcción de una novela que aún guarda en un “clóset”.

Refirió que la novela policiaca en México se consolidó, gracias a que los escritores de este género se preocupan por el lector, porque además de que lo entretienen, lo informan.

En tanto, el escritor y ensayista Eduardo Antonio Parra coincidió con el escritor Paco Ignacio Taibo II en que la literatura necesita algo de tiempo para comprender lo que ocurre en el mundo social, para luego trasladarlo a la novela policiaca, por ejemplo, a partir de la organización de los hechos, que por un lado, permitan al lector suponer que es posible recuperar el orden en el caos, y por otro, dar la sensación de que por lo menos la literatura se acercó a la comprensión del fenómeno.

El autor de Juárez. El rostro de piedra afirmó que las novelas sobre la guerra contra el narcotráfico surgirán hasta la próxima década, ya que la historia de México es una historia de violencia y de crímenes, porque a los mexicanos “no nos convencen las historias de amor porque los tiempos de paz son aburridos”.

Sin embargo, en este contexto de lucha contra el narcotráfico, asegura que no existe como tal un género “narco novela” o “narco literatura”, sino “narco reportajes”.

Ante esto, el escritor y periodista Víctor Ronquillo reviró al considerar que la literatura no puede esperar a que la historia repose, “considero que hay una urgencia periodística, literaria y filosófica de escribir para comprender la realidad y lo que genera esta perversión de valores en la que nos encontramos”.

Destacó que en muchos de sus libros de carácter periodístico, en torno a la injusticia y la violencia social, ha utilizado a la literatura para comprender lo que ocurre, para ir más allá de las evidencias palpables en textos como Las muertas de Juárez, Nosotros, los otros, Ruda de corazón: el blues de la mata viejitas, La Fortaleza o Saldos de guerra: las víctimas civiles en la lucha contra el narcotráfico, por mencionar algunos.