Lado B
El teatro como actividad esencial; dos proyectos escénicos adaptados a la pandemia
“Fex desde el nido” y “A odiar se aprende: Memoria y Resistencia”, dos obras trabajadas desde la diversidad y la colectividad, se presentan ahora en plataformas digitales
Por Marcos Nucamendi @MakoNucamendi
25 de junio, 2020
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Así como una fábrica que lleva meses parada tiene la necesidad de echar a andar su producción, así un teatro tiene la necesidad de levantar el telón.

Itzell Sánchez Martínez, directora de la obra Fex desde el nido, y Mónica Ponce, de A odiar se aprende: Memoria y Resistencia, conversaron con LADO B sobre el proceso de adaptación del teatro frente al confinamiento domiciliario por la pandemia, y la imposibilidad de reabrir los espacios antes destinados para las puestas en escena. 

Sin público presente y a través de plataformas digitales, se estrenan estos dos proyectos construidos desde la diversidad y la colectividad, que tratan temas acordes a los tiempos actuales. 

“Nosotras vimos que no había forma de parar, que era necesario seguir”, cuenta Itzell, de la colectiva ADA, quienes este 26, 27 y 28 de junio presentan Fex desde el nido, una adaptación de la dramaturga Susana Valdéz Martínez del clásico cuento El patito feo, escrito por Hans Christian Andersen en 1843. 

Pensada con ritmos del rock y del blues, esta obra que se pretende glam, con mucho brillo en toda su estética –en el vestuario, el maquillaje, la escenografía y la interdisciplinariedad de los artistas–, habla del respeto a la diferencia, explica su directora; de ese falso debate entre lo normal y lo anormal, de la discriminación y de la violencia en sus múltiples formas.

Una obra que, casualmente, confiesa, problematiza esta “nueva normalidad” que estamos viviendo: 

“Es eso, cuestionarse sobre la normalidad tóxica que venía pasando […] [y decir que] a lo mejor, la ‘nueva normalidad’ no es lo queremos y no es lo que nos va a dar vida ni alegría, ni felicidad”.

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Para Itzell, esta puesta en escena es también una oportunidad para dejar caer los discursos hegemónicos de riqueza, triunfo y excelencia que nos atraviesan, cambiándolos por un verdadero sentido de comunidad, humanidad y ternura radical.

Foto: El Taller AC | Facebook

Por otro lado, A odiar se aprende: Memoria y Resistencia, de la colectiva Las Nahualas, es una obra que se pensó desde la diversidad de voces, historias y cuerpos que han sido objeto del odio de una sociedad homo-lesbi-transfóbica. 

La dramaturgia colectiva, a cargo de Mónica Ponce, Eglón Mendoza y Gabriela Cortés, recupera las historias de diez personas trans, no binarias, homosexuales y lesbianas residentes de la Ciudad de México, Querétaro, Puebla y Acayucan. De estos testimonios, solo uno pudo recabarse presencialmente; debido a la interrupción de la pandemia los demás se tomaron vía remota.  

Estas diez voces que son interpretadas por Eglón y Gabriela, comenta la directora Mónica Ponce, denuncian con fuerza los crímenes de odio en contra de la diversidad de orientaciones e identidades, de las muertes físicas, pero también de las que califican como muertes simbólicas, de esas violencias sistemáticas y estructurales a las que resisten todos los días las personas que contradicen esta sociedad heteronormada.

“Y es por eso que creo es bien bonita [esta obra]. Me parece muy bello hablar de las personas que no entramos en esta categoría de lo normal […] por eso buscamos símbolos, asociaciones y significados en donde lo anormal sea justamente por lo que vamos a pelear y por lo que vamos a resistir”.

La obra se estrenó el 20 de junio, y tiene sus últimas presentaciones este sábado 27 y domingo 28 de junio. 

Los límites del nuevo formato

Teatro durante pandemia de COVID-19

Foto: Fex desde el nido | Facebook

Aunque entusiasmadas por seguir creando y contando estas historias, Itzel y Mónica no esconden sus ansias por regresar pronto a las presentaciones con público en vivo, ya sea en espacios modificados para mantener la sana distancia o en espacios públicos como parques y teatros al aire libre. 

Mónica todavía recuerda que, durante la única entrevista presencial que sostuvo con una de las personas cuya historia forma parte de la obra que dirige, esta dejó impregnado su perfume durante varios minutos. Este es un ejemplo, pues, de esos detalles que en el mundo virtual (en donde realizaron el resto de las entrevistas) pasan desapercibidos.

Lo mismo sucede con las actuaciones, explica la actriz Gabriela Cortés, ya que dejan de tener esa referencia inmediata de los ojos, los gestos y la respiración del público para incrementar o disminuir la energía de sus interpretaciones. 

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Foto: El Taller AC | Facebook

Incluso el silencio, un indicador de conexión total con el público, desaparece con este nuevo formato, dice Mónica:

“Cuando cualquier sala de teatro se queda en silencio, ahí todo está dicho, porque las personas hacemos silencio cuando nos estamos reflejando con el que está viviendo delante de [nosotros]”.

Y es que el teatro, afirma por su parte Gabriela, se vive en el momento. Una función de teatro, su energía y las conexiones emocionales creadas en esos instantes, son experiencias únicas e irrepetibles. 

Sin embargo, reconoce que este nuevo formato es también una oportunidad para el abrazo, para romper el distanciamiento obligado e incluso para descubrir nuevos públicos:

“A pesar de que no nos guste esta forma de hacer teatro, estamos llegando a otras personas que quizás nunca habían tenido el tiempo de ver lo que hacemos, de conocer estas denuncias”.

Asimismo, todas las involucradas y los involucrados en ambos proyectos tienen claro, por otra parte, que este formato excluye a aquellas personas que no tienen acceso a internet o que han decidido no ser partícipes del mundo digital de manera consciente.

Los tiempos orillan a la migración digital, pero Mónica, Gabriela e Itzel confían en que pronto regresen a esos espacios íntimos en donde cada respiración tiene un significado profundo, y en donde la lluvia y los truenos de una función no serán los de mañana.

***

Próximas presentaciones

Fex desde el nido 

26, 27 y 28 de junio, a través de YouTube 

Participan: Susana López, Celeste Tamayo, Castiel Mérito, Arturo Muñoz Carcará e Itzell Sánchez Martínez (actuaciones), Sandra Reyes (vestuario), Castiel (maquillaje), Conejo Muerto (escenografía e ilustraciones), Josue Nieva (coreografías), Arturo Muñoz (letras, música y arreglos), Javi Carrasco (invitado en la batería), Chiras Pelas (diseñador) y Ángel Ledezma (iluminador).

A odiar se aprende: Memoria y Resistencia 

27 y 28 de junio, a través de Facebook

Participan: Gabriela Cortés y Eglón Mendoza (actuaciones), Arturo Muñoz (composición musical), Yolliztli Ruiz (ilustración y diseño del cartel), Montserrat Flores (asistente) y Fanny Durán (edición).

 

*Foto de portada: Fex desde el nido | Facebook

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Autor Lado B
Marcos Nucamendi
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