“¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día era noche. Y noche será el día que será día.” Con estas palabras, cargadas de simbolismo y seguidas de la divisa neozapatista “¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!”, el EZLN celebró el inicio del nuevo ciclo maya y le dio la bienvenida al regreso del PRI.
El 21 de diciembre de 2012, más de 40 mil zapatistas -entre los que destacó una gran cantidad de jóvenes y mujeres- se hicieron presentes en San Cristóbal de Las Casas, Ocosingo, Palenque, Altamirano y Las Margaritas para reafirmar su existencia con un puño en alto. La atmósfera fue inmejorable. A diferencia de los encapuchados, quienes aparecieron y desaparecieron con prontitud en estas cabeceras municipales, la inusual lluvia que vistió esta emblemática fecha en buena parte de los Altos y la Selva del estado comenzó la noche anterior y cesó al finalizar el día de la movilización, como si también hubiera sido convocada.
Desde Ocosingo, Hermann Bellinghausen no pudo describir con más precisión la enmudecida ocupación de una de las plazas tomada 19 años atrás: “como en un juego de Tetris, avanzando entre las jardineras con un orden que parecía coreografía, para subir a la tarima instalada con rapidez desde temprano, levantar el puño y decir, calladamente, aquí estamos. Una vez más.”
Aunque todavía por tomar forma, el resurgimiento del EZLN mueve las piezas en el tablero político. En un escenario óptimo para Enrique Peña Nieto, luego de la armonía conquistada con la firma del Pacto por México y el cierre de filas de las fuerzas partidistas en torno a la reforma educativa y la reforma en materia de transparencia, el priista concluía el año con más éxito de lo que seguramente llegó a imaginarse junto a su equipo. Como lo afirmó recientemente Sergio Aguayo, si algo busca el mexiquense es restaurar la majestad de la presidencia, que incluye un centro de poder fuerte, concordia política, autoridad y control. Apenas finalizaban los trabajos legislativos y con ellos la inercia política institucional, el EZLN le aguó la fiesta.
El EZLN sabe cómo funciona y de qué pie cojea el régimen priista. Independientemente de los nuevos rostros, hay formas y atributos que no sólo se heredan sino que se repiten como un patrón toda vez que se han aprendido. El aparato priista es un tejido que el EZLN conoce bien y que, primer resbalón, reaccionó con ineptitud frente a la movilización indígena. Pese a su postizo tono poético, mejor reacción tuvo el gobierno de Chiapas al saludar “las movilizaciones, el silencio y la palabra última del EZLN.” En un boletín de prensa adicional, el gobernador Manuel Velasco Coello agregó: “El vehemente silencio de las mismas (las movilizaciones) es una oportunidad para la paz y la justicia… La palabra última del zapatismo es constructiva, pacífica, política y enriquece la pluralidad.”
“Todavía no nos conocen, que no se adelanten”, aseveró el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en respuesta al silencio estridente de más de 40 mil zapatistas. La réplica insurgente, fechada seis días después de la declaración oficial, retomó la forma de la pregunta con una carta dirigida “a quien corresponda allá arriba”: “¿Así que nos los conocemos?”, interrogante ampliamente contestada con los ignominiosos antecedentes de Peña Nieto, Emilio Chuayffet, Pedro Joaquín Coldwell, Rosario Robles, Alfonso Navarrete Prida y el propio Osorio Chong.
Acompañando esta carta y una más a Luis H. Álvarez, en la que el subcomandante Marcos escribe sobre el fracaso del gobierno de Felipe Calderón y se burla de las labores de “acercamiento” que asumió esta administración con los indígenas rebeldes de Chiapas, el EZLN anunció sus pasos siguientes antes de que acabara el 2012. De este comunicado, son piezas claves las siguientes:
Con la pluma de Marcos el EZLN no regresa a la escena pública sin una dosis de retórica, cálculo político y alta autoestima. Su nuevo ciclo será benéfico en tanto se posicione como opositor a un régimen tan acostumbrado y propenso a la apariencia y a la simulación. Se trata del actor que se presenta sin estar invitado, incómodo pero necesario para los tiempos que corren.
*@rialonso es secretario del Capítulo Puebla de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI). Comunicólogo de formación, maestrante en Políticas Públicas y apasionado del derecho a la información y del periodismo. Participa en el Nodo de Transparencia de Actívate por Puebla.
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