Como una forma de aportar a la cultura, Venecia Olguín y su compañera Carla González han decidido llevarles libros a las niñas y niños de zonas rurales en las cercanías de Castro, en la isla de Chiloé, en Chile. Es que además de profesora de teatro en un colegio Waldorf, Venecia es cuentacuentos, o “Contadora de historias”, como a ella le gusta decir. Cuando suspendieron las clases presenciales a nivel nacional por la pandemia, lo primero que pensó es que ya no podría contarles cuentos a los niños y niñas. Así, decidió LLEVARLES LIBROS y transformó su auto en una biblioteca ambulante. Sus hijos aportaron los primeros 60 títulos y para el día de la madre la acompañaron en el “estreno” de esta aventura.
A pesar de que en un comienzo la gente se mostró confundida ante la iniciativa, a medida que fueron entendiendo de qué se trataba el proyecto no tardaron en elegir su libro favorito. Así es como cada semana, niñas, niños y también algunas mamás esperan ansiosas la llegada de su nueva historia que se hace presente aunque llueva, truene o relampaguee.
Esta iniciativa no pasó desapercibida por las redes sociales e inmediatamente comenzaron a surgir generosas donaciones, no solo en libros. Ahora, gracias a la iniciativa de estas dos mujeres y las personas que se sumaron, la biblioteca ambulante posee más de 450 libros y planea cómo puede llegar a más lugares.
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Esta nota fue originalmente publicada en el medio Mi Voz, de Chile, y es republicada como parte de la Red De Periodismo Humano.