Lado B
La memoria fragmentada de Laura Bonaparte
"Es una película que yo quise hacerle a mi abuela y porque quería hablar de la memoria, ya que siento que en México en este momento nos falta mucho hablar de ese tema"
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
09 de septiembre, 2015
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Documental
Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Una mujer se encuentra en una biblioteca leyendo documentos, cartas y viendo fotografías de una mujer altísima, delgada y de sonrisa radiante. Las fotografías son de los años 50, 60 y 70 y se le ve radiante. En la siguiente escena aparece esta mujer a los 85 años, con arrugas profundas y un tic de frotarse la mano izquierda con la derecha, el pelo totalmente gris y blanco, aunque aún con una sonrisa dulce.

Una de las primeras preguntas al ver el documental de “Tiempo Suspendido” de la argentina Natalia Bruschtein es ¿Quién es esa mujer que detrás de su mirada parece albergar una larga e intrigante historia de vida? ¿Quién es Laura Bonaparte?

El documental “Tiempo Suspendido» se proyectó este miércoles 9 de septiembre inaugurando el 2do Unifilmfest (Festival de Cine Universitario de Puebla) en la sala 13 de Cinépolis Angelópolis. La directora Natalia Bruschtein estuvo presente en la función para hablar del documental sobre su abuela, una de las Madres de Plaza de Mayo.

La historia de Laura

Laura Bonaparte fue ama de casa hasta que su tercer hijo cumplió once años, ella decidió estudiar psicología, lo que la llevó a involucrarse en ciertos movimientos sociales, como cuando era más joven.

En 1975, durante uno de los episodios más sangrientos y oscuros de Argentina, durante la dictadura, hubo muchos secuestros y desapariciones de mujeres embarazadas que al dar a luz, entregaban sus hijos en adopción de manera clandestina y a las mujeres las torturaban y asesinaban.

[pull_quote_right]Es una película que yo quise hacerle a mi abuela y porque quería hablar del tema de la memoria ya que siento que en México en este momento nos falta mucho de ese tema. No sólo en los 60 o 70 sino que en los últimos años ha habido más de 24 mil desaparecidos.[/pull_quote_right]

Una de las hijas de Laura, que apenas rebasaba los 20 años y recién había tenido a su primer hijo, fue secuestrada cerca de su lugar de trabajo. Así comenzó la lucha y la búsqueda de Laura como una Madre de la Plaza de Mayo.

Laura fue de las primeras en abrir un juicio contra los militares y el gobierno de peronista, eso la puso en la mira tuvo que huir a México. Ella se fue con la idea de regresar, sin embargo, asesinaron a su ex esposo y años después desaparecieron a sus otros dos hijos, dejando abandonados a sus nietos. Le rogaron no volver, y no volvió.

En México adoptó un niño huérfano que, como ella misma escribe en una carta, llegó a sus 2 años de edad por obra del espíritu santo hasta la puerta de su casa. Lo registró como suyo y lo registró en México, con la idea de protegerlo bajo esa nacionalidad.

–Mi abuela fue psicóloga también, escribió muchas cosas de psicología, de psicoanálisis, sobre derechos humanos… bueno, escribió e hizo muchos ensayos – cuenta Natalia – Estuvo aquí en México en el norte trabajando sobre el tema de feminicidios, estuvo en Centroamérica con refugiados, estuvo con las mujeres de negro en Bosnia… era muy amplio y luchaba por lo que creía justo.

Laura escribió mucho en máquina de escribir, así que Natalia tiene un enorme archivo entre ensayos y pensamientos a manera de diario personal de su abuela Laura. Con ese material buscará financiamiento para realizar un libro.

Laura y la memoria fragmentada

En 2010 Laura ya tenía demencia senil y 14 bisnietos. Se encontraba internada en una clínica aunque su familia nunca la dejó de visitar y ella también frecuentemente salía con sus nietos para visitar a la extensa familia.

Foto: Cortesía

En la gráfica Natalia Bruschtein, directora del documental y nieta de Laura Bonaparte. Foto: Cortesía

En el documental, se puede ver a Laura en momentos de extraordinaria lucidez donde habla de la importancia de la memoria y la identidad. En otros momentos, en cambio, no logra recordar el nombre de sus hijos o su propia imagen en las fotografías. Borra drásticamente su sonrisa cuando recuerda que sus hijos desaparecieron.

La mayor parte del tiempo, Laura ya está fragmentada, pero le sonríe y se enternece mientras mira a una de sus bisnietas. Mientras, Natalia lee una de sus cartas, donde Laura compara los sucesos de Hiroshima y Nagasaki con la oportunidad que se puede tener, en otros lugares de la memoria, de florecer generaciones adelante después de la desgracia.

Laura Bonaparte falleció en el 2013 y aunque no llegó a ver el documental terminado, Natalia cree que hubiera perdido la atención muy rápido, entretenida por aquella mujer que se parecería tanto a ella.

El homenaje a la abuela

Natalia Bruschtein realizó este documental con el apoyo en 2012 del Centro de Capacitación Cinematográfica. La idea surgió desde el 2000, cuando Natalia hizo un corto documental sobre su padre desaparecido. En 2010 la escritora francesa Claude Mary publicó una biografía sobre Laura. El libro está dividido en dos partes, la primera a manera de cuento sobre su vida y hasta la desaparición de sus hijos, y la segunda parte es la historia de ella en su lucha como Madre de Plaza de Mayo y la búsqueda de sus hijos.

–Para mí, eso es lo que tenía mi abuela, una memoria fragmentada –dice Natalia–. Y al mismo tiempo que el libro, me llegó un documental en blanco y negro que hizo un argentino también exiliado aquí en México que se llamaba Humberto Ríos y ahí fue que empecé a buscar financiamiento para hacer el documental sobre la abuela.

Foto: Cortesía

Foto: Cortesía

En 2011 Natalia hizo su primer viaje a Argentina para grabar y armar algo mucho más concreto. Es entonces cuando le dan la beca en el CCC y regresaría con su equipo de producción tres veces más en dos viajes que durarían 10 días cada uno y el último de un mes. La edición, en cambio, duraría un año.

A Laura le gustaban mucho las cámaras, entonces nunca tuvo problema con las grabaciones, de hecho se ponía contenta.

–Por otro lado, ella no sabía ni quién era yo –dice Natalia–. Sabia que había una relación, ella tenía una memoria afectiva, tenía una memoria que trascendía más allá de lo físico, porque ella en algún momento hace unas reflexiones que son muy lucidas y significa que ella tenía una convicción muy clara de lo que creía y pensaba.

Tiempo Suspendido seguirá presentándose en Festivales lo que resta del año (incluidos Festivales en Argentina, donde aún no se presenta el documental) pero esperan darle una difusión más amplia el próximo año. Mientras tanto, también se presentará en la Cineteca Nacional de la Ciudad de México del 13 al 18 de septiembre.

–Es una película que yo quise hacerle a mi abuela y porque quería hablar del tema de la memoria ya que siento que en México en este momento nos falta mucho de ese tema –dice Natalia– No sólo en los 60 o 70 sino que en los últimos años ha habido más de 24 mil desaparecidos. En Argentina por 30 mil desaparecidos que hubieron entre presos políticos y millones de exiliados durante la dictadura militar, hubo un gran movimiento en el que ahora se hace un trabajo por la verdad y la justicia y los culpables están siendo juzgados, y en México en los últimos años llevamos más de 24 mil desaparecidos y nada pasa.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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