Cuando uno piensa en los niños inmediatamente los relaciona con juegos, risas, alegría. La realidad es muy distinta. No sólo hay miles de niños que sufren las guerras en sus países, hay también niños explotados sexualmente y niños que tiene la responsabilidad del trabajo diario.
De acuerdo a cifras de la Organización Internacional del Trabajo, son 215 millones de niños los que trabajan en el mundo. Uno pensaría que todos sufren y están en desacuerdo y no es así. Hay quienes piensan que el trabajo debe comenzar cuando uno es pequeño.
Se ha creado en Perú, una asociación de niños trabajadores, denominada: Movimiento de adolescentes y niños trabajadores hijos de obreros cristianos (MANTHOC), que defiende el trabajo de los niños y adolescentes y hace un llamado a las autoridades a que mejoren las condiciones laborales en que desempeñan su trabajo y pongan cuidado en que a los niños no les sucedan agravios como la trata de personas, el abuso sexual y otros delitos de los que son víctimas.
Este movimiento ha contagiado a otros de países de América Latina y ahora Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Venezuela, tienen también sus organizaciones de niños trabajadores, cobijados en el Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores.
Además de defender sus derechos, las agrupaciones realizan actividades recreativas, deportivas y debaten sobre el futuro de sus vidas.