Sahiye Cruz Villegas es una artista visual, radicada en San Luis Potosí, cuya obra confluye entre la realización de cortometrajes y material fotográfico, concretamente los autorretratos.

En estos últimos, aunque se muestra a sí misma, lo hace siempre disfrazada de algún personaje a quien representa de forma satírica. Más que la vestimenta, la cual es sólo una parte complementaria, las expresiones faciales de Sahiye son las que hacen que de golpe nos identifiquemos con el Papa Francisco, Donald Trump o el Chapo Guzmán. 

No se trata de una caracterización en su totalidad, sino un guiño a la otredad: al mismo tiempo que vemos a un hombre con poder, veamos a Sahiye detrás, reclamando su presencia en el retrato. 

Así, pues, cuando su salud comenzó a mermar, Sahiye Cruz encontró en el disfraz, además de una forma de expresión artística, una forma de vida, una forma de afrontar su situación. 

Contrario a lo que podría pensarse, el disfraz, según  Miajil Bajtín, despoja a quien la usa de esa otra máscara que son los roles sociales, y revela aspectos más reales de cada uno de nosotros. Por ello, tal vez, muchos artistas han encontrado en la implementación del disfraz un medio para mostrar trabajos más sinceros.

Para Sahiye, su relación con el disfraz inició hace 4 años, cuando tomaba clases de autorretrato con Pablo Martínez Zárate, en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Sahiye cuenta que le costaba demasiado trabajo concebirse a sí misma siendo la imagen principal en una fotografía, debido a la relación que mantenía con su cuerpo.

“Yo no estaba muy agusto con mi cuerpo, soy una mujer grande y mi cuerpo incomoda a otras personas. Por eso opté por disfrazarlo”.

Foto: Sahiye Cruz Villegas

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Comenzó por disfrazarse de personajes como Livine Mertens; “el gordo”, de El Gordo y El Flaco; y de Alfred Hitchcock.

“Eran personajes que se adaptan a mi complexión física, entonces yo me sentía más cómoda para autoretratarme […] Después otra maestra vio las fotografías y me dijo que tenían potencial. Y con ese proyecto me titulé de la maestría”.

Posterior a ese proyecto, Sahiye fue desarrollando más obra en la que la figura central era ella con sus disfraces, cada vez más políticos (como el Chapo, Duarte, Trump) y entonces desarrolló las series En memoria de mí y Nacida Sin Falo, las cuales fueron presentadas en el Agora Gallery de Nueva York. 

En el caso particular de Nacida Sin Falo, Cruz Villegas menciona que “se trata de la construcción de una narrativa visual que busca invadir el espacio de los cuerpos patriarcales (como el Papa, Agustín Carstens, el Chapo Guzmán…), desde mi propio cuerpo de mujer, cuya anatomía no corresponde a los cánones de belleza femenina construidos para un ojo masculino, y evidenciar la fealdad de esas forma masculinas, de su símbolo falocéntrico y de su función sistémica”. 

El alcance del disfraz

Foto: Sahiye Cruz Villegas

En noviembre de 2018, Sahiye Cruz comenzó a padecer severos problemas de salud, relacionado con el funcionamiento renal. Para diciembre de 2018, la situación fue tal que comenzó a necesitar hemodiálisis 3 veces por semana, y poco a poco, se comenzó a hacer la idea, según el diagnóstico médico, de necesitar un trasplante de riñón. 

Como decía al inicio, los disfraces y las máscaras parecieran ocultar nuestros verdaderos rostros, pero también ponen de manifiesto una parte importante de lo que somos. 

Así, Sahiye comenzó a acudir a las hemodiálisis disfrazada, ahora de personajes femeninos de ficción, como La mujer del leño, de Twin Peaks, y Lisbeth Salanders, de Los hombres que no amaban a las mujeres.

“Es un proceso difícil [las hemodialisis] pues tu cuerpo va cambiando. Entonces disfrazarse es una manera de decir que no me está pasando a mí, no voy siendo yo la que está cambiando”. Sin embargo, refiere Sahiye que en el proceso, surgió también un efecto de reconocimiento. 

“También supe, al ver mi cuerpo cambiar, que al disfrazarme volvía a sentirme yo, que por mucho que mi cuerpo se deteriorara, el disfrazarme hacía reconocerme, seguir siendo yo”.

De igual manera, en el disfraz, Sahiye encontró el vehículo para poder solventar una situación difícil que vive actualmente por la pandemia por COVID-19. 

“Aparte de ser docente, yo solvento mis gastos haciendo sesiones fotográficas; pero a raíz de la contingencia sanitaria, pues ya no pude seguir realizando esto”. 

El costo de una hemodiálisis para Sahiye equivale a mil 400 pesos, mismas que se realiza 3 veces por semana. Por otra parte, Cruz Villegas está a la espera de un trasplante de riñón que pueda mejorar su estado de salud. 

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Para solventar estos pagos, Sahiye Cruzdecidió disfrazarse de un personaje que ha admirado por mucho tiempo: Guillermo del Toro.

Foto: Sahiye Cruz Villegas

En un video difundido en su cuenta de Twitter el 23 de junio, Cruz, caracterizada como el cineasta mexicano, le ofreció intercambiar algunas obras a cambio de su apoyo monetario. Del Toro, quien se ha caracterizado por apoyar distintas causas –ya sea para que jóvenes continúen con su educación o no interrumpan sus tratamientos médicos–, vio el mensaje de Sahiye Cruz y le realizó una donación de mil dólares.

Sin embargo, los gastos continúan y Sahiye Cruzse encuentra tratando de contactar a galerías de arte para vender su obra. 

Aparte de Guillermo del Toro, Sahiye Cruz se reconoce admiradora de múltiples artistas que la han influenciado en su obra, tales como Cindy Sherman, Ana Mendieta, Enrique Metinides, Daniela Ebrick, Fernando Brito, Teresa Margoya y Lady Gaga. De esta última, espera lograr algo parecido que con Del Toro.

“Ahora mi reto es que Lady Gaga vea un video mío, caracterizada como ella, pues sé que es una persona noble y que ayuda a quien necesita”, mencionó Cruz Villegas a LADO B. 

Para conocer más de la obra de Sahiye Cruz puedes consultar en este enlace.o contactarla a través de sus redes sociales: Facebook: sahiye.cruzvillegas; Twitter: sah_ye e Instagram: sahiyecruz.

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*Foto de portada: Sahiye Cruz Villegas