Las fotografías y carteles con los rostros de las personas desaparecidas son una de las herramientas más poderosas que tienen las y los familiares para obtener pistas de sus seres queridos. Al ver las fotos en las calles, en las fichas de búsqueda, en las lonas o en los carteles, las personas se les acercan y les dicen: tengo información de tal, o la vi en este lugar, o conozco a alguien que puede decirte qué le pasó y dónde está, o llaman a los teléfonos para dar alguna esperanza. 

Así, el domingo 5 de diciembre, integrantes del colectivo “Voz de los desaparecidos” y tres familias más colocaron las fotos de sus seres queridos en dos árboles frente al palacio municipal en el zócalo, simulando una suerte de árbol de navidad donde las esferas eran las caras de quienes faltan, en una actividad a la cual llamaron “Árbol de la esperanza” y que hicieron por tercer año consecutivo.

Sin embargo, el 6 de diciembre el Ayuntamiento de Puebla desapareció por segunda vez a más de cien personas, al retirar las fotografías de los árboles donde las familias las habían colocado. 

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El colocar las imágenes es para el colectivo, tal y como compartieron durante la jornada el domingo y en la movilización del lunes por la tarde —que comenzó a las 3 de la tarde—, un acto pacífico de memoria pero también una manera de poder encontrar a quienes buscan. 

Y es que las fichas de búsqueda no son sólo papeles: representan la presencia de las y los ausentes, representan uno de los pocos recursos (y uno de los más potentes) para que los que faltan sean encontrados.

No por nada lo primero que hacen las autoridades es hacer la media filiación, es decir, un cartel con la señas particulares de una persona reportada como desaparecida, para difundirla tanto virtual como físicamente. Las Fiscalías hacen eso, las Comisiones de Búsqueda también, y principalmente las familias empiezan sus búsquedas así: primero hablando a los conocidos, preguntando en los últimos lugares donde fueron vistos, y después repartiendo y pegando carteles por todas partes.

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En palabras de Saulo Moreno Ospina, Maestro en Artes visuales por la Universidad Javeriana de Colombia y autor de la tesis “El sentimiento de la ausencia en el cartel de desaparecidos”: “El cartel, pese a ser una imagen efímera y débil, se multiplica en muchos espacios de la ciudad y da cuenta de unos personajes que nos comunican una realidad que supera nuestra imaginación. Estas imágenes luchan por multiplicarse sobre los postes e interconectar la ciudad a través de una red de escaparates de carteles; escaparate desde donde los retratos batallan por definirse y alojarse en la memoria de quienes los observen. Es una disputa entre la memoria y el olvido, que tiene como campo de batalla la ciudad”. 

Cerca de las once de la mañana las familias se dieron cuenta que personal del ayuntamiento había retirado las fotografías, todo a partir de un video circulado en redes sociales. Y a los pocos minutos se confirmó: efectivamente los árboles estaban vacíos.

Foto: Olga Valeria Hernández

Los dos frondosos árboles son de los menos altos del zócalo, tienen una copa muy ancha y además están colocados a un lado de las letras multicolor de “Puebla”, punto de atención de casi todos los turistas y visitantes que van a tomarse la fotografía del recuerdo. Las familias no pudieron evitar preguntarse si el remover las fotos tendría que ver con que las autoridades no quieren que se sepa y se diga que en Puebla también hay personas desaparecidas.

Poco después de la una de la tarde trabajadores del municipio buscaron a “Voz de los desaparecidos” para tener una mesa de diálogo a las dos de la tarde, la cual duró casi una hora. 

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Al salir, representantes del colectivo dijeron que el Ayuntamiento dijo que había sido un error y se comprometían a poner todo nuevamente como estaba, para lo cual tardaron casi dos horas durante las cuales al menos 20 familiares esperaron con paciencia.

No sólo hicieron esperar al colectivo, sino que además, al momento de esta publicación, faltan 26 fotografías. Las imágenes del llamado “Árbol de la esperanza” no eran las fichas de búsqueda tradicionales, pues mandaron a hacer unas especiales donde insertaron motivos navideños como esferas doradas, haciendo alusión a la temporada del año. Esa época, dicen las familias, es de alegría para todo mundo, pero para ellas y ellos nunca más puede ser un motivo de festejo porque alguien sigue sin regresar a casa.

Al terminar la reunión, el colectivo dio un mensaje a los medios diciendo que el que el Ayuntamiento se hubiera retractado y hubiera vuelto a colocar las fotografías, respetando el espacio, era un triunfo de toda la sociedad y la movilización.

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Finalmente personal del municipio se disculpó públicamente con las familias, que esperan que las imágenes se queden colgando de los árboles hasta el ocho de enero, y que Puebla deje de negar a sus desaparecidos.

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández