Lado B
Quién cuida en nuestras sociedades
Por María del Socorro Quezada Tiempo @
17 de octubre, 2022
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Desde la teoría social, se ha establecido que la primera gran división del trabajo, se da por condiciones de sexo, entre hombres y mujeres; los hombres se dedicaban al inicio de nuestras civilizaciones a la caza y a la pesca, mientras que las mujeres al cuidado de familia y recolección de frutos; con el avance de las sociedades, los hombres lograron dominar a la naturaleza y empieza la agricultura y la ganadería, esto se conoce como la segunda gran división del trabajo. Sigue el avance social y el excedente de lo producido, junto con el incremento de la población, por lo que surge el comercio, para el intercambio de este excedente. 

Los hombres continúan con la división del trabajo, y se desarrolla la religión, la cuestión del poder político o público, en un sinfín de actividades, los hombres siguen con esta dinámica; es decir: LO PÚBLICO. Las mujeres NO, nosotras seguimos en la primera división del trabajo: las labores de cuidado y de limpieza, es decir, LO PRIVADO.

Así siempre ha sido, así siempre es, así siempre parece que será. La cultura que se desarrollo bajo este esquema, es milenaria, aquí y en muchas otras sociedades. Ahora mismo ¿acaso no somos nosotras las mujeres quienes nos hacemos cargo de la limpieza del hogar y de los cuidados? Esto a pesar de que también muchas de nosotras salimos de casa para trabajar de manera remunerada. 

Pero ¿qué son los cuidados? Los cuidados son las actividades que desarrollamos para la atención de las personas que no pueden hacerlo, como son les bebés, las niñas, los niños, las y los adolescentes, las personas que tienen alguna discapacidad, las personas enfermas, las personas adultas mayores, les animalites de casa y de compañía y las mujeres que viven con hombres, hasta de ellos.

¿ Y quienes son las personas quienes cuidan (aclaro aquí, que siempre se hablará de generalidades, jamás de particularidades)? Somos las mujeres quienes seguimos con este trabajo no remunerado, no reconocido, no contabilizado en las cuentas nacionales; a pesar de que, sin nuestro trabajo, ninguna sociedad podría existir. 

Las mujeres destinamos gran parte de nuestras vidas a cuidar a las demás personas y animalites, no se trata de contar las horas, sino de contar nuestras vidas que dedicamos a ello. Y en nuestro país se sigue postergando la discusión para que exista un sistema de cuidados nacional, y que por fin sea el estado quién asuma los costos de ello. Para quitar esta carga de trabajo no remunerado a las mujeres. No se trata de que haya solo un cambio cultural, de que los hombres también le entren al trabajo de limpieza y cuidados, se trata de tener realmente un sistema Integral de cuidados a cargo del Estado. Y que formen parte del PIB nacional.

Las mujeres debemos ser retribuidas por esto que hace funcionar las economías en el país.

 

*Foto de portada: Olga Valeria Hernández

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María del Socorro Quezada Tiempo
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