Por favor, divulgadores, divulgadoras y columnistas, dejen de escribir por qué es necesaria la ciencia. A estas alturas quienes se interesan por el tema lo saben de sobra. Claro que es necesaria, pero también hay matices. En esta época no hay columna de opinión que no nos lo recuerde cada semana, en especial desde que inició el escándalo por las acusaciones del Conacyt en contra de administradores del Foro Consultivo. ¿Repetir lo mismo, con las mismas palabras, cambiará el discurso imperante? Es como aquellas conferencias y ensayos que inician con datos de la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en México para demostrar la necesidad de estos rubros en la sociedad mexicana. No quiero decir que esto no sea importante, sino que se ha convertido en lugar común para justificar sus dichos o investigaciones ad nauseam, en los que para no variar “descubren” que al grueso de la población mexicana no le interesan mucho estos temas, aunque tengan cierta curiosidad, y que hay desconfianza hacia el quehacer científico. Es momento de admitir que la ciencia es un tema de nicho, que rara vez ocupa las primeras planas o se convierte en noticia viral, a menos que se trate de algo extraordinario. ¿Hay que darle un nuevo tratamiento? 

Por otro lado, ¿qué ha hecho el Conacyt para detener la promoción de la ivermectina por parte del gobierno de la Ciudad de México y el IMSS? Nada en absoluto, por supuesto. Pero de esto nadie habla, o al menos las y los periodistas que se dicen más comprometidos (incluyendo aquellos con complejo de justicieros) no tienen la menor intención de darle seguimiento. De la misma manera que nadie apoya públicamente las acusaciones de crimen organizado contra funcionarios del Foro Consultivo, a menos que seas un peón, un investigador SNI nivel 1 con una producción más bien limitada (por no decir que escasa), publicado en un medio aliado del gobierno. Es sencillo señalar desde la comodidad de un puesto fijo, en un instituto de investigación de prestigio, aliado con el activismo además. Por otro lado, si no estás de acuerdo, la comodidad del escritorio en un campus extranjero te permite criticar todo lo que quieras en redes sociales, el medio más alejado de la realidad. Sí, amiga o amigo investigador, comparte ese estudio gringo donde se demuestra que usar bicicleta es beneficioso para la gente y la “naturaleza”, sin acordarte que en México no hay suficiente infraestructura, ni cultura vial, ni planeación urbana que lo sustente.