Lado B
La maldición de vivir con adicción en México
Por Lado B @ladobemx
02 de abril, 2023
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Montserrat Díaz | Girl Up México*

@emeoncee

Nadie nace con la clave para ser feliz, todes forjamos nuestro propio camino con la voluntad que tenemos sobre nuestra propia vida, pero, ¿qué pasa cuando ese poder te es arrebatado? Así se siente ser una persona con un problema de adicción. En general, el abuso problemático de sustancias, entre ellas el alcohol, afecta la vida de una persona en su totalidad, su entorno, su relación con los demás, con su familia, con el estudio y el trabajo y, más que nada, consigo mismo. Tu vida ya no se siente  tuya. 

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Mi nombre es Montserrat y soy alcohólica y drogadicta. Vengo a explicarles qué es la adicción, cómo es vivir como una persona que padece esta enfermedad y los mitos más comunes sobre las adicciones. Primero que nada, tienen que saber el porqué escribo sobre este tema: las adicciones son un problema social y de salud pública que nos afectan como sociedad en conjunto. Aun así, las autoridades no se lo toman en serio. En este país, a las personas con problemas de adicción nos discriminan y nos tratan como criminales, solo por ser víctimas de algo que no decidimos tener. 

¿Qué es una adicción?

Las adicciones han sido estudiadas una y otra vez desde el punto de vista científico, pero no voy a enfocarme en eso. En términos sencillos, una adicción es la dependencia a una sustancia o acción en específico, una enfermedad progresiva que te carcome y te pudre desde dentro, te atrapa y te encierra hasta que ya no puedas reconocerte a ti mismo. Altera tu percepción de la realidad y te tiene siempre en el borde. Al fin y al cabo, es una enfermedad sin cura que dura toda la vida. Aunque dejes de consumir, sigues siendo adicto. Estás condenado a serlo hasta el día que mueras. La única esperanza de tener una vida larga es estar en abstinencia total, y no romperla por nada del mundo. Al principio, lograr la abstinencia cuesta, y hay muchas recaídas en el proceso, pero eventualmente lo logras… si tienes suerte. La mayoría de nosotres no logra recuperarse.

Tipología de las personas adictas a sustancias

Para entender mejor los estereotipos más comunes de la adicción, basta con explicar que existen dos categorías de adictos: funcionales o disfuncionales. Esta categorización es útil desde el punto de vista médico, para saber cuánto ha progresado el problema en la persona y establecer qué tratamiento debe llevar. No obstante, fuera de lo médico, da paso a un mito muy común de las personas consumidoras de sustancias: que un adicto funcional no necesita ayuda y “todavía está bien”. En realidad, la mayoría de las personas adictas son funcionales y solo un pequeño porcentaje, disfuncionales.

Intentar recuperarse de una adicción en México

En este país, cuando algune de nosotres o alguien cercano pide ayuda para tratar este problema, no tiene acceso a una atención de calidad. Esto es algo común a nivel nacional. Los centros de rehabilitación realmente no ayudan a las personas consumidoras de sustancias a recuperarse, sino lo opuesto, al inflingirles varios tipos de violencia, incluida la física.

Foto: <b>Salvio Bhering | Pexels</b>

 De acuerdo con los datos de la Conadic, casi el 50% (113 de 247) de los centros de rehabilitación reconocidos hasta el cuarto trimestre del 2022, han tenido observaciones de parte de las autoridades debido a prácticas abusivas, pero las autoridades no hacen nada al respecto. En todo México, hay noticias sobre tortura y asesinatos en los centros de rehabilitación, debido a que nos tratan como criminales, como malvivientes, como objetos sin valor. La mayoría de los centros de rehabilitación no están certificados por la Comisión Nacional de Adicciones y no están capacitados para tratar esta enfermedad como es debido. Se supone que los centros deberían buscar el bien y la reinserción social de sus internados; pero lo que hacen es violentar personas vulnerables. 

Otros factores que contribuyen a que sea tan difícil recuperarse de la adicción son el estigma tan arraigado en la sociedad y la normalización del alcoholismo y el consumo de marihuana. 

El estigma de ser adicto

Ya he dicho que cuando alguien se enfrenta a un problema de adicción, necesita apoyo moral y acceso a servicios de salud, pero no termina ahí, una vez enfermo, eres víctima del estigma social. ¿Qué pasa cuando en las noticias o en el periódico siempre que mencionan a una persona adicta es un delincuente? ¿Qué pasa cuando en series o películas eres un mal chiste, un cretino o de plano un criminal? ¿Qué pasa cuando escuchas a alguien decir “creo que si elle realmente quisiera dejar la droga, lo haría y ya”? ¿Qué pasa cuando nadie cree que es un problema de verdad, que tienes control sobre ello y simplemente no quieres mejorar? 

La sociedad está tan acostumbrada a la segregación, que estos discursos dañinos sobre la adicción están normalizados. Sí, es muy probable que la adicción convierta a alguien en una mala persona, pero no necesariamente en un ladrón o un asesino. Al fin y al cabo, es una enfermedad. Cambia cómo funciona tu cerebro, cambia tu personalidad. Es difícil siquiera saber que eres adicto, cuando aparte de estar en negación constante, no se informa sobre los verdaderos síntomas de la adicción en ningún nivel educativo. Y es aún más difícil intentar recuperarte cuando la sociedad cree que simplemente eres una “mala persona”. Incluso los médicos que deberían ayudarte, caen en conductas deshumanizantes. El estigma afecta todas las áreas de la vida: aumenta las posibilidades de caer en comportamientos de riesgo y puede impactar en el trabajo, en la capacidad para encontrar vivienda y en las relaciones sociales.

La normalización del alcoholismo y el consumo de marihuana

La mayoría de las personas que padecen de alcoholismo no lo saben, puesto que, en la cultura mexicana, beber cada fin de semana es de lo más común, sin saber que puede generar dependencia en cualquier persona propensa a desarrollar una adicción. Debido al machismo en nuestro país, es más común ver hombres alcohólicos, ya que el ideal de “macho de verdad” incluye beber en exceso. Mientras no consumas diario, no eres alcohólico. 

Otra sustancia cuyo consumo se ha normalizado es la marihuana. A menudo se dice que “no causa adicción” porque es “ligera” o “natural” o “amigable”, etc. No obstante, la marihuana, al igual que cualquier otra droga, sí causa adicción consumida en exceso. De ahí la importancia de educar sobre estos temas a la población en general. 

Acciones a realizar

México es un país al que no le importan las personas con problemas de abuso de sustancias. Las autoridades deberían tomar en cuenta a esta población vulnerable y dejar de criminalizar, cerrar todos los centros de rehabilitación no certificados y construir nuevos que sí acaten las necesidades de las personas adictas. Además, se debería sensibilizar a los profesionales de salud de todas las áreas para que brinden un trato digno, humano y ético y hacer campañas de prevención en todos los niveles educativos, e incluso en comunidades rurales, sobre estos temas. Para prevenir las adicciones, se necesita más que lanzar comerciales en televisión. Hay que invertir en las entidades que apoyen esta causa y en campañas de prevención a nivel nacional. Las personas consumidoras de sustancias nos merecemos vivir sin miedo y poder recuperarnos en lugares seguros para nuestra salud. 


*Montserrat Díaz forma parte de la comunidad de Girl Up México, un movimiento liderado por juventudes que quieren capacitar, inspirar y conectar con otras activistas por la igualdad de género. Conoce más sobre Girl Up México y su campaña de recaudación de fondos.

 

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