Lado B
Motel Bates, un libro, una película y varios cuentos
Entrevista con Yussel Dardón, el ganador del premio Julio Torri 2012
Por Lado B @ladobemx
10 de agosto, 2012
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Una de las primeras películas que Yussel vio en el cine fue King Kong, en una de esas salas dobles que hoy son templos del Pare de Sufrir. La otra que recuerda es El que no debió nacer (It`s Alive), una película de terror de 1974 sobre experimentos genéticos. Desde entonces el cine es, junto con la literatura, una de las obsesiones de este escritor treintañero

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Escena 1. Interior. Noche. Close Up a botella de cerveza, una de esas de malta muy tostada que dejará regustos a café o chocolate. Una mano entra a cuadro, toma la botella por el cuello y la levanta. Corte. Big Close Up la botella y una boca circundada por barba y bigote se encuentran, el líquido corre de un lugar al otro.

–No me lo vas a creer -dice el ganador del premio de cuento corto Julio Torri anunciado hace tan sólo unos días- pero esta es la primera cerveza que me tomó desde que me dieron la noticia.

Corte.

Escena 2. Exterior. Noche. Yussel Dardón, vestido con un chaleco negro que tiene bordado su nombre está recargado en una pared de color rosa. Frente a él una farola ilumina parcialmente su rostro dándole más dureza de la que usualmente muestra.

–Yo tengo una visión muy cinematográfica de las cosas, pienso mucho en movimientos, me imagino hasta qué mano va a estirar el personaje, pero cuando llegue a hacer una película, si eso pasa, me voy a frustrar, porque hay cosas que uno escribe que no pueden pasar a lenguaje cinematográfico, porque cambia. Me gusta poner el ejemplo de Tiburón, si tú lees el libro te encuentras con una novela romántica. Cuando llegan y compran los derechos para hacerlo película, el guionista, que fue el mismo autor del libro, entrega la adaptación y el estudio se la rebota porque lo que encuentra ahí es una historia de amor, y lo pasó tal cual al guión. El estudio quería al monstruo, al tiburón enorme comiendo gente. Y el guionista trató de explicar que el tiburón es una metáfora de la relación destructiva entre el guardacostas, su esposa y el capitán. Al final le quitan la adaptación, alguien más la escribe llevando como personaje central al tiburón, la dirige Spielberg y queda la película que ahora conocemos.

Corte.

Escena 3. Interior. Día. Close Up. Una mesa y un teléfono que suena una, dos, tres veces. Nadie está ahí para contestar.

Corte.

Escena 4. Interior. Noche.

Una de las primeras películas que Yussel vio en el cine fue King Kong, en una de esas salas dobles que hoy son templos del Pare de Sufrir. La otra que recuerda es El que no debió nacer (It`s Alive), una película de terror de 1974 sobre experimentos genéticos. Desde entonces el cine es, junto con la literatura, una de las obsesiones de este escritor treintañero. No sorprende que uno de sus textos publicados se llame Reporte Barrymore y que Alfred Hitchcock sea su director favorito. Pero, ¿por qué tanto cine en la entrevista de un escritor que acaba de ganar un premio de cuento breve? Porque “Motel Bates” es un libro de cuentos basado en una película que a su vez adaptó una novela, “Psicosis” –escrita por Robert Bloch–, novela que retoma algunos de los rasgos de Ed Gain, uno de los asesinos y saqueadores de tumbas más famosos de los Estados Unidos, para construir a Norman Bates, el hombre que atiende el motel que lleva su apellido y tiene escondido el cadáver de su madre en un clóset. ¿Metaliteraturacinematográfica?

–“Motel Bates” es un libro de cuentos breves y no es un libro de cuentos breves”.

La entrevista recién ha comenzado y Dardón muestra sus cartas: ritmo, obsesión y contradicciones será el tono del resto de la charla.

–Su estructura corre a partir de fragmentos, y al final de leer cada uno de ellos te das cuenta que es todo un “constucto”. El libro pretende reproducir el motel Bates que aparece en la película de Hitchcock y en la novela de (Robert) Bloch, y volverlo un personaje. No es un narrador ni nada, es un personaje que se va ir construyendo a partir de los relatos, de avisos de ocasión, de anécdotas, de precauciones, de una pequeña historia que corre.

