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La educación rural en los tiempos del coronavirus
Ante la pandemia, hacen falta estrategias para no acrecentar las diferencias de acceso a recursos educativos por parte de los estudiantes
Por Ibero Prensa @
06 de mayo, 2020
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Dr. Diego Juárez Bolaños | Prensa Ibero

En un contexto nacional de cierre de instituciones educativas debido a la emergencia del coronavirus, han salido a relucir las enormes inequidades del sistema educativo nacional. El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, anunció el programa Aprende en Casa, mediante el cual se aspira a que los estudiantes continúen trabajando con contenidos curriculares desde sus hogares y así no pierdan el ciclo escolar.

Sin embargo, este programa está apoyado en el trabajo mediante recursos tecnológicos tales como tabletas, computadoras, teléfonos celulares y televisión. Lo anterior desconoce la limitada disponibilidad de esos recursos en buena parte de los territorios rurales: en 22% de los hogares se cuenta con alguna computadora, 47% de sus pobladores tienen acceso a internet y 58% a telefonía celular (Mejoredu, 2020).

Por lo tanto, la situación actual nos obliga a pensar estrategias que permitan, por un lado, no acrecentar las diferencias de acceso a recursos educativos por parte de los estudiantes del sistema educativo, y por el otro, dejar de entender a la educación como sinónimo de escolarización.

En relación con el primer punto, las acciones dirigidas a los alumnos del medio rural para que puedan atender algunos contenidos del currículo nacional, podrían seguir algunas consideraciones:

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La educación rural en los tiempos del coronavirus

Foto: CEA – MOPE

1) La diversidad de los contextos rurales: mientras que, para una parte de la población rural las opciones de estudio a través de recursos tecnológicos puede ser una alternativa viable al contar con su acceso permanente en sus hogares, para otra parte de los habitantes rurales tal disponibilidad puede ser ocasional y costosa (a través de los negocios que ofrecen el acceso a computadoras e internet), mientras que para otra parte simplemente no es una alternativa real. Por lo tanto, los recursos que ofrezca la SEP deben ser variados y tomar en cuenta tal heterogeneidad.

2) Los recursos educativos que oferten las autoridades (ya sean tecnológicos o impresos), serán sólo un medio. A veces parecería que la existencia de tales recursos, por sí mismos, serán suficientes para garantizar los aprendizajes, cuando lo más relevante serán los contenidos y actividades a los que se puedan acceder y trabajar a través de esos recursos.

3) Revalorizar la importancia y el potencial de los Cuadernos de Trabajo a través de los cuales los alumnos pueden desarrollar actividades de manera independiente a partir de la revisión de ciertos contenidos. México tiene una importante trayectoria en la producción de tales materiales, específicamente en la Telesecundaria y en las escuelas comunitarias atendidas por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Sin embargo, el diseño y elaboración de los Cuadernos de Trabajo prácticamente se han detenido desde hace años. Basta recordar que la serie más importante de esos materiales los construyó Conafe a finales de la década de los ochenta, y que buena parte de las Telesecundarias continúan trabajando con el Plan y Programa de estudios 2006. Tales materiales serían de enorme utilidad, no sólo para estos momentos, que obligan al trabajo autónomo por parte de los estudiantes del medio rural, sino de manera cotidiana cuando se reabran las escuelas.

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