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Cómo saquearon el instituto de salud en Edomex
La legislatura mexiquense selló por dentro todos sus accesos para aprobar sin interrupciones una nueva reforma a la ley del ISSEMYM con la que se aumentaban las cuotas de aportación a los derechohabientes y se transfería a las Afores
Por Lado B @ladobemx
08 de septiembre, 2020
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Ma. Teresa Montaño Delgado| Héctor Fajardo Castañeda | The Observer

El 25 julio del 2018, la legislatura mexiquense selló por dentro todos sus accesos para aprobar sin interrupciones una nueva reforma a la ley del ISSEMYM, con la que se aumentaban las cuotas de aportación a los derechohabientes y se transfería a las Afores, la administración del sistema de pensiones; afuera, en la calle, cientos de trabajadores se agolpaban y protestaban, en torno al edificio, en un intento desesperado por impedir un “nuevo asalto” al organismo.


Era la herencia que les dejó Enrique Peña y el Grupo Atlacomulco: nada.

Aquella tarde, cómo ocurrió también en 2012, con Eruviel Ávila y en 2002 con Arturo Montiel, los cambios a la ley del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym), con un millón 300 mil derechohabientes, se aprobaron sin concesiones por una aplastante y vieja mayoría priísta, solo que en esta ocasión, llegó la 4T y metió reversa, abrogando las modificaciones cuatro meses después en diciembre del 2018.

Lo que pocos saben es que detrás del quebranto financiero que enfrenta el organismo y que ha servido como principal argumento para intentar imponer nuevas reformas a la ley del instituto, surge la figura de Enrique Peña Nieto, quien por primera vez podría ser llevado a los tribunales para responder por presuntos actos de corrupción en PEMEX, como fraudes y malversación de recursos, delitos que bien pudo ensayar primero en el ISSEMYM durante su gestión como gobernador. Luego se fue al gobierno federal y su “cleptocracia” empeoró.

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Por lo menos eso se deduce de las Cuentas Públicas 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012, de las que analizadas en conjunto, emerge un patrón de saqueo sistemático al patrimonio del Issemym, el cual habría iniciado en la gestión de Arturo Montiel (1999-2005), continuado con Enrique Peña (2005-2011) y perpetuado con Eruviel Ávila (2011-2017), consistente en la desaparición de partidas completas en ejercicios anuales, o arriesgados movimientos financieros, que terminaron por pulverizar su patrimonio, controlado desde entonces, por directores cercanos al Grupo Atlacomulco.

Si bien las Cuentas Públicas de los ejercicios 2005, 2006 y 2007 correspondientes a Enrique Peña y las anteriores de Arturo Montiel están encriptadas por el Congreso Local y el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), los resultados de auditorías externas posteriores, dejaron suficiente evidencia contable y estadística, que muestra los enormes boquetes que desde Montiel Rojas comenzaron a cavarse en las finanzas del organismo.

Cabe destacar que de entonces a la fecha se han realizado al menos dos grandes reformas a la Ley del Issemym, una en 2002 y otra en 2012, para aumentar los porcentajes de aportación a las cuotas de los trabajadores, así como los años de servicio para jubilarse. Actualmente ya se les descuenta el 12.125%, lo cual aunado al pago de impuestos reduce significativamente sus ingresos netos.

Ahora la nueva administración busca una tercera reforma que tentativamente aumentaría 3.5% adicional a los trabajadores, entregaría a las AFORES el sistema de pensiones, limitaría el número de derechohabientes por familia y ajustaría de nuevo los años de servicio para acceder a la jubilación. Casi al filo de la tumba.

Por ello los trabajadores en julio del 2018 se lanzaron a las calles, confrontaron a los legisladores de la 4T y ahora juran, que volverán a hacerlo, para evitar un nuevo albazo.

Hasta el 2018, el ISSEMYM atendía a un millón 108 mil 770 derechohabientes, de los cuales 362 mil 542 eran servidores públicos, 64 mil 649 pensionados y pensionistas y 681 mil 579 dependientes económicos.

Delineando el saqueo

Aunque no existe una fecha precisa, las pruebas documentales disponibles hasta ahora, indican que el patrón de saqueo al patrimonio del ISSEMYM, arrancó en el gobierno de Arturo Montiel y se intensificó entre 2005 y 2011 durante el gobierno de Enrique Peña, cuando de manera alternada desaparecen montos de partidas completas en los ingresos anuales de esos ejercicios, se utiliza el subsidio anual al fondo de pensión para propósitos diversos -o desaparece-, se condonan deudas multimillonarias a entes públicos sin ninguna justificación aparente, o se contratan créditos con nuevos bancos, en arriesgadas inversiones que no han sido aclaradas.

Tanto así que, por ejemplo, los ingresos relacionados con las tiendas departamentales y centros vacacionales que operaba el instituto desaparecen o no se consignan en diversos ejercicios. Los datos los aportan las propias Cuentas Públicas disponibles desde 2008, mismas que pese a los faltantes y boquetes financieros fueron aprobadas por legisladores de todos los partidos, incluyendo algunos que ahora regresaron investidos por MORENA.

Incluso durante algunos ejercicios se esfuman de los estados contables, las ventas más mínimas que obtenía el organismo, a través de sus pequeñas pero muy populares tiendas “ópticas”.

La rapiña se desató.

Estas ópticas que no ocupaban más que un pequeño local adjunto a las tiendas o las farmacias, proveían de lentes a los empleados de gobierno más modestos, a pagos mínimos y sin intereses. En 2005, las ópticas reportaron ventas por un millón 217 mil pesos, es su último registro. En los estados financieros de 2006, 2007, 2008 y 2009, deja de reportarse el monto de estos ingresos.

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*Foto de portada: ISSEMYM ECATEPEC/ Foto: ArCaRa/ wikimedia 

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