“Hola, yo soy Pablo, de primer semestre, y no conozco mi universidad”, dijo uno de los jóvenes que llegó el viernes 10 de diciembre a las instalaciones de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) luego de que el gobierno y colectivos manifestantes anunciaron, un día antes, el regreso a las actividades presenciales. 

Sin embargo, hoy, lunes 13 de diciembre, la Udlap permanece tal y como las fuerzas policiales la han mantenido desde junio: cerrada a la comunidad universitaria. 

Todo indicaba que tras cinco meses de toma policial por parte de elementos estatales y seguridad privada, las puertas de la Udlap reabrirían el viernes pasado, tras el supuesto acuerdo entre los colectivos manifestantes y el gobierno del estado. Con esto, en teoría, se daría paso a que el conflicto legal siguiera en los tribunales y se reanudaran las actividades universitarias de manera presencial.

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No obstante, contrario a lo comunicado por las autoridades el 9 de diciembre, las instalaciones de la universidad siguieron tomadas y cerradas por las fuerzas estatales la mañana del viernes 10 de diciembre, por lo que miles de personas afectadas siguen en la incertidumbre.

Así lo documentó el colectivo universitario FuerzaUDLAP, que acudió con sus credenciales de estudiantes y ex alumnos a las entradas del lugar, y aunque mostraron los comunicados del gobierno de Puebla, los elementos policiales no les permitieron el acceso y, además, les fotografiaron sin su consentimiento.

Hoy, exaudlaps, alumnos, padres, acudieron a la UDLAP para pedir el ingreso tras la declaración de Armando Ríos Piter :»La universidad se encuentra abierta». Y gobernación de Puebla,aclaró que hoy entregarían las instalaciones a la Dra. Cecilia Anaya, pero no se nos dejó ingresar pic.twitter.com/uZ9diUO3FS

— FuerzaUDLAP (@FuerzaUdlap) December 10, 2021

Por su parte, el mismo viernes LADO B acudió a las afueras del campus para cerciorarse de que, efectivamente, elementos policiales mantenían los accesos de la universidad cerrados. Al momento de preguntarles a quienes resguardan la entrada frente al Colegio José Gaos, ubicada en la calle 14 oriente, estos no respondieron y se alejaron, perdiéndose al interior de las instalaciones. 

Las y los más afectados: estudiantes

Foto: Ray Ricárdez

“Son unos mentirosos los que dicen que está abierta la Udlap, perfectamente se ve que no está abierto —aseguró María Silva, mientras señalaba el acceso cerrado por policías—, nadie puede pasar”. Silva es estudiante de octavo semestre de la carrera de Ingeniería Mecánica, pero debido al conflicto no ha podido seguir con su carrera académica. “Es todo un fraude, es una mentira todo esto”, sentenció. 

Las y los estudiantes, profesores y administrativos son el sector más afectado debido a que no reciben una fecha concreta para continuar con sus actividades académicas presenciales. 

Durante una manifestación el viernes 10 de diciembre, a las afueras del Colegio José Gaos, alumnas y alumnos de diferentes carreras mostraron su hartazgo y señalaron a las autoridades estatales por no permitirles entrar a su escuela. 

Allí, María Silva dijo a LADO B que se siente frustrada por no poder continuar con su proceso educativo a pesar de estar pagando una colegiatura. Ella explicó que necesita sus laboratorios para poder terminar su tesis, además de que los trámites de graduación se mantienen detenidos. 

Y esto ha sido así comunicado tras comunicado. Fue desde agosto de este año que la universidad informó que pospondría el regreso a clases presenciales porque no contaba con “las condiciones para garantizar el cumplimiento de los protocolos de sanidad”. Esto pese a que la misma institución estaba preparada para regresar a clases mediante el sistema Hybrid-UDLAP desde agosto del 2020.

Mientras tanto, la comunidad universitaria sigue en la incertidumbre. Mediante un comunicado se informó que el retorno a las actividades dentro del campus se postergó hasta el 27 de septiembre para licenciaturas y doctorados y al 14 de octubre para maestrías.

Por su parte, en entrevista, Eric Cetina, estudiante que ha terminado sus estudios en las carreras de Comunicación y Producción de Medios y Comunicación e Imagen en la universidad, contó que dadas las dificultades administrativas que le ha causado esta toma no tiene una fecha clara de entrega de título, aunque terminó sus materias en diciembre del año pasado.

Al respecto, la universidad no ha publicado un comunicado reciente en relación a la situación de los procesos de graduación de su alumnado. Lo que sí recibieron las y los estudiantes fue un correo con fecha del 29 de noviembre en el que se les notificaba la cancelación del evento de graduación programado para la primera semana de diciembre dado que no se tenía certeza de tener la disponibilidad del campus para entonces. 

“Todos los que acabamos en Primera 2021 vimos nuestros procesos afectados por la toma de la universidad”, aseguró Cetina, que explica que la universidad no alcanzó a mandar su título a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que lo validaran, dado que nadie puede entrar al campus para hacer ese movimiento. Así, miles de alumnas y alumnos más no saben concretamente cuándo y cómo serán validados sus estudios. 

