Imagen: FGE Puebla

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera 

Fosa: Hoyo en la tierra para enterrar uno o más cadáveres

Inhumar: enterrar un cadáver

Del 1 de enero de 2006 al 30 de abril de 2019 no hubo fosas clandestinas en Puebla, de acuerdo con los registros de la Fiscalía General del Estado (FGE), que vía transparencia respondió a LADO B una solicitud de información.

En la respuesta, la FGE explicó que el término “fosa clandestina” no está en el Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla. 

Paradójicamente, en su respuesta a la solicitud de información 00640919, la Fiscalía dijo que para la búsqueda de la información solicitada tomó en cuenta “el concepto de ‘fosa clandestina’” adoptado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la recomendación 48/2016, según el cual “una fosa clandestina es aquella que se realiza de manera secreta u oculta por ir en contra de la ley y su propósito es esconder lo que en ella se deposita, evitando entre otras cosas que las autoridades puedan sancionar e investigar las razones de la inhumación; las personas que realizan este tipo de fosas saben que su acción es ilegal”.

Esta respuesta llegó el 9 de mayo, un mes después del hallazgo de una fosa clandestina en el Mercado Morelos, a tres kilómetros del zócalo de la ciudad de Puebla, a pocos minutos del corazón de la capital del estado.

Ante la negativa de la FGE de reconocer las fosas clandestinas en la entidad, Ismael Eslava Pérez, primer visitador general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH),  dijo en entrevista para LADO B que cuando la Comisión hizo el “Informe especial de desaparición de personas y fosas clandestinas en México” en 2017, Puebla fue uno de los pocos estados que negó la existencia de este fenómeno sin brindar argumentos.

El visitador de la CNDH dijo que si la FGE no quiere hablar de una fosa como tal, debe ver la manera amplia el concepto de las inhumaciones ilegales; eso, y también tomar en cuenta los recientes hallazgos en la entidad que en este 2019 han sido –al menos– cinco fosas ilegales.

“Me parece que no hay que buscar mucho en cuestiones técnicas sino tratar de ver en un sentido amplio el concepto de fosas clandestinas. Y ese concepto amplio implica cualquier inhumación, irregular e ilegal, que busca esconder lo que en ella se deposita para evitar que las autoridades investiguen”.

En su opinión, no existiría razón válida para no llevar a cabo un registro de fosas clandestinas.

“Insisto, es una inhumación ilegal; si no estamos ante la presencia de una fosa común, regulada, entonces es clandestina, y tiene que ser materia de investigación. ¿Qué implica la clandestinidad en una inhumación? Que no se realiza conforme a derecho”, dijo.

La Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas contempla la creación del Registro Nacional de Fosas, el cual, según el Artículo 133 de dicha ley, determina que tanto la federación como las entidades federativas deberán tomar en cuenta “el Registro Nacional de Fosas, el cual deberá contar con la información respecto de las fosas comunes que existen en los cementerios y panteones de todos los municipios del país, así como de las fosas clandestinas que la Procuraduría y las Procuradurías Locales localicen.”

Imagen: FGE Puebla

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Aumentan las fosas en 2019

A principios de julio de 2017, la FGE negó en una solicitud de información la existencia de fosas, pese a que de 2007 a esa fecha se habían encontrado ya 5 fosas con 10 cuerpos en toda la entidad, hecho que documentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

En 2017 y 2018 las cifras aumentaron; de acuerdo con los registros hemerográficos revisados por este medio se localizaron 13 fosas con 23 cuerpos en 12 municipios, lo que equivaldría a un promedio de 6.5 fosas al año. 

Imagen: Comisión Nacional de Búsqueda

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Tan sólo en lo que va de 2019 ya se han reportado cinco fosas clandestinas en Puebla. La primera, el 24 de enero en el paraje Chupandillos del municipio de San José Miahuatlán, donde se encontraron al menos seis cadáveres embolsados en un pozo de, aproximadamente, 50 metros de profundidad, lo que hizo complicadas las labores de rescate.

La siguiente fue el 2 de abril en un predio en el Mercado Morelos que era usado como lavado de autos. Ahí también se encontró maquinaria pesada y restos de dos personas, identificados como pertenecientes a dos de los ocho cadáveres hallados en una pila de escombros en la junta auxiliar de Chachapa, Amozoc, apenas tres días antes, el sábado 30 de marzo.

El 5 de julio se localizó otro entierro clandestino en la Colonia del Valle, en la zona norte de la ciudad de Puebla, cerca del infonavit Bosques de San Sebastián, con los restos de una persona.

El último hallazgo hasta la fecha fue el 21 de julio en Santa María Tianguistengo, Huejotzingo, donde se descubrieron dos pozos con restos humanos. En el primero, del cual oficialmente se han identificado ya ocho cuerpos, estaba el cadáver del delegado de la Secretaría General de Gobierno (SGG), Luis Fernando Tinoco, reportado como desaparecido 24 horas antes. 

Imagen: FGE Puebla

Así, no fue sino hasta este año que las autoridades federales ya reconocieron la existencia de fosas clandestinas en el estado. Durante la presentación del Informe de la Comisión Nacional de Búsqueda a finales de mayo, se reportó una fosa clandestina en Puebla, aunque sin especificar su ubicación ni cuántos restos humanos fueron hallados.

El visitador de la CNDH dijo que si la FGE no quiere hablar de una fosa, como tal, es importante ver que los hallazgos en Puebla dan cuenta de inhumaciones ilegales, y de sitios donde se encontraron restos óseos bajo tierra, lo que sí equivaldría a inhumaciones ilegales.

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