Camilo Useche*

Partamos del hecho de que esta película es dirigida y escrita por el siempre polémico Lars Von Trier.  Lo que lleva a suponer que puede suceder cualquier cosa.  La verdad es que sus películas siempre me han resultado algo pedantes y aburridas pero siempre caigo en la obstinada idea de que algo bueno nos va a narrar y persisto en seguir viéndolo; quizás sea su aire provocador y su vena para burlarse del mundo y de su cotidianidad lo que me gusta, o simplemente el hecho de que siempre hace lo que le de la gana.

Para corroborar esto no es necesario ir hasta « dancing in the dark » (2000) en donde elabora un musical, tan dramático como irónico; o pasar por ese intento Grifftiano de hacer cine narrativo manteniendo la cámara fija en « Dogville » (2003), como en una obra de teatro; o certificar que hace mucho dejó de seguir los lineamientos de ese movimiento fílmico « revolucionario » que intento cambiar la manera de narrar en el cine (cosa que no se hacía desde Godard) llamado « dogma 95 » que él mismo  creó;   basta simplemente con ver su última película, «Antichrist »  (2009) en donde muestra la mutilación de un clítoris en primer plano y algo que parece ser tan doloroso como eyacular sangre, para suponer que el cine de este director, es pura provocación con estilo.

Lo último que ha salido de su irreverencia son  las palabras que crearon polémica en el pasado festival de Cannes, por hacer una alegoría al nazismo o más bien por burlarse de la pregunta de un periodista  y decir que simpatizaba con Hitler, creo que los franceses aún no están para ironías, así que lo expulsaron de por vida del festival declarándolo persona non grata;  afortunadamente la expulsión nada más es para  él, y no para sus películas, pero bueno, es Lars Von Trier, y hace lo que quiere.

Entrando en materia, se podría decir que Melancholia es una película de ciencia ficción, más si su drama se centra en la destrucción de la tierra por parte de otro planeta, el planeta Melancholia.  Y podría serlo efectivamente, podría ser la parodia perfecta o la versión europea y refinada de cualquier película hollywoodense, como “Armagedón” o “El día después de mañana”; sin embargo, el desarrollo de la película, desde el comienzo, omitiendo la introducción de unos 8 minutos, que lo único que produce son bostezos y ganas de salir corriendo,  se enmarca en el sufrimiento interior de Justine (Por esta brillante actuación Kirsten Dunst  ganó el premio a mejor actriz en Cannes) y el de su hermana Claire (Charlotte Gainsbourg) por el advenimiento del fin del mundo.

A pesar de que la trama no trascienda, Lars von Trier, en algunos momentos, logra mantener la atención hasta el agobio del espectador en una primera parte dedicada al matrimonio de Justine y su indecisión desesperante sobre lo que realmente quiere,  narrando con fino detalle y planos casi de documental la hipocresía de la burguesía y las apariencias de la clase alta. La segunda parte, muestra el miedo de Claire, junto a la resignación y premonición de su hermana, previo el ocaso del mundo.  El problema es que al terminar la película uno no se cree nada de lo que vio y esperas durante toda la proyección, muy en el fondo, que suceda algo sucio, algo provocador, pero al final lo único que te queda en la cabeza es la deleznable introducción de más de 8 minutos y esa idea tremenda de que ni los científicos ni nadie podrían evitar la destrucción de este planeta.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Lars von Trier

Intérpretes: Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg y Kiefer Sutherland

Género: Drama. Dinamarca, Suecia, Francia, Alemania,  2011.

Duración: 136 minutos.

*Candidato a Doctor en Historia por I’ Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris. Maestro en Relaciones Internacionales y Estudios Latinoamericanos UAM, Madrid. Historiador y sociólogo por la Pontificia Universidad Javeriana y por la Universidad Nacional de Colombia.