Barbosa se deslinda

La mañana del 9 de diciembre, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, señaló durante su conferencia matutina que nadie estaba tomando las instalaciones de la universidad y que su administración no tenía ninguna injerencia en el conflicto. 

“¿Por qué dicen que está tomada la universidad? Ellos tienen el control de las cuentas bancarias, el manejo administrativo, el manejo académico, y si no están en clases es por decisión de ellos. Que quede claro a la comunidad universitaria: No hay ninguna decisión de ninguna autoridad que impida el funcionamiento de la Udlap”, aseguró el gobernador. 

A raíz de esto, a lo largo del día, tanto los colectivos que asistieron a Casa Aguayo, como las cuentas oficiales de la universidad y el gobierno estatal dieron pauta a la comunidad estudiantil a pensar que al día siguiente se reanudarían las actividades presenciales. 

Para la tarde y a espera de todas las personas afectadas, la Universidad de las Américas Puebla publicó en su cuenta de Twitter un primer comunicado en donde aseguraba que, de acuerdo con lo expresado por Barbosa, estaban “trabajando de la mano de la autoridad en los últimos pasos del proceso para retomar a la brevedad las actividades presenciales en el campus de la UDLAP”. 

De igual forma, las autoridades estatales, a través de la Coordinación General de Comunicación y Agenda Digital, desplegaron un comunicado en donde reafirmaban que se desvinculaban de la toma policial del campus, asegurando que “el Gobierno del Estado no tiene ni ha tenido nunca la posesión del campus, y no es parte del conflicto legal”. Además, responsabilizaron de mantener cerradas las aulas a la Doctora Cecilia Anaya Ríos, actual rectora interina de la institución. 

En este mismo anunció también se indicó que durante el diálogo que tuvieron los colectivos manifestantes en Casa Aguayo con Ana Lucía Hill Mayoral, secretaria de Gobernación; Melitón Lozano, secretario de Educación, y la subsecretaria de Educación Superior, América Rosa, se les informó que era la rectora interina quien mantenía su universidad sin actividades presenciales. 

Por su parte,  el rector nombrado por la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Beneficencia Privada y desconocido por la comunidad universitaria, Armando Ríos Píter, reapareció en redes sociales publicando un video en donde aseguraba que las puertas del campus han estado y permanecen abiertas a la comunidad universitaria. 

“El campus de la Universidad de las Américas Puebla ha estado, y sigue en este momento, abierto para llevar a cabo actividades presenciales”, declaró el excandidato a la presidencia. De esta forma, también culpó a la rectoría interina de ser quienes han impedido el regreso.

Rectora interina denuncia “trabas” en el proceso jurídico

Por la tarde del viernes llegó el posicionamiento de la rectora interina, la Doctora Cecilia Anaya. En este mensaje aseguró que, contrario a lo comunicado por el gobernador de Puebla y su administración, su equipo de trabajo jamás ha tenido el control de las instalaciones y, por ende, no ha estado en sus manos la reapertura de las actividades. 

“La Policía Auxiliar y seguridad privada controlan el acceso a las instalaciones en posesión del patronato espurio”, comentó; esto a pesar de contar con la orden judicial que, en teoría, les devuelve la facultad de reabrir el campus. 

Foto: Ray Ricárdez

“Reiteramos que no es posible programar el regreso presencial toda vez que no se cuenta con la posesión física del campus”, señaló la rectora. “Hemos recibido trabas y dilaciones en la ejecución de los procedimientos jurídicos”, concluyó Anaya. 

Minutos después, la universidad lanzó un nuevo comunicado escrito, en el que replicaban las palabras de Anaya y reiteraban que no cuentan con la administración de sus instalaciones para abrirlas a su comunidad.

Por la tarde, las colectivos Yo Soy UDLAP, Academia UDLAP y el Consejo Estudiantil de la Universidad de las Américas Puebla (Ceudlap) lanzaron un posicionamiento conjunto en donde aseguraron que las autoridades estatales han fomentado la desinformación, ya que sus instalaciones han permanecido cerradas desde el 29 de junio, día que “de manera arbitraria y violenta, fueron tomadas por la fuerza pública, impidiendo el retorno de más de 10,000 personas a sus actividades académicas y laborales”. 

Asimismo, aseguraron que existe una guerra mediática en donde el gobierno ha fomentado en medios de comunicación que el campus está abierto cuando no es así. 

“No se puede esperar buena fe de un grupo que se ha dedicado a acosar a la comunidad Udlap, sin mayor reparo en las diferentes y serias afectaciones que sigue ocasionando”, sentenciaron. 

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Ahora, la comunidad universitaria ha lanzado un llamado a manifestarse el día de mañana, 14 de diciembre, a las afueras del Congreso del Estado de Puebla para exigir, una vez más frente a la autoridad, que liberen su campus. 

*Foto de portada: Ray Ricárdez