El libro está dividido en tres apartados. El segundo es un detrás de cámaras, jugando con el lenguaje cinematográfico, en donde aparece el director, una habitación en donde dormita un director y está el escritor, el camarógrafo y el espectador. En cada una de las habitaciones se van presentando asesinatos.

El tercer apartado es una serie de estampas-homenaje a Hichtcock, es mi director favorito, y como es el personaje del director dentro del libro, aparecen algunas historias jugando con el título de muchas de sus películas.

Para su trabajo Dardón contó el número de habitaciones que aparecen en el motel Bates de la película, y se preparó para contar una historia por cada una de estas en donde, invariablemente, habrá un muerto. Algunas las escribió entre libros, cuando todavía trabajaba en la librería Profética. Con el proyecto todavía en ciernes decidió buscar una beca estatal del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), pero fue rechazado, unos meses después, obsesivo al fin, metió a concursar el proyecto en el Fonca a nivel nacional donde sí le fue aceptado.

Corte.

Escena 5. Interior. Casa de clase media. Frente a la televisión un niño acompañado de su madre y su tío ven en televisión el remake de Psicosis que hizo en 1988 Gus Van Sant. Eso le abre la puerta al pequeño al retorcido mundo de Hitchcock que volvería ver Psicosis ahora sí en la versión original con Anthony Perkins y Janeth Leigh y entendería el poder narrativo del director británico.

Después, en las ferias del libro de Puebla que se hacían en el Carolino, en donde se vendían libros por kilo, el infante ya crecido encontraría una colección de historias de Hitchcock de misterio y terror.

–Ya más grande comencé a conseguir sus películas, Cortina rasgada, Topaz, Frenesí, y así. Y a pesar de que Psicosis no es mi película favorita es la que más veces he visto. Tengo una relación divertida con Hitchcock. Trato de ver una vez al año al menos la película, y la habré visto unas 10, 12 veces, por ahí así.

Corte.

Escena 6. Exterior. Noche.

–Es un libro que pensé hace como unos seis años. Comencé con una especie de ritmo para escribir oraciones, “en el Motel bates pasa esto… bla, bla, y terminaba con …en el Motel Bates”, después se me fue complicando más el encontrar anécdotas. Entonces me dije, bueno, si soy tan fan de Hitchcock le voy a rendir un homenaje con el libro, y lo que hice fue buscar anécdotas, información y curiosidades. Por ejemplo, la chava que apuñalan en el baño, Janet Leigh usa un doble de cuerpo para la escena, contratan a una stripper de Las Vegas y le pagan 500 dólares, Mari Renfro. Ella pone el cuerpo para ese momento. Ese tipo de anécdotas me gustaron mucho y las fui incluyendo en el libro, jugando a la par con muertes simuladas, simular muertes. Lo trato de ambientar con esta idea del asesino serial, pero el asesino es la misma circunstancia de llegar al motel. Norman como tal no tiene una participación, bueno, en uno de los cuentos sí, es el asesino, pero digamos que sólo es un espectador del motel, y lo que sucede no sucedería si él no lo viera, jugando con la idea del simulacro, lo que existe cuando lo ves pero si no lo ves no existe.

Corte.

Escena 7. Interior. Noche. La cámara toma la espalda de Yussel y mira sobre su hombro, frente a él una computadora encendida abierta en su cuenta de Facebook.

A Dardón el aviso le llegó antes. En redes sociales alguien, no revela quién, le adelantó que habría sorpresa en los días venideros. “El premio”, pensó. Y el premio fue. Al día siguiente recibiría una llamada que no podría contestar pues no estaba en casa. Después le enviaron un correo desde Saltillo, la noticia ya no sería “la sorpresa”, pero el corazón le latía a trompicones: “Tengo información sobre el premio Julio Torri”, decía el mail. Al día siguiente Dardón levantó el teléfono marcó a la Instituto Coahuilense de Cultura  donde le dijeron que sí, que efectivamente, que acaba de convertirse, bueno en realidad desde unos días antes, en el segundo poblano en ganar ese premio. El primero fue Gabriel Wolfson en 2003.

–El libro gustó, la decisión de otorgarme el premio fue por unanimidad, siempre que los premios son por mayoría queda como un mal sabor, en mi caso no fue así.

Dardón levanta la cerveza y apura el último trago.

Corte. Fade out.

Nota. Las fotos que acompañan la entrevista fueron tomadas de las cuenta InstaGram de Yussel, y lo pueden seguir a través de la cuenta @ydardon.

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Autor Lado B
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