Lado B
Los pasos de Munch y su obra
 
Por Lado B @ladobemx
04 de junio, 2013
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Imagen: http://www.revista-critica.com

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Para el pintor Edvard Munch, así como Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas. Su obra es un claro ejemplo del expresionismo al que intentaba arribar para dejar al descubierto los sentimientos.

El pintor y grabador más reconocido de Noruega, de la corriente expresionista, cumple 150 años de su nacimiento. Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX.

A partir del 1 de Junio, se inauguró de forma oficial una doble muestra con más de 270 obras de Edvard Munch, la mayor retrospectiva dedicada al autor de ‘El Grito’.

Imagen: http://3.bp.blogspot.com

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“Munch 150”, como ha sido bautizada la muestra, es un extenso recorrido por la obra del que está considerado uno de los pintores fundamentales del siglo pasado. Sus trabajos, que incluyen también litografías y dibujos además de pinturas, realizados entre 1882 y 1903, serán exhibidos en la Galería Nacional, y los que fueron hechos entre 1904 y 1944, en el Museo Munch, ambos en la capital noruega hasta el 13 de octubre.

 La exposición que permanecerá hasta el 13 de octubre, ha sido confeccionada a partir de las colecciones propias de estos museos y de préstamos recibidos de instituciones públicas y privadas, tanta noruegas como de otros países.

Sin embargo, la capital noruega también ofrece la oportunidad de seguir los pasos del pintor más allá de las conmemoraciones y actos oficiales previstos, ya que se ha incluido recorridos por los escenarios que inspiraron al artista noruego.

Uno de ellos es el sitio que inspiró a Much a crear su cuadro más conocido, “El Grito”. La visión de una tormenta avanzando hacia la ciudad de Oslo, cuando paseaba con unos amigos por una colina del barrio de Ekeberg, produjo en el pintor expresionista  la sensación de un grito que atravesaba la naturaleza.

La figura humana que protagoniza el famoso cuadro, del que existen cuatro copias, en lo que parece un momento de angustia extrema, tiene precisamente como fondo el paisaje de la ciudad que puede verse desde la colina del barrio de Ekerberg.

Edvard Munch, como otros tantos artistas, fue un hombre con una vida atormentada y llena de desgracias. Se inspiró, para realizar su obra más conocida, en un pasaje de su vida que se quedó grabado en él y el cual, el propio Munch, describirió de la siguiente manera: «Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza«.

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