Terrenos en peligro por el gasoducto Morelos en Nealtican y Papaxtla. Marzo 2015
Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Los tubos del Gasoducto Morelos están enterrados desde 2014 en varios municipios de la zona de alto riesgo volcánico en Puebla. Pese a las manifestaciones, la resistencia, pese al atlas de riesgo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) concluyó esa parte del proyecto. Ahora sólo queda esperar.

Desde el 29 de agosto, LADO B pidió una entrevista con el presidente municipal de Juan C. Bonilla,  Filemón Aguilar Rodríguez, municipio donde pasa la polémica obra, para preguntarle por el estatus de las obras, su planeación y el manejo de recursos del mismo. A la fecha de la publicación de esta nota no ha habido respuesta. Tampoco hubo suerte con el edil de Calpan, Leonardo Lázaro Jiménez.

La Agrupación por una Organización Comunitaria Integral (Acocil A.C.) que ha llevado el tema del Gasoducto en la región de las Cholulas y Atlixco, dijo en entrevista que aunque el gasoducto está concluido no ha empezado a funcionar porque la termoeléctrica de Huexca, que forma parte del Proyecto Integral Morelos (PIM), está detenida gracias a la resistencia de los ejidatarios de Apatlaco, Morelos. Faltan escasos 400 metros para que se termine de construir el acueducto que llevará agua a la termoeléctrica y la resistencia sigue. La CFE violó las medidas cautelares que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó, y no ha podido completar la construcción.

Los integrantes de Acocil mencionaron también que un problema es que el 1% o 2% del gas se iba a dar a las empresa que lo quisieran. Para que funcione también necesita ramales a las empresas, y no hay ramales. Y el principal lugar donde se tiene que depositar el gas tampoco está funcionando.

Construcción de Gasoducto Morelos en Puebla. Mayo 2014
Foto: Mayra Guarneros

La A.C. dijo además que la empresa Abengoa está en un proceso de reestructuración económica y quiebra, y por los retrasos del proyecto el costo se elevó más de tres veces. Aún no han podido concluirlo porque necesitan más dinero para la ingeniería del conflicto –los gastos que implica querer comprar a los ejidatarios con obras, etc.–, y al final parece ser que no hay tantos clientes. El precio del gasoducto pasó, de acuerdo a Acocil, de 175 millones de dólares a 414, y todavía con la obra inconclusa. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) evidenció también un atraso de dos años en las obras del gasoducto, en su análisis de la cuenta pública de 2014.

Aunque la etapa de construcción ya acabó, lo que sigue ahora es el funcionamiento en sí de la obra. Nadie sabe exactamente qué pasará cuando finalmente se eche a andar el gasoducto, pero el gobierno de San Pedro Cholula hizo un Atlas de Riesgo por la presencia del proyecto y su cercanía con el volcán, mismo que presentó este año.

En otras zonas de la entidad donde pasa el gasoducto han continuado las protestas. A finales de agosto de 2016 en San Isidro Huilotepec, Atlixco, se hizo un peritaje del amparo 1881/2014 que interpusieron habitantes de cuatro comunidades. En la diligencia, a la que fueron peritos del Juzgado Octavo de Distrito, se encontraron varias fuentes de riesgo. Según reportó el diario La Jornada de Oriente, uno de los focos rojos es el trazo irregular de los ductos –que no son rectos–, aunado a que se desconoce la profundidad en la que están los tubos en muchos lugares, lo que implica un peligro al hacer excavaciones y utilizar maquinaria.