Lado B
En defensa del INE
Por Roberto Alonso @rialonso
13 de abril, 2021
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En medio de pleitos y divisiones internas, Morena decidió iniciar la campaña electoral descalificando al árbitro. Desde la óptica de su dirigente y del candidato que defienden como si simbolizara a pie juntillas los principios de la Cuarta Transformación, el Instituto Nacional Electoral (INE) busca afectar sistemáticamente a este partido. Señalan en específico a un par de sus consejeros, a quienes destinan sus embestidas, aunque el daño afecta a toda la institución.

No es este un alegato acrítico. El INE no es una institución perfecta y muchas de sus decisiones han quedado lejos de ser ejemplares, particularmente aquellas que tienen que ver con la tarea de fiscalización de los recursos utilizados en las campañas. Sorprende, por ejemplo, que esta institución se haya hecho de la vista gorda ante la sobrerrepresentación que hubo en las dos anteriores legislaturas y hoy, finalmente, salga a la salvaguardia de la cláusula constitucional que la limita a un ocho por ciento por encima del porcentaje de votación nacional obtenida.

Es cierto, sí, que en otras legislaturas el porcentaje de sobrerrepresentación fue significativamente menor al que hoy tiene Morena en San Lázaro, no obstante, tanto en 2012 como en 2015 se violó igualmente el precepto constitucional y no hubo tal activismo de parte del INE, algo que tal vez hubiera evitado la sobrerrepresentación actual.

Por ello, por los límites establecidos para el presidente en sus mañaneras en torno a los temas sobre los que pronunciarse puede poner en peligro la equidad de la contienda, por la intención de suspender la transmisión íntegra de las mañaneras a través de radio y televisión, y por retirarles la candidatura a la gubernatura a Félix Salgado Macedonio y a Raúl Morón de los estados de Guerrero y Michoacán, respectivamente, el partido en el poder ha decidido erosionar al árbitro.

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El año pasado, como presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado condujo un importante proceso de designación que desembocó en la elección de cuatro nuevos consejeros y consejeras electorales. Nueve meses después, el hoy dirigente de Morena intenta modular las incendiarias declaraciones de Salgado Macedonio contra el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, a quien llamó cabroncito” y amenazó con acudir a su casa con miras a recuperar su candidatura.

Pasaron unas cuantas horas para que el propio aspirante a la gubernatura de Guerrero atajara el tono de su discurso, pero no así su firme determinación de contender a como dé lugar por la gubernatura de Guerrero bajo las siglas de Morena. Sin candidatura, declaró el político acusado de violencia sexual por cinco mujeres, no habrá elecciones en dicha entidad.

Que este personaje opine que el INE actual debe desparecer no confirma sino su carácter impulsivo y arrebatado. Lo preocupante es que sea esta la perspectiva del partido con mayoría en la legislatura que está por concluir y, según se ha pronosticado, posiblemente también en la legislatura que está por iniciar.

Los ciclos existen también en las instituciones. Hace apenas siete años, el entonces IFE se transformó en INE y un año después el IFAI se transformó en INAI, en ambos casos para dotar a estos organismos con autonomía constitucional de nuevas facultades y atribuciones como parte de una mirada de mayor alcance. Sin embargo, lo sensato es que esto sea resultado de una deliberación pública, abierta y, en el caso del órgano electoral, tras la culminación de un proceso electoral.

Con tal cantidad de responsabilidades que ha venido acumulando no por cuenta propia, sino como resultado de reformas electorales que responden a la realidad histórica de nuestro país, el INE merece ser repensado. Esto no solo es válido, es necesario de cara a cuidar una institución que, así como ha llenado páginas oscuras, también ha favorecido la normalidad democrática en el plano electoral: unos ganan, otros pierden, los que pierden luego ganan y los que ganan no ganan para siempre.

Descalificar esta institución desde la tribuna presidencial y la campaña del partido con mayor peso político en el país a fin de debilitarlo en pleno proceso electoral, ya sea como estrategia para una victimización que redunde en beneficios políticos o para culparle por no mantener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, equivale a anular el juego.

Tiene razón la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al recordar la importancia de que el árbitro sea neutral y discreto. Tiene también razón el presidente del INE al replicar que ser discreto no quiere decir ser omiso ante las violaciones a la ley. Acierta la primera al pedir, encendidos los ánimos y en defensa del INE, que las diferencias se mantengan dentro de la legalidad y el respeto a las instituciones.

 

*Foto de portada: @mario_delgado | Twitter

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Autor Lado B
Roberto Alonso
Coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana Puebla y del Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática.
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