Este es el último boletín del año. Quería que fuera especial, pero el trabajo me tiene devastada y no tuve tiempo de nada. Sin embargo, les quiero compartir algo que me pasó hoy y que quizás sirva para resumir este fatídico 2020.
Resulta que tengo una doble vida. Además de ser reportera y co-dirigir al hermoso equipo LADO B, trabajo en una pequeña universidad. Ahí, sobre todo este año, me he topado con situaciones que quizás antes hubiera pasado por alto, pero ahora me interpelan, me atraviesan. El problema es que ese es el mundo real. Y no este, donde yo escribo de luchas feministas y reclamo por el aumento de delitos contra las mujeres, o por las frases machistas del gobernador.
En el mundo real casi no hay sororidad. En el mundo real las mujeres compiten y se juzgan con crueldad. En el mundo real nunca han sentido ganas de llorar al escuchar la Canción sin Miedo, ni se les enchina la piel al gritar una Alerta. En el mundo real no saben que desde hace 24 días unas jóvenes feministas tomaron el Congreso.
En ese mundo real es donde viven Miguel Barbosa y Gabriel Biestro, y el fiscal Gilberto Higuera. También Nora Escamilla y Mónica Lara.
Y en este mundo estamos nosotras.
Llevo unos meses tratando de llevar este mundo al mundo real, pero estoy fallando, amigas. Y me siento frustrada. Hoy, particularmente hoy.
A veces cuando pasan estas cosas me pregunto si me tocará ver una transformación social, donde las mujeres gocemos libremente de nuestros derechos y se atiendan nuestras necesidades. Un mundo que ni alcanzo a imaginar.
Lo que me recuerda que hace un par de días escuché un capítulo del podcast De eso no se habla, por recomendación de mi Majo Andrade, que se llama Una placa en mi pueblo y habla de once mujeres que fueron procesadas por abortar en 1979 en Basauri (País Vasco), lo que provocó protestas de miles de feministas, y lograron echar abajo el juicio.
Este caso puso el tema en la agenda nacional y abrió la posibilidad, en 1985, de que se despenalizara el aborto parcialmente. Esas mujeres seguro jamás se imaginaron, y quizás ni sepan ahora, lo que su caso significó para la lucha feminista, pero sus nietas gozarán de un derecho que ellas no tuvieron.
Y ahora, mientras escribo esto, una estudiante me escribe con cierta timidez para preguntarme si se puede agregar ¡una materia con perspectiva feminista o perspectiva de género!
(Y la chica se llama Luz, quiero llorar)
¿Qué es esto, el famoso milagro de la navidarks?
Está bien, amigas, continuaré en mi frustrada labor en el mundo real, igual que ustedes supongo. Y seguramente no veremos esa transformación ahora inimaginable, pero lo verán otras en el futuro, y habrá valido la maldita pena.
Resulta que la Fiscalía desconoce la causa de la desaparición del 12.66% de quienes fueron localizadas, y esto es muy grave porque detrás de estos casos puede haber delitos como secuestro y trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Es decir, si la autoridad supiera e investigara la razón detrás de cada desaparición encontraría patrones de conducta, indicios y modus operandi que le permitiría prevenir delitos.
Porque queremos justicia, sí, pero sobre todo prevención.
Oigan, hemos tenido unas charlas bien hermosas en LADO B, les recomiendo esta sobre Alternativas a la heterosexualidad obligatoria: perspectivas diversas, también esta sobre Ciencia Ficción escrita por mujeres, ambas moderadas por Ámbar Barrera; esta sobre Ciberfeminismo y acoso digital, que moderó Aranzazú Ayala; esta sobre Ilustrar el Periodismo, que moderó Marlene Martínez, y esta sobre Autocuidado, donde sale Nata con su chela, jeje.
Ya para terminar, chéquense el trabajo deIndi Maverick, artista virtual mexicana. Chulada.
PD. No se olviden de incomodar en las fiestas familiares aunque sean por zoom ;)
¡Y no paramos! #SacaTuLADOB este jueves 17 de diciembre en nuestra charla con lxs colegas Carlos Galeana y Mario Galeana, de Manatí; Juan Carlos Sánchez y Liz Flores, de Poblanerías; Alejandra Padilla, de Serendipia y Miguel Vélez, de Info Quórum Regístrate bit.ly/3gNJv76
