Lado B
Carta para Rubén, Nadia, Mile, Yesenia, Alejandra
Por Lado B @ladobemx
16 de diciembre, 2022
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Heriberto Paredes

@BSaurio

Esta carta no debería existir. Ninguna carta que hable de la impunidad y la criminalidad del Estado debería perderse en el olvido. Ustedes cinco deberían estar cerrando este año con trabajo, con proyectos para el año venidero, con los planes de reuniones familiares, con la sonrisa que se genera ante el sol de invierno.

Pero no. Una compleja red de personas decidió que el 31 de julio de 2015 sus vidas fueran violentamente truncadas. También se decidió, desde un oscuro lugar, que su muerte debería quedar impune y debería hacerse todo lo necesario para opacar las investigaciones, alargarlas hasta su podredumbre. 

Ante tanta oscuridad y dolor, sin embargo, existe la luz y la voluntad del amor. Al menos esa es la explicación que doy a la existencia del documental que realizó Alberto Arnaut para contar su historia y la historia tan terrible de cómo dejaron este mundo.

El documental se llama A plena luz y es justo esto: la luz que se necesitaba para ver con mayor claridad la complicidad de funcionarios y autoridades, el modus operandi de un Estado criminal que no se mide cuando decide poner en acción toda su maquinaria. Toda su capacidad de eliminación.

También estoy convencido de que es gracias a ustedes, a su ejemplo de vida, a las ganas que tienen de que se conozca la verdad y se haga justicia lo que permite que este documental cobre fuerza y dirección, que sea un corte de caja necesario en las investigaciones para que a partir de entonces la gente pueda entender los mecanismos, a través de los cuales, se orquestó su muerte.

Son ustedes el espíritu que ha abierto los caminos que ayudan a que poco a poco, los hechos de aquella tarde cobren sentido, cobren la forma nítida en que pueden explicar lo que realmente sucedió. A pesar de que se necesita todavía más información, con la que está disponible en el extenso expediente hay posibilidades para avanzar, para señalar irregularidades, para subrayar el mal trabajo que han hecho las instituciones en la investigación, e incluso para señalar la posible responsabilidad de ciertos funcionarios. No sólo aquellos que aparecen en primera plana, como Javier Duarte o Miguel Ángel Mancera, sino las cabezas de las instituciones de seguridad y procuración de justicia, e incluso sus operadores más discretos.

Arnaut es muy cuidadoso en su trabajo y en los recursos que despliega para hacer más comprensible un enredado operativo. Deben saber que él, con toda la sensibilidad, habla con sus familias, no se conforma con tratar de desenredar el nudo de lo que ocurrió, también trata de hacer un retrato de ustedes. Como un cineasta con experiencia, no se traga ni un segundo todas las mentiras y las calumnias que la prensa sensacionalista ha vomitado en estos más de siete años, las analiza. Su trabajo documental camina exactamente en sentido contrario, apela a la verdadera identidad de cada una de ustedes, siempre acompañado de sus familias.

No me quiero alargar demasiado en esta carta que les escribo desde la indignación y desde el dolor, afortunadamente está A plena luz, para decir y mostrar lo que es necesario en estos momentos. Sin embargo, hay una última particularidad de la que sí es preciso hablar: el protocolo de impunidad.

Cada que ocurre un evento, como un asesinato o una desaparición, las autoridades tiene la obligación de aplicar diversos protocolos para iniciar las averiguaciones y empezar el arduo camino de la justicia. Más o menos esto ocurre en la mayoría de los países (o debería ocurrir) y no es casualidad, es el resultado de un aparato de procuración de justicia que pretende, entre otras cosas, aclarar lo que que aconteció.

Como ustedes saben a la perfección, en México se aplican a modo o de manera inepta estos protocolos, aunque el que sí se aplica con mucha precisión y contundencia es el que asegura la impunidad. Existen una serie de medidas que garantizan la opacidad de las investigaciones, que ocultan la corrupción entre los cuerpos de seguridad, los Ministerios Públicos, las Fiscalías. 

Este protocolo también fabrica culpables y pruebas para estos culpables, permite a la prensa cooptada salir a decir las más grandes incoherencias y que se les crea. La mecánica de la impunidad genera que no exista un horizonte de justicia y esclarecimiento en la mayoría de la población. Y este es uno de los grandes logros de este documental: desmenuzar a la perfección las formas del protocolo de impunidad que se aplicó con ustedes para ocultar quién les asesinó y las razones para ello.

La memoria y la dignidad han hecho posible que estos hechos tan terribles no se olviden, sino que por el contrario, generen rebeldía y una necesidad tan grande de justicia que, sin importar lo grande y sólido del aparato estatal, la verdad se conocerá y será la que marque la pauta. Porque ustedes y sus familias merecen saber, porque el resto de la sociedad lo merece y porque todas y todos merecemos que esto no vuelva a ocurrir nunca más.

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