Del polideportivo de Xonaca entra y sale gente, la mayoría con shorts y chanclas, con ropa de calor; abren la reja para ir a las tiendas cercanas y conseguir comida o cobijas: son cerca de 600 migrantes de Centro y Sudamérica que fueron movidos desde Tapachula hacia Puebla, en situación irregular. Nadie sabe cuánto tiempo estarán ahí ni qué pasará con ellos y ellas.

Pese a reportes ciudadanos circulando en redes y de vecinos cerca del lugar, al momento de esta publicación, ninguna fuente oficial ha aceptado que las condiciones dentro del polideportivo —donde una mujer dio a luz en el jardín, afuera del inmueble al pie de un árbol, el martes 7 de diciembre— no son las idóneas para que vivan cientos de personas, entre las cuales hay al menos 50 menores de edad.

También puedes leer: México inició una ruta aérea para expulsar a miles de migrantes

Tanto el personal de seguridad que cuida el polideportivo y quienes trabajan en el recinto dijeron no tener detalles de cuántas personas hay, ni cuánto tiempo estarán ahí. Este miércoles 8 de diciembre al menos 40 migrantes salieron en camionetas del Instituto Nacional de Migración (INM) con rumbo desconocido; el mismo día llegó otro grupo de cerca de 40 migrantes más al polideportivo.

Los integrantes del Seminario Fronteras, Migraciones y Subjetividades del Casa Presno Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades «Alfonso Vélez Pliego» (ICSyH – BUAP) acudieron este miércoles al polideportivo y recopilaron testimonios de los migrantes trasladados de Tapachula hacia Puebla, señalando que esta acción se llevó a cabo sin una ruta para regularizar a los migrantes ni un plan de atención humanitaria.

A muchas de las personas que llegaron desde el 4 de diciembre les prometieron que las visas humanitarias saldrían en horas o ese mismo día, pero hasta ahora la mayoría siguen en la incertidumbre.

Foto: Olga Valeria Hernández

Este medio pudo comprobar que, efectivamente, son cientos de personas, principalmente de Haití, así como de Guatemala, Nicaragua, Honduras, Venezuela y Cuba, las que están dentro del polideportivo. Pese a que entran y salen cuando quieren, muchas no quisieron hablar con medios argumentando que fue lo que les dijo el personal del INM.

Un migrante entrevistado por LADO B dijo que hay sólo cuatro personas de las oficinas migratorias encargadas de los trámites para las visas humanitarias temporales de todos los que están ahí. Además, él y otros más, así como vecinos que han ido diario, refirieron que hay sólo 250 colchonetas (más de la mitad duermen en el suelo), que no tienen cobijas y que muchos niños y niñas tienen tos por las bajas temperaturas de las noches.

También puedes leer: Mujeres en mudanza, migrantes haitianas expulsadas de las patrias

El Seminario de la BUAP emitió un comunicado donde hace un llamado urgente tanto al INM como a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y a la sociedad en general a visibilizar y atender cuanto antes la situación de los cientos de migrantes en Puebla capital.

Opacidad y silencio

Personal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla (CDH) estuvo también presente en el lugar. Mediante su enlace de prensa, la institución refirió que la situación “está muy tranquila, las personas pueden entrar y salir, las embarazadas las trasladaron al hospital para atención médica, les han brindado alimentos, agua, cobijas térmicas, colchonetas, hay varios migrantes que han pedido tarjeta de ayuda humanitaria. Nadie ha presentado una queja”.

La dependencia encargada del tema es el Instituto Nacional de Migración (INM), que directamente no ha dado informes pues refirió que se debe pedir todo mediante un oficio escrito. Asimismo, se contactó al enlace de prensa federal, que hasta el momento no ha respondido cuál es la versión oficial para conocer cuántas personas hay, cuál es su estatus migratorio y qué pasará con ellas.

Foto: Olga Valeria Hernández

Pese a que no hay certezas reales para las y los refugiados en México, en los últimos años el gobierno federal ha promovido diferentes programas que pretenden, en teoría, dar asistencia a las personas desplazadas que han ingresado al país en busca de asilo. La Secretaría del Bienestar, por ejemplo, en 2020 lanzó el Programa para Personas en Emergencia Social o Natural que supuso el apoyo a 2 mil 965 personas procedentes de América Latina, el Caribe y África entre los meses de enero y noviembre, dándoles un empleo temporal con un ingreso quincenal de 2 mil 550 pesos mientras tramitaban su regularización migratoria.

Por otra parte, en 2021 las autoridades mexicanas se mostraron incapaces para recibir y atender las necesidades de las personas que ingresaban por la frontera sur en busca de refugio, especialmente provenientes de Haití. Esto se aprecia en la publicación “Tema Migratorio 231121” , en donde el propio INM recopiló las publicaciones de diversos medios nacionales que documentaron cómo es que ante la desorganización de instancias como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el alto número de personas solicitantes de asilo, se canceló el programa de asistencia que buscaba llevarles a diferentes puntos del país para asistirles en su trámite.

También puedes leer: Registros oficiales solo cuentan desaparición de 43 migrantes en México

De acuerdo con el Seminario Fronteras, Migraciones y Subjetividades, este traslado de Chiapas a Puebla forma parte de una estrategia del gobierno federal para reubicar a las miles de personas que durante los últimos meses se han quedado varadas en Chiapas, huyendo de la violencia de sus países. Sin embargo, no hay claridad respecto a qué responde esta llegada masiva, que no tiene que ver con las caravanas de migrantes que cruzan el país.

*Con información de Ray Ricárdez y Román Huerta

**Foto de portada: Olga Valeria Hernández