Josué Mota

@motajosue

Foto: EEF

Antes eran aliados, y aunque siguen compartiendo su filiación política, ahora ya hasta un saludo entre ellos es difícil, y parece que así será mientras compitan por la Senaduría. Manuel Bartlett Díaz y Blanca Alcalá Ruiz se encontraron la tarde de este martes en el comedor del hotel Camino Real del Centro Histórico.

Primero entró el ex gobernador y los fotógrafos ya lo esperaban, unos pasos atrás llegó la candidata del PRI y se quiso acercar a saludarlo, pero su ex jefe no la escuchó cuando lo llamaba o fingió no escucharla. Los fotógrafos querían una placa de ambos juntos y le dijeron que Blanca le estaba llamando pero él siguió su camino y saludó a los reporteros.

“Sólo lo quiero saludar”, le dijo la que fuera su secretaria de Finanzas, y entonces no tuvo más remedio que voltearse y saludarla. Fue un saludo seco y breve. Luego él se sentó en la mesa en la que ya lo esperaban algunos integrantes de la llamada “izquierda política”. Blanca caminó a la suya y se reunió con sus colaboradoras.

Antes la relación era tan buena que él la nombró como la mujer del dinero en su administración, pero ahora la vida electoral los aleja, ambos quieren un lugar en el Senado.

“Sólo estoy tomando un café”

Bartlett estuvo acompañado por uno de sus operadores, Ignacio Mier, y ya lo esperaba uno de los miembros más polémicos del PRD, Jorge Méndez, acompañado de su hijo, David Méndez, actualmente regidor.

Los reporteros se acercaron y le preguntaron sobre las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que hay bloqueo informativo en su contra. El ex gobernador lo confirmó y dijo que así ha ocurrido desde el 2006. Se le preguntó si en su caso ocurre igual, dijo que obviamente no, porque ahí estaban los reporteros “acompañándolo”.

Dijo que no podía decir nada sobre asuntos electorales por la llamada veda y que sólo estaba tomando café a incitó a los reporteros a entrevistar a Jorge Méndez, ya que considera que es muy importante como apoyo, pero los reporteros ignoraron el llamado y se retiraron. Ahí quedaron, cada quien en su mesa, los que antes fueran aliados.