Lado B
¿Qué podemos hacer nosotras, las universidades?
El propósito inicial de Google era organizar la información que se encontraba en internet y hacerla accesible para todo el mundo, ahora entrará también a competir por la formación universitaria
Por Espacio Ibero @
19 de noviembre, 2020
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Mtra. Dafne Reyes Jurado

Recientemente, con mis estudiantes de la MIE (Maestría en Investigación Educativa) reflexionábamos en torno al tema de los MOOC (Massive Online Open Courses); es decir, aquellos cursos a distancia, accesibles y abiertos sin límite de participantes. Dichos cursos se forman no muy distinto a los cursos tradicionales, ya que incluyen videos, lecturas, cuestionarios y buscan también cierta interacción entre los participantes al abrir foros dentro de ellos. Sin embargo, considero que la reflexión en ese momento pudo haberse quedado corta, ya que sólo dialogamos aspectos positivos; así que por ellos escribo estas líneas para que nos inviten a seguir reflexionando sobre el tema.

En días pasados, algunos medios viralizaron la noticia de que el magnate Google entrará también a competir por la formación “universitaria”. Google es una empresa que inició en 1995, con dos estudiantes de la Universidad de Stanford. Inició en los dormitorios universitarios y posteriormente en un garaje, para construir lo que en primer momento fue un motor de búsquedas. El propósito inicial de Google era organizar la información que se encontraba en internet y hacerla accesible para todo el mundo. Por sus nobles inicios se consolidó rápidamente como empresa y captó la atención de inversores y comunidad académica en general. Con el tiempo pasó de ser un motor de búsquedas, a tener correo electrónico, calendario, procesador de textos, formularios, nube y un largo etcétera.

Ahora, Google busca entrarle a la formación universitaria con sus Google Career Certificates. Dichos certificados son una formación exprés de 6 meses en donde te capacitan para ingresar al mercado laboral por la módica cantidad de 295 dólares.  Es decir, mucho menos de lo que cuesta un semestre en muchas universidades. Estos certificados buscan ser una alternativa no costosa y flexible a la universidad. Por otro lado, hay que mencionar que estos certificados de Google IT llevan ya funcionando desde 2018 y es el curso más popular de los ofrecidos por la plataforma Coursera.

Hasta ahí todo bien, un nuevo sistema inclusivo, al alcance de todo el mundo, que busca también adaptarse a quien lo estudia y hasta hecho a la medida; sin embargo, haciendo uso del dicho “no todo lo que brilla es oro”, ¿qué pasa entonces cuando un joven decide mejor certificarse con Google Career en lugar de ir a la universidad?, ¿qué podemos ofrecer nosotras, las universidades? Si hoy en día la formación universitaria en este país no puede garantizar una entrada rápida y directa al mercado laboral, cosa que aparentemente Google IT ofrece, ¿por qué un joven debería elegir la universidad para formarse?

Retomando lo que plantea Martha Nussbaum sobre la educación para la renta, estamos hablando de que lo que Google ofrece es una capacitación especializada hacia la competitividad del mercado global; sin embargo, deja de lado la formación integral que se desarrolla con lo artístico, lo cultural, con las relaciones interpersonales, con la vida universitaria misma. Y ¿qué es la vida universitaria? Digamos que podríamos reducirlo injustamente a todo aquello que el estudiante es capaz de experimentar, de identificar, de recuperar y de utilizar sobre sus vivencias en la universidad.

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Incluso en un semestre como el actual, en el que la universidad se trasladó a espacios digitales, se ha buscado y priorizado la vivencia de experiencias en cuanto a la vida cultural, el trabajo colaborativo, relación con compañeros, entre otros. Si bien es cierto que el proceso de la enseñanza media a la superior es complejo, no por nada en las instituciones de educación superior es común contar con áreas que no sólo dan la bienvenida a las nuevas generaciones, sino también les acompañan en este proceso de adaptación, de hábitos de estudio, de organización del tiempo, y hasta de apoyo emocional a lo largo de su trayectoria universitaria.

La vida universitaria ofrece a las y los estudiantes participar en actividades que van más allá de la mera capacitación, que te implican en la transformación social, que te interpelan y te comprometen con la sociedad en la que vives, con el mundo que habitas, actividades que realizarán fuera de las aulas, fuera de los tiempos de la universidad, actividades que también te forman como profesionista, pero sobre todo como persona. La vida universitaria brinda también habilidades sociales e interpersonales que no sólo mejoran la experiencia universitaria, sino que le dan un valor distinto a su formación. Las actividades y todo lo que ofrece la universidad fuera de los tiempos curriculares y las aulas, también forma parte de la vida universitaria y también forma a los estudiantes.

En pocas palabras, no se trata de evitar cualquier curso MOOC o certificación cuando nos puede aportar algo a nuestra formación, a nuestra cosmovisión y hasta a nuestra empleabilidad. Sin embargo, la discusión no es si la formación ofrecida por Google o por algún otro MOOC forma más que la universidad, sino que como formadores (o deformadores) universitarios cómo hacemos que el o la joven le encuentre importancia y relevancia a esta otra formación que, en definitiva, no se da únicamente en las aulas. 

Ya decía Alfredo Furlán en “La ideología del discurso curricular” que la modernización del currículum implica, por un lado, una revisión sistemática del mismo, pero a su vez una visión respecto a qué es lo que hay que enseñar, más allá de materias y asignaturas. Así mismo, sacar los aprendizajes de las aulas, buscar los aprendizajes en las fábricas, en las escuelas, en el hogar, etcétera. No existe un único currículum válido, pero sí vale la pena reflexionar cuáles son los objetivos y fundamentos que busca, qué experiencias educativas y programas de formación está dispuesta a ofrecer. En fin, la invitación más grande es a participar en todas aquellas actividades que la vida universitaria nos ofrece: deportivas, culturales, espirituales, artísticas, de voluntariado, de consejos estudiantiles, etcétera, etcétera.

 

*Foto de portada: Ivan Samkov | Pexels

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